Rock Hudson.

Rock Hudson. Getty Images

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Rock Hudson, el galán deseado por hombres y mujeres que sólo podía adorar el sexo masculino en la intimidad de un bar

Este jueves, 2 de octubre, se cumplen 40 años de su muerte. Falleció a los 59 años tras haber contraído SIDA.

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Junto a Montgomery Clift y James Dean, Rock Hudson formaba el triunvirato de amigos homosexuales de Elizabeth Taylor. Ella fue la depositaria de sus secretos sexuales hasta el fin de sus días. Si la amistad consiste en no traicionar, la protagonista de Cleopatra lo cumplió a rajatabla. Este 2 de octubre se cumplen 40 años de su necrológica.

Tras las muertes de Jimmy y Monty, como los llamaba cariñosamente Taylor, llegó la de Rock. Con él dio origen a una de las corrientes activistas más notables en la historia de Hollywood, ya que morir de sida, o de la peste rosa, como se la denominaba a principios de los ochenta, era uno de los peores pecados en la Sodoma y Gomorra fílmica.

Sin importar lo que dijeran y lo que se ensuciara su nombre, Elizabeth Taylor fue la primera celebridad en hablar, no solo públicamente de la enfermedad de su amigo, sino también para evitar la estigmatización e influir en la investigación y la recaudación de fondos de una enfermedad que según UNAIDS, el año pasado se cobró 630.000 fallecimientos y 1,3 millones de personas se contagiaron.

James Dean, Elizabeth Taylor Y Rock Hudson en 1956.

James Dean, Elizabeth Taylor Y Rock Hudson en 1956. GTRES

Rock Hudson había sido uno de los galanes más venerados en la historia del cine. Su cuerpo desbordaba la pantalla con 193 cm de estatura, 91 kilos de peso, proporciones gimnásticas y, sin duda, la estrella masculina más grande de la época cuya robusta figura se enfatizaba e incluso exageraba en películas y fotografías de revistas para fans. Fue el único de su especie. Hombres y mujeres le adoraban.

Sin embargo, él solo podía adorar al sexo masculino en la intimidad. Contratado por la Universal Pictures, el estudio invirtió sustanciosas cantidades de dinero en gestionar su imagen, sobre todo, a la hora de organizar citas amorosas falsas. "Era importante que su imagen siguiera siendo la de un devorador de mujeres. Rock hizo lo que se espera de él", afirmó Mamie Van Doren (94) nada más morir el actor, una de las tres rubias explosivas de la gran pantalla junto a Marilyn Monroe y Jayne Mansfield.

Tras hacer el servicio militar en la Marina de los Estados Unidos, Roy Harold Scherer Jr., su verdadero nombre, se instaló en Los Ángeles con la intención de hacer carrera en el cine. En una de esas se le ocurrió enviar una foto al cazatalentos Henry Willson quien prendado por su atractivo físico le admitió como cliente, le bautizó como Rock Hudson (en homenaje al Peñón de Gibraltar y al río del mismo nombre) y empezó a moverle por la industria.

Aunque su debut en el cine fue en un papel casi desapercibido en Escuadrón de combate (1948) y le siguieron otros títulos como extra e incluso debutó como protagonista en El capitán Panamá (1952) junto a la explosiva Yvonne de Carlo y coprotagonizó junto a Piper Laurie ¿Alguien ha visto a mi chica? (1952), Historia de un condenado (1953), el prestigio no le llegó hasta protagonizar Obsesión (1954) con la inimitable Jane Wyman, que alcanzaría el cenit de su popularidad dando vida a Angela Channing en la serie Falcon Crest.

Sin duda, su fama internacional se cimentó con Gigante (1956), también protagonizada por Elizabeth Taylor y James Dean. Durante el rodaje hubo cierta atracción entre los dos hombres, pero la cosa no llegó a mayores. Lo que sí hicieron ambos fue convertir a la actriz en su gran confidente. Cada noche escuchaba sus problemas por no poder sentirse realizados libremente como hombres que amaban a otros hombres. Por sus interpretaciones, Hudson y Dean fueron nominados al Oscar al Mejor Actor.

Cartel de la película 'Gigante'.

Cartel de la película 'Gigante'. Getty Images

Sus fans enloquecían al verle en la gran pantalla. Las mujeres deseaban tenerle como amante… pero los hombres también. Pero aquella sociedad conservadora y retrógrada, especialmente la industria hollywoodiense, impedía a nivel social que se materializaran las relaciones homosexuales. A pesar de los pesares, Rock satisfacía sus necesidades amorosas y sexuales acudiendo de incógnito a bares de ambiente donde su nombre estaba a salvo.

Quien le proporcionaba las coartadas necesarias era Henry Willson, su poderoso agente que, al ser también gay, era conocedor de los trucos más variados para despistar a los paparazzi. Pero cuando Hudson se acercaba a la treintena y las revistas para fans como Photoplay se preguntaban por qué un hombre heterosexual atractivo aún no se había casado, empezó verdaderamente la cuenta atrás para proteger a la estrella del cine, su auténtica gallina de oro.

Como la revista sensacionalista Confidential amenazó con hacer caja con la historia de Hudson, Willson se sacrificó a sí mismo y traicionó a uno de sus clientes, el guapérrimo actor Tab Hunter, también homosexual, de quien dijo al periodista del citado medio que había sido detenido en una fiesta gay.

Por tal motivo, Willson ideó un plan estratégico. Obligó a su secretaria Phyllis Gates a casarse con Rock Hudson poco después del rodaje de Gigante. Y así fue como la pareja se dio el 'sí, quiero' en Santa Bárbara en una discretísima ceremonia celebrada el 9 de noviembre de 1955. Acto seguido, Willson llamó a las temibles periodistas de cotilleos Hedda Hopper y Louella Parsons para calmar las aguas.

De cara a las revistas para fans, Hudson tuvo que mentir. "Cuando cuento mis bendiciones, mi matrimonio encabeza la lista", confesó a una de ellas y a otra le dijo que "el matrimonio ha resultado ser todo lo que esperaba y más. Estoy mucho más feliz".

La estrella de Hollywood junto a  Phyllis Gates.

La estrella de Hollywood junto a Phyllis Gates. Getty Images

Al principio, Gates se deleitaba en estar casado con una gran estrella de Hollywood: era una vida de estrenos de películas, limusinas, fiestas de primera categoría, viajes de primera clase y hoteles de lujo. El matrimonio no tardaría en tener fisuras ya que su vida sexual, según Gates coescribió su biografía My Husband, Rock Hudson (1987) con Bob Thomas solía ser "breve y apresurada" y que en alguna ocasión le dijo que "todas las mujeres son sucias".

En casa solía recibir llamadas telefónicas de hombres a quienes el actor tildaba de “fanáticos”, para luego desaparecer durante horas sin dar ningún tipo de explicación a su esposa. Asimismo, Gates aseguró que Rock tenía cambios de humor repentinos y que en ciertas ocasiones la golpeó dos veces y trató de estrangularla. Phylis solicitó el divorcio en abril de 1958 acusándolo de crueldad mental; Hudson no impugnó el divorcio y ella recibió una pensión alimenticia de 250 dólares semanales durante 10 años.

Poco antes de la llegada de la década de los sesenta, la vida de Rock Hudson le deparó gratas sorpresas. Inició una sólida amistad con Doris Day, con quien había protagonizado las comedias Pijama para dos (1959) y No me mandes flores (1964). De hecho, junto a ella hizo una de sus últimas apariciones públicas tras confesar que padecía sida. Y en lo personal encontró el verdadero amor en un aspirante actor llamado Lee Garlington, con quien estuvo de 1962 a 1965.

La pareja no podía ser fotografiada junta y solo se tomaban fotos el uno al otro en sus vacaciones, excepto la vez en que le pidieron a un turista que les hiciera una en Puerto Vallarta. Lo más peligroso ocurrió tiempo después cuando se hicieron otra conjunta en un lugar público en Nueva Orleans, donde podían haber sido víctima de un chantaje en caso de que les hubieran robado la cámara. Lógicamente también se veían en secreto en la casa de la playa de Elizabeth Taylor.

Garrington se quedó petrificado cuando en la autobiografía Rock Hudson: His Story escribió que él había sido su "verdadero amor". En una entrevista con People, el exnovio de la estrella dijo que “su madre y yo éramos las únicas personas a las que amaba. No tenía idea de que significaba tanto para él". Desgraciadamente rompieron ya que Rock no podía ofrecer la figura paterna que ansiaba Lee, fallecido a los 86 años en 2023.

El actor en su casa de Bervelly Hills.

El actor en su casa de Bervelly Hills. Getty Images

En lo sentimental, el único amante que vivió de forma asidua en su mansión de Beverly Hills fue Tom Clark, un publicista de Hollywood con quien tuvo una relación bastante conflictiva. También se dijo que otra de sus parejas era el actor Michael Nader, aunque nada más lejos de la realidad ya que este tenía pareja. Fueron íntimos amigos durante más de tres décadas.

Con la desaparición del star system, en parte debido a la proliferación de la televisión en los hogares estadounidenses, el poderío de las estrellas fue en detrimento. Por ello, muchos de aquellos grandes nombres encontraron en las series su tabla de salvación. En el caso de Rock Hudson brilló con McMillan y esposa, junto a Susan St. James. Y, finalmente, a medidos de la década de los ochenta encontró refugio en Dinastía, donde fue el amante de Linda Evans. En una de las escenas, la besó. A mediados de 1984 le diagnosticaron el sida.

El 2 de octubre de ese mismo año, el ícono sexual visitó Barcelona para ser entrevistado por Ángel Casas para el programa Ángel Casas Show del canal autonómico TV3. Según afirmaría el presentador en Memorias de otros, "en aquel tiempo no se hablaba para nada de sida, todavía. Nos habían dicho que Hudson tenía un problema de corazón y que había sido visitado en París, de donde venía, y que, por tanto, procuráramos tratarlo con cierto mimo". Rock Hudson estaba bastante desmejorado en la entrevista y los rumores no cesaban de aparecer.

Cuando el 15 de julio de 1985 hizo su última aparición pública para apoyar a Doris Day en un programa televisivo, el desmejorado aspecto físico de Rock Hudson llamó la atención a los medios. Los periodistas conjeturaban e intentaban averiguar qué le estaba pasando, pero sin éxito.

Viajó a París para ingresar en el Hospital Americano sin que nadie lo supiera para probar sin éxito un nuevo tratamiento de retrovirales. En la ciudad de la luz decenas de periodistas abarrotaban las puertas del hotel para saber alguna noticia. En un acto de misericordia prácticamente forzada, Rock Hudson autorizó el 25 de julio de 1985 a su publicista francesa Yanou Collart que hiciera público su estado de salud.

"Le leí el comunicado que había preparado – publicó El País-. Todo lo que me dijo fue: 'Eso es lo que quieren. Ve y échaselo a los perros". Sin embargo, en ningún momento confesó que era homosexual.

Una de sus últimas imágenes públicas.

Una de sus últimas imágenes públicas. Getty Images

Tres días más tarde regresó a Los Ángeles tras pagar 250.000 dólares para volar solo. Se instaló en su mansión de Beverly Hills, conocida como El Castillo, y nunca más volvió a salir. Falleció a los 59 años el 2 de octubre de 1985. Su última pareja había sido Marc Christian, quien también viajó a Barcelona para hablar de su historia de amor. Cuando se produjo el fatal desenlace, al no ser consciente de que el actor padecía sida, Christian demandó a los herederos por 10 millones de dólares al considerar que había estado en peligro.

En 1991 ganó un acuerdo multimillonario el patrimonio de su ex amante después de convencer a un jurado de que Hudson lo había expuesto a sabiendas al sida. Marc falleció a los 56 años en 2009 a causa de problemas pulmonares.

Tras morir Hudson, su queridísima Elizabeth Taylor fundó la American Foundation for AIDS Research (amfAR) y en 1991 la Elizabeth Taylor AIDs Foundation. Por su contribución fue honrada junto a la doctora Matilde Krim con el Príncipe de Asturias a la Concordia en 1992. La actriz de los ojos violeta pasó a mejor vida en 2011 con 79 años.