María Teresa Campos junto a sus hijas, Terelu y Carmen, en una fotografía tomada en junio de 2019, en Madrid.

María Teresa Campos junto a sus hijas, Terelu y Carmen, en una fotografía tomada en junio de 2019, en Madrid. Gtres

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Sabemos por qué las hijas de María Teresa Campos están vaciando su casa con tanta prisa y su última decisión

En un principio, el dueño del inmueble en que vivió María Teresa le dio a las hijas tiempo ilimitado para desalojarlo, pero han surgido dos contratiempos. 

22 octubre, 2023 00:42

Si la pérdida de un ser querido desgarra y rompe el alma, empaquetar y recoger sus enseres personales y desalojar y cerrar la casa en que vivió, duele al mismo nivel. En ese proceso, tan duro y al tiempo natural, de la vida se encuentran en estos momentos Terelu Campos (58 años) y su hermana, Carmen Borrego (56): vaciando la última casa de su madre, María Teresa Campos.  

El domicilio al que se trasladó a finales de 2021, en régimen de alquiler, en la zona de Aravaca, en Madrid, tras conseguir vender su mastodóntica casa en Molino de la Hoz, Las Rozas. María Teresa se mudó e intentó acoplar la mayoría de los muebles de la antigua casa en su nueva ubicación. Se trata de piezas exclusivas y de elevado valor, económico y sentimental, gran parte de ellas con el sello del prestigioso decorador Jaime Fierro

Hoy, esos enseres están siendo desalojados y distribuidos. Para ello, las hijas de María Teresa han contratado tanto a una empresa de mudanzas como a una casa de subastas. Una vez que la familia Campos Borrego se ha quedado con ese bien preciado que deseaba cada uno de sus miembros, al resto de objetos se le está dando otra salida. 

[La dura decisión de Terelu Campos y Carmen Borrego: vacían la casa de su madre y subastan sus muebles]

María Teresa Campos entrando en su última casa, en Aravaca, en noviembre de 2021.

María Teresa Campos entrando en su última casa, en Aravaca, en noviembre de 2021. Gtres

En medio del trasiego de la mudanza final, EL ESPAÑOL conoce por qué Terelu y Carmen desean finiquitar este trámite cuanto antes y cerrar por siempre la casa de su madre. El dueño del inmueble, en un principio, y tal y como se traslada a este medio, le dio vía libre y tiempo ilimitado para este proceso, pero hay dos acontecimientos o contratiempos que han precipitado todo. 

Por un lado, se apunta a que las hijas de Campos tienen un objetivo: despachar esta mudanza antes de que termine el mes de octubre. La razón no es otra que evitar pagar una nueva mensualidad de alquiler de la casa de su madre. Un pago que, dados los acontecimientos, no tendría ningún sentido, sobre todo por el dolor que supone estar alargando en exceso las visitas a la casa de Teresa. 

De este modo, ambas hermanas desean saldar el contrato de cara al próximo mes de noviembre y entregar las llaves. No es la única razón para tanta celeridad: según cuenta a este periódico uno de los hombres que más quiso a Teresa Campos, existe un interesado en adquirir la casa de la presentadora, en esta ocasión a través de compra.

Por tanto, al dueño también le apremia que Terelu y Carmen cierren esta etapa. Con respecto a los muebles y demás objetos de decoración que vistieron la casa de la eterna y querida María Teresa Campos, en las últimas horas se han conocido nuevos detalles, en esta ocasión contados por la propia Carmen Borrego.

Las hijas de María Teresa Campos, Terelu y Carmen, el día del velatorio de su madre, el 5 de septiembre.

Las hijas de María Teresa Campos, Terelu y Carmen, el día del velatorio de su madre, el 5 de septiembre. Gtres

Según ha relatado ella misma en su puesto de colaboración en el espacio de Telecinco Vamos a ver, lo verdaderamente "duro" fue tener que hacer la mudanza cuando su madre vendió su mansión de Molino de la Hoz. 

Aquello hundió -aún más- el ánimo de Teresa, al tener que desprenderse de "cosas que adquirió con esfuerzo y cariño" después de toda una vida trabajando. "Mi madre se llevó al piso lo que ella quiso, pero en estos momentos nosotras tenemos nuestras casas montadas y no podemos meter los muebles por la puerta. Pero las cosas de mi madre, sus zapatos, su ropa, las cosas de valor emocional están repartidas entre todos nosotros; sus hijas, sus nietos e incluso hermanos", ha relatado.

En los últimos días, Carmen Borrego ha tenido un sueño recurrente al que no deja de darle vueltas, y que ha compartido por primera vez públicamente. En el instante onírico, como ha contado, "estoy con mi madre recogiendo su casa y mi madre indicándome qué guardo y qué no guardo".

Sigue relatando: "Y hay un mueble en concreto al que mi madre hace referencia constantemente, que, por supuesto, ese mueble me lo he quedado yo. Y en ese sueño veo todos los muebles de mi vida mezclados".

Sin entrar en detalles sobre qué enseres de María Teresa han llevado a la casa de subastas, su hija menor sí ha dejado claro otro extremo. Además de los objetos personales más importantes para la presentadora, Terelu y ella han decidido quedarse con algunos muebles que, según confirma EL ESPAÑOL, ya han sido trasladados a la casa de Málaga que han heredado de su madre.

Ha sido la última decisión de la familia. Este periódico informó hace unas semanas que Terelu y Carmen no estaban en consonancia con respecto a qué hacer con esa casa de Andalucía, que durante los últimos años se convirtió en lugar de veraneo y descanso. Ahora, se desliza que han tomado la determinación de conservarla

Valiosas piezas 

Cuando María Teresa Campos se construyó su fabulosa casa de Molino de la Hoz -de 1.615 metros cuadrados construidos en una parcela de 6.365-, la decoró desde cero, y adquirió piezas con gran esfuerzo y desembolso. Algunas de estas adquisiciones fueron de gran valor sentimental para Teresa y su familia. En 2019 ya se deshizo Teresa de gran parte de ellas, y ahora está ocurriendo con el resto. 

Hay sillas, estanterías, aparadores, e incluso una preciosa consola estilo Luis XIV en madera dorada y tallada, cuya pareja ya fue puesta a subasta por la malagueña de adopción en 2019. Sea como fuere, se ha tratado de un desalojo emotivo y doloroso para Terelu y Carmen. No en vano, en esos camiones que portan los enseres se van no sólo recuerdos familiares, sino también experiencias y vivencias.