Fernando Fernández Tapias será recordado por su éxito en los negocios y su vínculo con el Real Madrid. Pero al margen de su faceta de empresario, Fefé -como se le conocía mediáticamente- también asumió el rol de padre. El empresario, que perdió la vida este pasado miércoles, 25 de octubre, a los 84 años, tuvo ocho hijos fruto su relación con tres mujeres distintas. 

De su matrimonio con su primera esposa, Victoria de la Riva, nacieron Fernando, Borja, Íñigo y Bosco. Los tres mayores han sido los menos mediáticos, pero llegaron a acaparar el foco por las discrepancias con su familia por cuestiones económicas y empresariales. El último de los cuatro, por desgracia, copó titulares tras darse a conocer su desaparición y posterior fallecimiento. 

Bosco salió a bucear en Playa Chica, en el municipio de Tías (Lanzarote), el 28 de septiembre de 2010, cuando habría sufrido un accidente durante su inmersión. Pero su cuerpo no fue encontrado hasta junio de 2012 en la costa de Puerto del Carmen. Entonces las pruebas forenses acreditaron que el cuerpo hallado por otro submarinista a 90 metros de profundidad era del cuarto hijo de Fernández Tapias. Una tragedia que marcó la vida del empresario y la de su familia, para siempre. 

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Fernando Fernández Tapias llegando al juicio contra sus hijos, en marzo de 2021. Gtres

En lo que respecta a los tres mayores, sus nombres despertaron interés hace algunos años por un enfrentamiento judicial que mantuvieron con el empresario, contra quien presentaron una demanda de incapacitación para intentar demostrar que Fernández Tapias no estaba en plena capacidad para gestionar sus empresas. Para ello contaron con el respaldo de los dos hijos que tuvo que el empresario con su segunda mujer, Juan Carlos 'Tito' y Sandra. 

Aquello se produjo tiempo después de que el exvicepresidente del Real Madrid cesara a los tres hijos que tuvo con Victoria de la Riva como directivos de sus empresas, favoreciendo al quinto de sus vástagos y el primero que tuvo con su segunda mujer, Juana García-Courel. Fue él el elegido como presidente de la Naviera F Tapias Galicia y más tarde comenzó a administrar Fernández Tapias Grupo de Sociedades e Inversiones, además de ser nombrado administrador único de F Tapias Desarrollos Empresariales. 

El fallecido empresario parecía posicionarse a favor de su hijo Juan Carlos, apartando a Íñigo, Borja y Fernando de sus funciones en los negocios familiares. En el aglomerado empresarial también entraba Sandra, su segunda hija con Juana García-Courel. "Mi hermano Tito y yo nos ofrecimos a trabajar con él hace dos años, para apoyarle después de lo de Bosco. 'No queremos que nos pagues, queremos estar contigo', le dijimos. Pero insistió en pagarnos. Es muy generoso", confesó ella misma en una conversación con Vanity Fair en 2015. 

Durante muchos años, Sandra fue la mano derecha de su padre y parecían tener una gran relación hasta que en 2021 se unió a sus hermanos en la demanda a Fernández Tapias por supuesta incapacitación. Aunque no tuvieron éxito y la justicia dio la razón al fallecido empresario, aquello supuso una sigma familiar. 

Al margen de los negocios de Fernando Fernández Tapias, Sandra se ha desempeñado como DJ bajo su alter ego musical, La Santa, pinchando en fiestas privadas y en clubes de la capital. 

Tras su fallecimiento, Fernando Fernández Tapias también deja huérfanos a dos adolescentes, fruto de su relación con su tercera mujer y quien se convirtió en su gran apoyo hasta el fin de sus días, Nuria González (61). Fue en 2002 cuando el empresario se casó en terceras nupcias con la exmodelo, con quien también probó suerte en la paternidad. De su relación nacieron Iván (20) y Alma (16), a quienes recientemente se les vio acompañar a su madre a los toros. 

Nuria González con Iván y Alma, sus dos hijos con Fernando Fernández Tapias.

En cambio, de los hijos mayores de Fefé -a excepción de Sandra que es muy activa en redes sociales-, no se tiene gran información desde 2021, cuando acudieron al polémico juicio en contra de su padre. Sin duda, uno de los momentos más desagradables y difíciles en el último tramo de vida de Fernández Tapias.