Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, cuando aún era pareja.

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, cuando aún era pareja.

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Ghislaine Maxwell cumple 60 años mientras aguarda en la cárcel el veredicto

Maxwell festejó su aniversario en una prisión de Manhattan, por segundo año consecutivo, tras su arresto en julio de 2020. 

28 diciembre, 2021 12:46

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La británica Ghislaine Maxwell, brazo derecho del magnate Jeffrey Epstein y juzgada por supuestamente servirle de intermediaria en varios casos de abusos sexuales, acaba de cumplir 60 años, mientras espera en prisión el inminente veredicto que debe pronunciar el jurado en las próximas horas.

Maxwell, hija del multimillonario Robert Maxwell y poseedora además de la nacionalidad francesa y estadounidense, cumplió el pasado sábado 60 años en la prisión de Manhattan, por segundo año consecutivo tras su arresto en julio de 2020 en una mansión rural donde se encontraba escondida.

Muy lejos de la vida de lujo que siempre disfrutó hasta su detención -Epstein le "regaló" 30,7 millones de dólares, que le sirvieron entre otras cosas para comprarse un helicóptero-, Maxwell ha estado detenida preventivamente en una celda de aislamiento con condiciones tan estrictas que una de sus abogadas las comparó con las que el psicópata Hannibal Lecter tenía en la película El silencio de los corderos.

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell en una imagen compartida por la Oficina de la Fiscalía de Distrito de EE.UU.

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell en una imagen compartida por la Oficina de la Fiscalía de Distrito de EE.UU.

El jurado se ha tomado tres días de descanso en medio de sus deliberaciones, que retomó este pasado lunes 27 de diciembre, y los observadores apuntan que sus diferentes peticiones para revisar algunos de los testimonios en el juicio u otras declaraciones anteriores parecen abonar la idea de que las "dudas razonables" introducidas por la defensa han influido en la opinión de ese jurado.

Al aparecer este lunes en la sala, Maxwell, que parecía contenta de ver a sus defensores, fue felicitada ruidosamente por ellos, según testimonios de periodistas presentes en la sala. El jurado ha continuado sus peticiones al juez antes de formular su veredicto, como la definición exacta de algunos cargos como el de "incitación" a viajar con el fin de participar en casos de tráfico sexual (la acusación más grave, por implicar a una víctima de 14 años), o escuchar el testimonio de un antiguo oficial de policía que participó en un registro en el domicilio de Epstein.

La comisión de abusos sexuales por parte de Epstein no ha sido puesta en duda en ningún momento durante el juicio, y la defensa ha tratado más bien de desvincular a Maxwell de esos sucesos, argumentando las más de las veces que ella no estuvo presente y desconocía lo que Epstein hacía con esas mujeres, algunas de ellas menores en el momento de los hechos.

Ghislaine Maxwell puede ser condenada por seis cargos distintos, pero los tres más graves se basan únicamente en los testimonios separados de dos supuestas víctimas, mientras que los tres restantes, bajo el título de "conspiración", se apoyan en cuatro testimonios, pero son castigados con penas más leves.

Ghislaine Maxwell junto a Jeffrey Epstein.

Ghislaine Maxwell junto a Jeffrey Epstein.

La Fiscalía describió la intimidad que Epstein y Maxwell compartían y la presencia constante de la británica en la vida del magnate, también cuando por su casa desfilaban mujeres, menores y mayores de edad, algo ante lo que la servidumbre tenía orden de "no ver, ni oír ni decir nada".

La ayudante del fiscal Alison Moe insistió en que Maxwell no solo atrajo a chicas "menores, bonitas y vulnerables" para "seducirlas con su estilo sofisticado" y entregarlas a Epstein; más allá de eso, llegó incluso a tocar los pechos de tres de ellas en momentos previos a las sesiones sexuales con Epstein. A esas sesiones, Maxwell las llamaba recurrentemente "masajes", e instruía a las chicas sobre cómo Epstein quería que fueran esos masajes. 

Sobre si alguna vez Maxwell sospechó que todo esto acabaría sabiéndose y pagaría por ello, la fiscal Maurene Comey, que usó el último turno de réplica a los argumentos de la defensa, fue contundente: "A sus ojos (de Maxwell), esas chicas no eran más que basura, ¿quién las iba a creer?", dijo ante el jurado.

Y sobre las alusiones a que todas ellas cambiaron sus testimonios al saber que existía un Fondo -que las ha compensado con cantidades de entre 1 y 5 millones de dólares- Comey recordó que "el fondo está agotado y el dinero acabado", así que "no tienen nada que ganar exponiendo ante el mundo sus horribles experiencias".

[Más información: Ghislaine Maxwell, a la espera del inminente veredicto del jurado: así fue la última sesión judicial]