El 6 de mayo de 2023, Carlos III (75 años) y Camila (76) fueron coronados como soberanos del Reino Unido. El monarca, oficialmente, fue proclamado Rey en septiembre de 2022 tras la muerte de su madre. Pero no fue hasta ocho meses después cuando tuvo lugar la ceremonia de coronación en la Abadía de Westminster. 

Aquella fue una jornada inolvidable. Para los Windsor, para los británicos y para el mundo entero. Hasta Londres se desplazaron diferentes mandatarios y miembros de casas reales, como Felipe VI (56) y Letizia (51), para ser testigos de una fecha histórica.

Carlos desempeñó el rol de heredero durante siete décadas, siendo el monarca con más años de preparación. El 6 de mayo de 2023, con ocho meses de experiencia a la cabeza de la Corona, llegaba por fin su gran día.

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Carlos III tras ser coronado. Gtres

Exultante, el monarca y Camila se convertían en los protagonistas de un día glorioso que nada tiene que ver con el de este lunes, 6 de mayo de 2024, 366 días después. La situación que vive el Rey, de hecho, es antagónica. 

Un año después de la ceremonia de su coronación, el escenario es completamente distinto. Carlos y Camila enfrentan un duro panorama, marcado por las desgracias. Aunque en mayo de 2023 ya había cierta tensión por la presencia del príncipe Harry (39 años) en la Abadía de Westminster, relegado a tercera fila y sin ningún papel relevante, las circunstancias de ahora son álgidas y preocupantes. 

2024 está siendo un año negro para la Corona y las polémicas del duque de Sussex es ahora lo menos alarmante. Carlos III no ha podido cumplir con su agenda institucional con regularidad. El 5 de febrero Buckingham anunció a través de un comunicado que el Rey padece cáncer. Un duro mazazo para la Casa Real británica que llegó tras su operación de próstata.

En todo este tiempo no se han dado mayores detalles de la enfermedad que padece el soberano, más que aclarar que no es de próstata. Sí se conoce que el Rey se ha sometido a un tratamiento médico.

Carlos III junto a su hijo Guillermo el día su coronación. Gtres

Aunque hace una semana se presumía lo peor, pues medios internacionales como Page Six o New York Post revelaban que Carlos III se estaría "deteriorando progresivamente", lo cierto es que este pasado martes, 30 de abril, volvió a la vida pública. Sin embargo, su situación de salud no es clara. La Corona anunció el regreso del Rey a la agenda, pero evitó hacer declaraciones sobre cómo se encuentra tras su diagnóstico o dar más detalles de su estado.

En estos meses tan convulsos, ha sido Camila quien ha tenido un rol más importante, convirtiéndose en la cabeza de la Corona y sustituyendo a su marido en algunos compromisos. La Reina ha recibido el apoyo, sobre todo, de la princesa Ana (73) y el príncipe Eduardo (60), hermanos de Carlos III. No así del príncipe Guillermo (41), que de existir una situación normal, en su condición de heredero habría asumido gran parte de las labores de su progenitor. 

El rey Carlos III el pasado martes, 30 de abril, cuando retomó su agenda. Gtres

Aunque ya ha retomado su agenda, el futuro Rey también se ausentó un tiempo de sus compromisos institucionales para estar cerca de su mujer y sus hijos. Kate Middleton (42) también tiene cáncer y en lo que va de año no ha podido protagonizar ningún acto institucional. Antes de conocerse su enfermedad, la Princesa de Gales había estado de baja por una cirugía abdominal a la que se sometió el pasado enero, coincidiendo con la intervención de próstata que tuvo su suegro. 

Hace un año, cuando se mostraba plena y feliz en la ceremonia de coronación de Carlos III y Camila, ni Kate Middleton ni su marido habrían imaginado el complicado y angustiante panorama al que se enfrentan. Mucho menos el soberano, quien ejerció de heredero durante 70 años. La imagen de poder, opulencia y alegría que profesaba aquel 6 de mayo de 2023, se ha visto empañada por las desgracias. Aunque parecen intentar cobrar la normalidad y en sus últimos actos Carlos III se ha mostrado visiblemente contento, Buckingham vive una situación de caos.