Sabemos que la Reina es de ideas fijas. Cuando algo le gusta lo repite una y otra vez y si además, todo el mundo le dice que es feo o que le queda mal, ella se lo pone para llevar un poquito la contraria.

Letizia (47 años) tiene cientos de vestidos que solo se ha puesto una vez y que nos encantaría volver a ver, y tiene otros, feos feos, que nos hubiera bastado verlos una sola vez y se los pone hasta la saciedad. Y eso es lo que pasa con el diseño que ha lucido este lunes por la mañana en Madrid.

Los Reyes han podido entrar en el laboratorio, la zona más restringida del museo.

Los Reyes han visitado el Museo Nacional de Ciencias Naturales de la capital española. La Reina y su marido, Felipe VI (52), han visitado las piezas del museo y además, han podido entrar en la zona de los laboratorios donde se realizan varias investigaciones y que muy pocas personas conocen de su existencia.

Para la cita, Letizia ha elegido uno de esos vestidos a los que le tenemos especial manía, se trata de un diseño de la firma francesa Sandro con un estampado floral en tono azules, naranjas y grises. Un vestido de manga larga, escote cerrado en fruncido de corte midi y que en esta jornada se ha puesto con un cinturón en tono nude. Eso es lo único que cambia, el cinturón, para ver si la cosa mejora, pero sigue siendo igual de feo.

Letizia ha optado por el vestido de Sandro, que no convence a ningún experto.

Este vestido, que lo tiene igual la princesa Victoria de Suecia (42) y que nunca ha convencido a nadie, lo estrenó la Reina en mayo del año pasado y se lo ha puesto en cuatro ocasiones más, demostrando que poco le importa lo que digan los demás.

La Reina ha lucido unos salones a juego con el cinturón. Un calzado de la firma española Magrit que llevan en su armario desde hace bastantes temporadas. Por su parte, como bolso, Letizia ha escogido un clutch rectangular en tono oscuro que ha dejado a un lado nada más pisar el museo.

Los Reyes, a su llegada al museo. Letizia sostiene en sus manos su bolso tipo clutch.

Y parece que se ha convertido en habitual no cambiarse de pendientes, ya que vuelve a llevar los mismos botones de diamantes de las dos últimas semanas. El que se ha quedado en Zarzuela ha sido el anillo de Karem Hallam que este lunes ha vuelto a no lucirlo.

Vamos recuperando poco a poco la normalidad y la agenda de los Reyes empieza a llevar el ritmo al que nos tenían acostumbrados antes de la crisis por el Covid-19.

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