En octubre de 2019, hace ya casi cuatro años, Francisco Franco era exhumado del Valle de los Caídos tras 44 años enterrado allí. Flanqueando su deteriorado y maltrecho ataúd, compungidos, sus siete nietos, los vástagos que Carmen Franco, única hija del dictador, tuvo con Cristóbal Martínez-Bordiú, el décimo marqués de Villaverde.

De los Martínez-Bordiú y Franco destacaba especialmente el dolor y la indignación de la nieta mayor del dictador, Carmen (72 años), la niña de sus ojos y de la que fue padrino de boda. La que un día fuera una de las reinas del papel couché estaba profundamente enfadada con España y su Gobierno. Este ya no era el país en el que ella nació y creció.

Por ello, Carmen Martínez-Bordiú decidió abandonar la tierra en la que su abuelo fue jefe del Estado durante cuatro décadas para trasladarse al país vecino, Portugal. Allí, en concreto en la ciudad de Sintra, la nietísima -como se le conocía en la prensa- vive una vida más tranquila, alejada de los medios de comunicación a quienes siempre ha interesado. EL ESPAÑOL la ha localizado.

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Carmen Martínez-Bordiú abandonó España en 2019 para instalarse en Portugal. Clipper EL ESPAÑOL

Las fotografías a las que ha tenido en exclusiva este periódico datan de hace apenas unos días. Carmen Martínez-Bordiú, junto a un grupo de amigos, apura los últimos días de verano en Praia Grande. Tal y como su nombre indica, se trata de una playa muy amplia, que suele estar frecuentada por apasionados de surf y del bodyboard, constituyendo una escala obligatoria en los campeonatos de estas modalidades.

En el extremo Norte de la Praia Grande -Playa Grande- se encuentra una de las mayores piscinas de agua salada de Europa, con cerca 100 metros de longitud y perteneciente al famoso Hotel de las Escarpas. Como curiosidad, en la escarpa Sur de la playa -en una zona inclinada- hay vestigios de presencia de dinosaurios en la que, según los expertos, se identifica perfectamente un yacimiento de 11 senderos de huellas.

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La aristócrata Carmen Martínez-Bordiú junto a un grupo de amigos en Praia Grande. Clipper EL ESPAÑOL

Según la información que maneja este diario, Carmen Martínez-Bordiú quedó para almorzar en uno de los chiringuitos más conocidos y elitistas de Praia Grande. Lo hizo con varios amigos y con un atuendo de lo más veraniego. Para la ocasión, la que fuera duquesa de Franco eligió un caftán marroquí de lino ligero, hecho a mano, con bordado de encaje en el pecho y diseño ético en color marrón. Este medio ha podido averiguar que se trata de una pieza de la boutique Treasures of Morroco y se puede adquirir en Amazon por 36 dólares, unos 33,50 euros.

En sus pies, la nieta de Franco lució unas sandalias de la marca española de zapatos Noa Harmon. En concreto, el modelo Kala. Tienen plataforma en color cuero y en combinación con tiras multicolor. Lleva, además, una pequeña cuña de unos cuatro centímetros de altura. Su precio era de 105 euros aunque ahora están a la venta online por 59. En su mano derecha, para portar sus enseres personales, Carmen lució una cesta de rafia. En ningún momento se desprendió de sus gafas de sol ni su sombrero. 

Carmen Martínez-Bordiú y Franco era una habitual de las revistas del corazón y de los programas de entrevistas en prime time como Tómbola, Salsa Rosa, La Noria e incluso Sálvame Deluxe. Tras divorciarse de su último marido, José Campos, la nieta de Franco se enamoró del empresario Luis Miguel Rodríguez, conocido popularmente como El Chatarrero, y en octubre de 2017 salió a la luz pública su romance con Timothy McKeague, un hombre de origen neozelandés, amante del surf y que en aquel entonces tenía 32 años, es decir, 34 años menos que ella.

La nieta de Franco quedó a almorzar con unos amigos. Clipper EL ESPAÑOL

Con Tim de la mano, la aristócrata se mudó a Portugal y juntos vivieron en una increíble mansión de más de 600 metros cuadrados y dos hectáreas de terreno con privilegiadas vistas al mar. El pasado mes de julio, el programa Y ahora, Sonsoles informó de la ruptura sentimental entre ellos.

De hecho, añadían que ambos podrían haber rehecho su vida. Él, con una mujer y ella, con un misterioso hombre del que, por el momento, no se tienen datos. Las últimas veces que este periódico ha intentado contactar con Carmen Martínez-Bordiú, su respuesta ha sido siempre la misma: "Lo siento, yo ya estoy fuera de todo eso".