Sarah McCorquodale, hermana de Lady Di, mantuvo un breve idilio con el rey Carlos III.

Sarah McCorquodale, hermana de Lady Di, mantuvo un breve idilio con el rey Carlos III. Montaje de EL ESPAÑOL.

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Quién es Sarah McCorquodale, la discreta hermana de Lady Di que acaba de cumplir 70 años y tuvo un romance con Carlos III

Casada desde hace 45 años y madre de tres hijos, la aristócrata fue novia del rey de Inglaterra antes que su hermana, Diana de Gales.

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Por la vida del rey Carlos III (76 años) no solo han pasado sus dos esposas: Diana de Gales y la reina Camila (77). En sus años de juventud, el soberano de Inglaterra tuvo un breve idilio con Sarah McCorquodale, hermana de Lady Di.

Nacida en 1955 y seis años mayor que Diana, Sarah era la hija mayor del VIII conde de Spencer, John Spencer, y Frances Ruth Burke Roche, vizcondesa Althorp. El matrimonio tuvo un total de cinco hijos: Elisabeth Sarah, Cynthia Jane, Charles, John, Diana y Charles, quien heredó el título nobiliario. John, por su parte, falleció poco después de nacer, un año antes de que Diana llegara al mundo.

La familia Spencer, próxima a la Familia Real británica a lo largo de generaciones, tenía cierta obsesión con emparentar a una de las jóvenes de su clan con un miembro de la realeza. Por este motivo, desde bien pequeñas, Diana y sus hermanas fueron educadas para ser parte activa del clan Windsor, si es que tenían la suerte de 'cruzar' a una de las jóvenes con un royal. Vaya si la tuvieron. Porque lograron hacer doblete: que dos de sus chicas cayeran rendidas a los encantos del futuro Rey de Inglaterra.

Sarah McCorquodale, en una imagen de archivo.

Sarah McCorquodale, en una imagen de archivo. GTRES

Diana y sus hermanos pasaron su infancia en Park House, un palacete ubicado en la finca de Sandringham que alquilaban a su propietaria, la reina Isabel II. Fue en este lugar, que la soberana donaría en 1983, convirtiéndose por un tiempo en un hotel para personas con discapacidad, donde se fraguaron muchos de los planes de los Spencer.

Empeñadas en 'casar bien' a una de las niñas, las dos abuelas de Diana, la condesa Spencer, Cynthia Spencer, y la baronesa Fermoy, Ruth Roche, aprovechaban sus privilegiadas posiciones para remar a favor de la familia. Ambas fueron damas de honor de la reina Isabel, la Reina Madre, así lo que tenían relativamente fácil para mover sus hilos.

De entre ellas, la que ejerció mayor influencia en su papel de casamentera fue Lady Fermoy, quien era una gran confidente de la Reina Madre. Se cree que las dos hicieron de celestinas para arreglar la unión de Carlos y Diana.

El príncipe Guillermo, con sus tías, Lady Sarah y Lady Jane, en el funeral de Olga Powell, en 2012.

El príncipe Guillermo, con sus tías, Lady Sarah y Lady Jane, en el funeral de Olga Powell, en 2012. GTRES

Pero lo cierto es que, antes de que eso sucediera, Carlos puso sus ojos en la hermana mayor de Diana. Sarah fue la primera en mantener un romance con el actual monarca. El idilio fue breve, pero no fue obstáculo alguno para que comenzaran su noviazgo.

La madre de los príncipes Guillermo (42) y Harry (40) conoció a Carlos en noviembre de 1977, cuando era príncipe de Gales. Ella tenía 16 años y él, 29. Entonces, él tenía una relación con su hermana mayor, Lady Sarah, a la que había conocido en las carreras de Ascot.

Para Diana, aquel encuentro fue como quien tiene delante de sí fruta prohibida: se puede ver, pero no tocar. Le impactó estar cerca del Príncipe, pero ni en sueños hubiera osado a nada más. Él salía con su querida hermana, Lady Sarah, con la que compartía confidencias, intercambiaba ropa y era una de sus mejores amigas.

El idilio entre Carlos III y Sarah fue breve, pero duró el tiempo suficiente para que se les viera en varias ocasiones juntos en público. Ella lo acompañó en muchos partidos de polo y fueron a esquiar juntos. Ella fue vista con buenos ojos y hasta fue invitada a Balmoral, el refugio favorito de Isabel II en Escocia. A pesar de la cercanía con el núcleo más próximo a Carlos, Lady Sarah tuvo claro que no quería pasar el resto de sus días con él.

Diana de Gales y Carlos III, entonces príncipe de Gales, se besan tras un partido de polo, en 1987.

Diana de Gales y Carlos III, entonces príncipe de Gales, se besan tras un partido de polo, en 1987. GTRES

"No estoy enamorada de él y si nos hubiésemos querido comprometer ya lo hubiésemos hecho", deslizaría a The Sunday People, en 1978. Según ha revelado la biógrafa Sarah Bradford, los dos tenían un sentido del humor parecido. La propia Sarah revelaría a Time que él la hacía reír y que "disfrutaba estar con él", pero jamás pensó en boda.

Cuando rompieron, Diana tuvo vía libre para acceder a Carlos. No fue hasta el verano de 1980 cuando coincidieron en un partido de polo durante un fin de semana campestre. Allí se sintieron atraídos el uno por el otro. El actual soberano decidió tras la bucólica escapada cortejar a la hermana de su ex y la invitó a pasar un fin de semana en el yate real Britannia para navegar rumbo a Cowes. Bien sabía Carlos que nada como surcar los mares en pareja para avivar la llama.

Después de aquella incursión marítima, el resto fue coser y cantar. Diana fue presentada a la reina Isabel II, la reina madre y el duque de Edimburgo en Balmoral. En esta ocasión, y a diferencia de su hermana, ella sí soñaba con un futuro junto a Carlos. Finalmente, el 6 de febrero de 1981, el príncipe Carlos propuso matrimonio a Lady Diana en el castillo de Windsor.

Sarah McCorquodale, en la foto de familia tomada tras el bautizo de Archie, hijo del príncipe Harry y Meghan Markle, en 2019.

Sarah McCorquodale, en la foto de familia tomada tras el bautizo de Archie, hijo del príncipe Harry y Meghan Markle, en 2019. GTRES

Fue así como ambas hermanas tomaron rumbos completamente diferentes. Lady Sarah, que el pasado 19 de marzo cumplió 70 años, contrajo matrimonio en 1980 con un granjero acomodado de Lincolnshire llamado Neil McCorquodale. Llevan 45 años casados. Y tienen tres hijos en común: Emily, George y Celia.

Con su marido encontró la estabilidad que le faltó en sus años de juventud. De carácter menos dócil que Diana, tuvo una época revuelta, en la que fue expulsada del colegio, probó el alcohol antes de los 18 años e incluso padeció anorexia, una enfermedad que le diagnosticaron cuando tenía 20 años. Da la casualidad de que Diana padecía otro trastorno de alimentación: la bulimia.

En la actualidad viven en Grantham, una ciudad de 35.000 habitantes en East Midlands, a unos 200 kilómetros de Londres. La pareja lleva una vida tranquila y apartada del foco mediático en una casa que compraron en 2009. Salvo en muy contadas ocasiones, Lady Sarah no se deja ver en público. Entre sus apariciones más recientes y notorias tuvo lugar en julio de 2021, cuando asistió a la inauguración de la estatua en honor a la Princesa de Gales en Kensington Palace. Una aparición tan discreta como su propia vida. Llegó, arropó a sus sobrinos, y se marchó.