Juan Carlos durante su visita a Sanxenxo este fin de semana.

Juan Carlos durante su visita a Sanxenxo este fin de semana. Gtres

Casas Reales GRAN AFICIONADO

Juan Carlos vuelve a las regatas de Sanxenxo junto a Elena y con la brecha menos inflamada

Con su habitual sentido del humor, apoyado en su bastón y recuperándose de su accidente con una rama, el emérito ha animado a la infanta en su competición. 

17 noviembre, 2019 11:45

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A Juan Carlos (81 años) no lo para nada ni nadie, ni siquiera el accidente doméstico que sufrió hace unos días cuando se chocó contra una rama, como pudo conocer JALEOS. Como consecuencia de ese percance físico, este pasado lunes el emérito lucía una gran brecha en su frente durante el partido de Rafa Nadal (33) en Londres. Él, como gran aficionado, no podía perderse, pese a todo, ese gran momento para su amigo Rafa. Días más tarde, este domingo, el monarca retirado ha continuado con su agenda social. 

En concreto, su próxima parada ha sido en las regatas de Sanxenxo. Otra gran afición, desde hace tantos años. De hecho, y como prueba, fue allí, en Pontevedra, donde reapareció el pasado mes de agosto tras someterse a aquella operación de corazón tan delicada. Ahora ha regresado acompañado de su hija, la infanta Elena (55), quien participa en la regata 6mR. En esta ocasión, su padre ha preferido no embarcarse en el Bribón y tan solo animar a su hija, y a su tripulación, desde la barrera. El hueco que habría ocupado Juan Carlos ha sido presidido por la secretaria de Estado de Deporte, María José Rienda (44). 

Juan Carlos posando junto al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Juan Carlos posando junto al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Gtres

No todo han sido regatas para Juan Carlos y Elena. Después de la competición, padre e hija asistían en la noche del sábado a una cena privada en la localidad pontevedresa, donde el emérito ha saludado, con su campechanía, a algunas autoridades allí presentes, como el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo (58).

En este punto, cabe apreciar que el monarca ha lucido un look desenfadado -del que desde que dejó la agenda institucional hace gala- y la mencionada brecha, más curada y menos inflamada casi una semana después. En lo que respecta a su hija, hay que puntualizar que se ha mantenido en todo momento en un discreto segundo plano con un outfit oscuro, tan solo roto por unos lustrosos pendientes rojos. 

La brecha que lucía el pasado lunes

La brecha de Juan Carlos en Londres.

La brecha de Juan Carlos en Londres. Gtres

En las imágenes que trascendieron de la competición de Nadal se podía ver al monarca con un gran corte en la cabeza de varios centímetros que se había hecho tras darse con la rama de un árbol durante un paseo, según pudo saber este periódico. Se trataba de un corte que le curaron con varios puntos y con lo que parecía ser betadine, a juzgar por la mancha anaranjada que rodeaba la herida; entonces no terminaba de cicatrizar y aparecía ligeramente inflamada.

Este periódico pudo saber que no revestía gravedad y que se la hizo hace mucho tiempo. Además, el monarca aparecía visiblemente más delgado. Su gran pérdida de peso se apreciaba a través de las varias capas de ropa que lucía para protegerse de las bajas temperaturas que asolan la capital de Reino Unido (una camisa clara, un jerséy de color burdeos y una americana gris). 

Sus otros percances

Juan Carlos durante su visita a la presentación de los carteles de San Isidro 2019.

Juan Carlos durante su visita a la presentación de los carteles de San Isidro 2019. Gtres

No es la primera vez que el monarca acude a un evento con un moratón, con una herida o protagoniza un tropiezo. En 2010, durante su visita a Málaga a principios de año, Juan Carlos sufrió un tropiezo al que padeció dos años atrás en Barcelona, cuando bajaba las escaleras del escenario donde presidía la cena del 50 aniversario del Círculo de Economía.

Un año después, el rey emérito también apareció con un moratón en el ojo para recibir las cartas credenciales de cinco nuevos embajadores. En ese momento, fuentes de Casa Real informaron que se debía a un golpe accidental con una puerta que le abrió un ayudante. Hace solo unos meses, además, durante la presentación de los carteles de San Isidro 2019 el monarca acudió a Las Ventas con una considerable contusión en el ojo izquierdo y en el lateral del mismo se podía ver una pequeña tirita. Ante el revuelo causado por este hematoma, el propio Juan Carlos aseguró que se había tenido que someter "a una pequeña operación". Una intervención en la que le quemaron una pequeña mancha en la piel y que no le ha impedido, por otra parte, llevar una vida normal y asistir así a este evento taurino.

[Más información: El rey Juan Carlos se abre la frente al chocar con una rama: el último percance físico del emérito]