Pablo Urdangarin habla como nunca de la relación con su padre: "Me ayuda más en temas mentales que de balonmano"

Aunque se dedica profesionalmente al balonmano, siguiendo los pasos de su padre, Pablo Urdangarin (24 años) no deja de ser el nieto de los Reyes eméritos. Por ello suele estar en el foco de la crónica social. El deportista, además, se ha convertido en el hijo más mediático de la infanta Cristina (59).

Este fin de semana ha concedido una breve entrevista a TVE con motivo de su carrera deportiva. No obstante, también ha sido preguntado por el peso de su apellido y la presión mediática. Dos temas a los que ha respondido con total sinceridad.

Pablo Urdangarin, quien desde hace dos años juega con el Fraikin BM Granollers, se ha mostrado orgulloso de seguir los pasos de su progenitor, Iñaki Urdangarin (57). El deportista, que lleva el número 77 en su camiseta, ha confesado: "Es como el segundo siete. A mí siempre me ha gustado el siete por mi padre".

Iñaki Urdangarin apoya a su hijo Pablo en su último partido en compañía de un amigo íntimo de la infanta Cristina

Pablo Urdangarin fundiéndose en un caluroso abrazo con su padre tras un partido. Gtres

Tras hacer un balance sobre su carrera y la posición en la que juega en el Fraikin BM Granollers, Pablo Urdangarin ha hablado con emoción sobre el legado de su progenitor. "Que me comparen con mi padre significa que algo estoy haciendo bien", ha asegurado. "Creo que soy la versión mini, la versión un poco más ágil", ha relatado.

Aunque Iñaki Urdangarin no deja de ser un referente deportivo para su hijo, lo cierto es que para Pablo es más un respaldo en lo personal que en lo profesional. "Mi padre me ayuda mucho en temas mentales, mucho más que en temas de balonmano. Siempre le llamo antes de los partidos", ha confesado el hijo de la infanta Cristina ante las cámaras.

Iñaki Urdangarin y Pablo tras un juego celebrado en 2023. Gtres

Hace apenas unos días, precisamente, Iñaki Urdangarin fue visto en un partido de su hijo. Como un aficionado más, animó a Pablo desde las gradas. El exduque de Palma no acudió solo. Estuvo acompañado de una pareja de amigos con los que tiene muy buena relación desde hace años. Se trata del exregatista Roberto Molina (64) y su mujer, Cristina Fernández, quienes también han seguido de cerca la carrera del nieto de los Eméritos.

Tras el pitido final de aquel encuentro, Iñaki Urdangarin fue uno de los primeros en abrazar a Pablo. Padre e hijo se fundieron en un cálido abrazo y, como es habitual en ellos, comentaron algunos momentos del juego antes de que el joven se dirigiese al vestuario con sus compañeros.

A Pablo Urdangarin le pesa el apellido y ser sobrino del Rey de España. Sin embargo, el joven, en su equipo de balonmano, es uno más. "He tenido presión mediática. Si quiero quedar con amigos y está la prensa, pues lo bloqueo, me olvido de ello y ya está", ha asegurado en su conversación con TVE.

"En el vestuario me tratan como uno más. Soy un tío normal que caigo bien, que pueden decirme cualquier cosa", ha asegurado Pablo Urdangarin al final de la entrevista, poniendo el foco en la relación con sus compañeros de equipo.