Os vamos a enseñar a hacer un plato francamente bueno, completo pero sobre todo fácil. No exagero si digo que esta es una de las 10 recetas más fáciles que os hemos mostrado jamás. Por el nombre puede parecer que no, pero os vais a quedar sorprendidos de lo sencillo que es y de la poca interacción que vais a tener con los ingredientes a lo largo de la receta.

Os va a encantar este solomillo de cerdo al Oporto, y además es al horno, por lo que será bastante saludable. Este plato se lo tengo que agradecer a mi amigo Antonio, todo un amante de la cocina que me la contó la semana pasada.

Preparación de Solomillo de cerdo al Oporto

Las instrucciones de hoy para este solomillo de cerdo del Oporto van a ser muy cortitas, os lo aviso. Precalentamos el horno a 180º. Cortamos lo más finamente posible las cebollas (si tenéis una cuchilla para cortar patatas o algo similar es el momento ideal de usarlo), en secciones circulares, pero repito, lo más fino posible.

Cogemos una bandeja para horno y vertemos un poco de aceite de oliva, extendiéndolo bien, ponemos la cebolla ya cortada sobre el aceite, después ponemos el solomillo entero, la pieza entera, vertemos sobre este un vaso y medio de vino de Oporto (reservamos lo que nos queda), sazonamos ligeramente y lo metemos al horno.

Ahora toca decidir, ¿lo queréis poco hecho o muy hecho por dentro? Cuanto más hecho lo queráis más tiempo tendrá que estar y a menos temperatura, para que quede homogéneo, como en nuestro caso, es decir tan hecho por fuera como por dentro, tendrá que estar a 180º más o menos una hora (unos minutos más, de hecho) y si lo queremos menos hecho por dentro (como yo hubiera querido pero que en casa no todos son partidarios), pues unos 40 minutos a 290º. En vuestras manos queda la decisión, porque por lo demás, podéis ir a hacer lo que queráis, ver una serie, ir a dar un paseo, no tendréis nada más que hacer hasta el final (eso sí, recomiendo echarle un ojo pasada la media hora a ver cómo va) .

Una vez ya esté hecho sacamos del horno, quitamos la mitad de la cebolla que está haciendo de cama del solomillo y lo metemos en el vaso de la  batidora junto con el jugo y el vino, dejando un poco de líquido en la bandeja, pero que el 80% vaya al vaso. Volvemos a meter la bandeja en el horno, aunque sea sólo para que conserve el calor. Majamos dos dientes de ajo, los añadimos al vaso y a batir. Así tendremos la salsa de cebolla y oporto perfecta para este solomillo.

Ya sólo queda cortar y servir, acompañando la ración con un poco de salsa. Y ya está, listo para comer. Que aproveche.

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