Hay quien dice que son los Oscar del vino, y no es para menos. Los International Wine Challenge Industry Awards reconocen las mejores acciones que han contribuido a acercar el mundo del vino al consumidor final. Celebrados desde 1991 en el Reino Unido, estos premios llegaron a España en 2016 y cada año obtienen más repercusión. Una de las categorías que más expectación genera edición tras edición es la de Mejor Hotel Enoturístico, un premio que pone en valor la singularidad de alojamientos cuyo leitmotiv es el vino.

En esta edición, celebrada el pasado lunes 6 de noviembre en Madrid, el agraciado ha sido, como no podía ser de otra manera, el vanagloriado Hotel Bodega Tío Pepe. La singularidad de este pequeño Sherry Hotel, integrado en el conjunto monumental de Bodegas Tío Pepe y en pleno casco histórico de Jerez de la Frontera, ha impresionado al jurado de estos premios en su octava edición en España. Y los que hemos tenido la suerte de alojarnos en alguna de sus 27 deliciosas habitaciones, sabemos la razón.

Catedral de Jerez desde la piscina del Hotel Bodega Tío Pepe

Las calles emparradas y los patios andaluces que se sucenden junto al Alcázar y la Catedral de Jerez, en el paseo que nos lleva desde el corazón de la parte vieja de la ciudad hasta este carismático hotel boutique, hacen de su ubicación un enclave mágico, memoria arquitectónica que recoge el valor y la trascendencia de los vinos de Jerez. Se trata de un alojamiento donde la historia, la cultura y el vino están presentes en todas y cada una de sus estancias.

Los espacios íntimos, tranquilos y confortables se alternan en este hotel situado en pleno casco histórico de Jerez, integrado, literalmente, en el conjunto monumental del siglo XIX que conforman las bodegas de González Byass. Un edifico recuperado, formado por cuatro casas que hace 150 años sirvieron de hogar a los trabajadores de Tío Pepe. Ahora, visitantes de todo el mundo se alojan en este hotel bodega con el fin de disfrutar de una experiencia inolvidable que supone una inmersión total y absoluta en el universo de los vinos de Jerez. Una experiencia que acerca al visitante a la historia y la cultura milenaria de estos vinos únicos en el mundo, a través de recorridos personalizados por la bodega, catas singulares, paseos por el viñedo, visitas al Archivo Histórico y al antiguo botellero y que se completa con la propuesta gastronómica del recién inaugurado Restaurante Pedro Nolasco.

Una de las habitaciones del Hotel Bodega Tío Pepe

“Queremos que este sea un espacio de calma en el que la gente se sienta en casa”, dicen desde la dirección del hotel. Desde el desayuno al aire libre, en un patio a los pies de la calle Ciegos, la más bonita de Jerez, hasta una copa de vino al final de la tarde en la intimidad del salón comedor, el Hotel Bodega Tío Pepe es un nido de calma y desconexión, el refugio perfecto tras una jornada de enoturismo por el Marco de Jerez, donde también se puede cultivar el cuerpo, ya que cuenta con zona fitness, gimnasio, servicio masajes y vinoterapia. Una suerte de oasis urbano, cuya coqueta piscina, situada en la azotea del edificio, junto al viejo torreón, ofrece una vista única de la catedral, desconocida incluso para los jerezanos. Desde el agua, el imponente edifico parece poder alcanzarse con la mano.

Viaje al corazón del jerez

Alojarse en el Mejor Hotel Enoturístico de 2023 es la antesala de un emocionante viaje hacia el corazón de los vinos y brandis de Jerez, a partir de propuestas enoturísticas diseñadas para crear recuerdos imborrables. En verano, el Hotel Bodega Tío Pepe pone en marcha la iniciativa ‘Veranea en la bodega’, un planazo estival que aúna música, flamenco, humor y gastronomía. Y en invierno, se prepara para dar la bienvenida al ciclo ‘De la Bodega a Belén', pensado para vivir la Navidad en Jerez. Una excusa perfecta para disfrutar de la tradicional zambomba jerezana y acabar el año como se merece.