
Miguel Urdangarin y Olympia Beracasa, en su visita a un hospital de Madrid. GTRES
Miguel Urdangarin y su novia, Olympia Beracasa, visitan un hospital tras el 60 cumpleaños de la infanta Cristina
El sobrino de Felipe VI y su pareja se han dejado ver juntos en la clínica Quirón de Madrid poco después de la fiesta organizada por la 'royal' en su aniversario.
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En las últimas horas, la familia de la Infanta Cristina (60) se ha dejado ver en Madrid. El motivo: ha cumplido 60 años y lo ha celebrado junto a sus seres queridos en el Palacio de la Zarzuela.
Este año, la hija de los reyes Eméritos ha alcanzado una cifra redonda. Ha cambiado de década y tocaba festejarlo con las personas a las que más quiere. Entre los asistentes a su fiesta privada se encontraban su hermano, el rey Felipe VI (57); su hermana, la infanta Elena (61); Pedro López-Quesada (61) y su mujer, Cristina de Borbón-Dos Sicilias (59); su madre, la reina Sofía (86); y su tía, Irene de Grecia (83).
Tampoco han faltado sus hijos Pablo (24) y su pareja, Johanna Zott (24); y Miguel Urdangarin (23), quien accedió al palacio en solitario y al volante de un turismo. Horas después del encuentro familiar, -que tuvo lugar el pasado viernes, 13 de junio-, el joven y su novia, Olympia Beracasa (20), se han dejado ver en un conocido centro hospitalario de Madrid.

Miguel Urdangarin, con su pareja, Olympia Beracasa, en Madrid. GTRES
El pasado sábado, 14 de junio, el royal y su compañera sentimental han visitado la Clínica Quirón, donde han permanecido varias horas.
La pareja aparcó su vehículo en el parking del hospital privado y abandonó las instalaciones con la misma discreción con la que llegaron. De ahí partieron de regreso a Zarzuela.
Miguel, siempre discreto
Se desconocen los motivos de su estancia en el centro sanitario. Lo cierto es que cualquier movimiento llama la atención, teniendo en cuenta el perfil bajo de ambos jóvenes desde que empezaron su relación.

Miguel Urdangarin llega al palacio de la Zarzuela para asistir al 60 cumpleaños de su madre, la infanta Cristina. GTRES
El tercer hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, licenciado en Biología Marina en la Universidad de Southampton, es, junto con su hermano Juan Valentín (25), el menos mediático de sus vástagos.
Vive en Zarzuela
Completó sus estudios en Reino Unido tras finalizar su bachillerato en un prestigioso colegio de Suiza. Tras finalizar sus estudios decidió tomarse un año sabático e instalarse, al igual que su hermana Irene (20), en el palacio de la Zarzuela junto a su abuela, la reina Sofía. Sus apariciones en público son escasas.
Olympia, por su parte, estudia actualmente Comunicación y Medios en la IE University de Madrid. Ha sido precisamente el hecho de que ella viva en la capital lo que ha motivado el traslado de Miguel a la residencia privada de la Familia Real.

La infanta Elena, a su llegada al palacio de la Zarzuela con motivo del 60 cumpleaños de la infanta Cristina, celebrado el pasado 13 de junio. GTRES
La joven proviene de una familia conocida en el ámbito empresarial. Es hija del magnate venezolano Alfredo Beracasa y de la exmodelo Elizabeth Kane.
Olympia, ex de Bosco Martínez-Bordiú
En el año 2023 mantuvo una relación con Bosco Martínez-Bordiú (21), -sobrino de Pocholo Martínez-Bordiú (62)-, con el que empezó a salir en otoño de ese año. Su affaire dio comienzo poco después de que el exconcursante de Supervivientes terminara su relación con Adara Molinero (32).
En la fiesta de su 'suegra' por su 60 cumpleaños no se la vio acompañar a Miguel, pero se ha confirmado que sí estuvo presente.

Pablo Urdangarin y su pareja, Johanna Zott, en el 60 cumpleaños de la infanta Cristina. GTRES
Miguel acudió a la celebración de su madre en compañía de una de las grandes amigas de la Infanta: Cristina de Borbón-Dos Sicilias, quien iba sentada en el asiento del copiloto. El marido de esta, Pedro López-Quesada, llegó por separado, conduciendo su propio vehículo.
Pablo Urdangarin, incómodo
Bastante curiosa resultó la llegada de Pablo Urdangarin, al que se vio ocultando su rostro con su mano derecha al toparse con las cámaras.
Su novia, en la parte trasera del coche, apretaba sus labios -un gesto que denota tensión o incomodidad- a la vez que intentaba ladear la cabeza para esquivar los flashes. Todos ellos resultaron ser gestos frustrados, ya que no lograron ser inmortalizados por la prensa.