Hace tiempo que voy buscando la receta “perfecta” del pollo con almendras. Sí, esa receta que muchos hemos comido en los restaurantes chinos con ese sabor tan especial y enigmático que chifla a grandes y a pequeños. Desde luego y aunque la comida de la mayoría de restaurantes chinos en nuestro país resta mucho que desear por diversos motivos, me parece una idea muy acertada que podamos reproducir los platos que más nos gustan en casa. De ese modo controlamos la calidad del producto, su conservación, etc. Por ello la receta que os presento hoy, la hago cada vez que en casa tenemos antojo de comida china.

Ingredientes para elaborar el pollo con almendras

  • Muslo de pollo deshuesado y sin piel, 800 g
  • Almendra pelada cruda, 100 g
  • Zanahorias medianas, 2 ud
  • Calabacín, ½ ud
  • Cebolla grande, 1 ud
  • Caldo de ave, 300 ml
  • Salsa de soja baja en sal, 110 ml
  • Azúcar moreno, 1 cucharada
  • Jengibre en polvo, ½ cucharadita (*)
  • Lemon Grass en polvo, ½ cucharadita (*)
  • Salsa de ostras (opcional), 3 cucharadas (*)
  • Fécula de maíz, 1 cucharada
  • Aceite de girasol
  • Sal

(*) Se encuentran con facilidad en la sección de productos internacionales de cualquier supermercado, en restaurantes de productos asiáticos y durante las jornadas de comida asiática de Lidl.

Elaboración del pollo con almendras

01: Macerar la carne y dorar las almendras

Empezaremos cortando a tiras finas o pedazos pequeños el muslo que tenemos ya deshuesado y limpio. En un bol añadimos la soja, el azúcar moreno y las especias. Removemos bien y agregamos el pollo. Removemos de nuevo hasta que quede bien impregnado de todos los ingredientes. Cubrimos y dejamos en el frigorífico unos 40 minutos reposando. Mientras ponemos 3 cucharadas de aceite de girasol en la sartén o Wok junto con las almendras y las tostamos ligeramente con cuidado de que no se quemen. Retiramos las almendras y reservamos.

02: Preparar los vegetales

En este caso no es necesario ser muy meticulosos con el corte de los vegetales. Es decir, de hecho, interesa cortarlas grandecitas para que se noten en el plato. Cortamos por tanto la cebolla en trozos grandes, la zanahoria y el calabacín. Reservamos éste último.

03: Rehogar las verduras

Con el wok bien caliente y con el mismo aceite resultante de tostar las almendras, ponemos la zanahoria y la cebolla a rehogar unos 5 minutos aproximadamente. A continuación, agregamos el calabacín y rehogamos otros 5 o 7 minutos más con cuidado de que no se quemen ni se doren en exceso.

04: Rehogar la carne e incorporar las verduras

Retiramos los vegetales y en el mismo wok rehogamos a fuego fuerte el pollo que teníamos macerando junto con todos los jugos de la maceración. Marcamos ligeramente sin que llegue a hacerse por completo y añadimos los vegetales de nuevo y las almendras. Rehogamos bien durante 2 minutos e incorporamos el caldo de ave y la salsa de ostras. A continuación, agregamos la fécula de maíz disuelta en un poco de agua fría sin grumos. Esto ultimo hará que la salsa espese mejor y nos quede con más cuerpo.  Dejamos cocer unos 10 minutos. Prueba si es necesario rectificar de sal antes de retirar del fuego. Si ves que queda algo espesa la salsa puedes aligerarla con un poco de agua.

05: Servir

Pues nada más retirar el pollo con almendras del wok lo emplatamos sin mayores preámbulos. Si te gusta la salsita que para mi gusto está espectacular, ten a mano un buen trozo de pan chino o de pan tradicional porque lo vas a necesitar. La salsa está para no parar de comer y para qué hablar del pollo, queda jugosito, sabroso y con un toque oriental gracias a la soja y la salsa de ostras.

Resultado

Como resultado obtenemos un plato delicioso, sencillo de hacer y que nos recordará mucho al famoso pollo con almendras del restaurante chino de la esquina.

Sí, es más fácil coger el teléfono y que te la sirvan en un rato en casa, lo sé, pero no os imagináis lo bueno que queda este pollo con almendras casero y lo parecidísimo que es al de los famosos restaurantes de comida china. En ocasiones es cierto que me gusta acudir a un restaurante de comida china para que nos vamos a engañar, pero no hay nada mejor que elaborarlo y comerlo en casa. Además, si os da pereza hacerlo una buena opción es hacer de más y congelarlo. De hecho, la última vez hice para un regimiento porque me encanta. Por ello lo congelé en fiambreras y el día que me apetece, lo saco a descongelar, calentar y listo. Con una ensalada va genial. Además, no es demasiado calórico, al menos el que hacemos en casa.

Notas importantes

Eso sí para las personas con problemas de hipertensión, tened en cuenta que tanto la salsa de soja como la salsa de ostras tienen bastante cantidad de sodio, aunque también encontraréis en el mercado salsa de soja baja en sodio.  De hecho, la salsa de soja suele contener trigo y azúcar por lo que tampoco es apta para celíacos ni recomendable para diabéticos, pero puede sustituirse por una salsa parecida denominada tamari y que no es difícil de encontrar en herbolarios. Incluso para alérgicos a la soja, existen sustitutos que dan buen resultado a la hora de dar ese inconfundible toque asiático a nuestros platos.

Precisamente, el contenido en sodio de la salsa de soja es la razón por la que no debemos añadir sal a la receta ni al principio ni durante el cocinado, solo al final si fuese necesario rectificar el punto de sazón.

Si no tienes o no te gusta el muslo de pollo puedes hacerlo con pechuga aunque para mi gusto queda algo más seco que con el muslo que es mucho más jugoso.

Por lo de la salsa de ostras no os preocupéis si no la conseguís ya que aún no es un producto demasiado habitual en nuestros supermercados de barrio. No obstante, en los comercios de alimentación oriental os será fácil de encontrar. Además, sólo le da un pequeño toque de sabor pero no es un ingrediente principal y, en este caso con la salsa de soja o un sustituto de esta sería suficiente. Así que os animo a hacer el pollo con almendras porque sencillamente, está espectacular.

Si os están viniendo las mismas ganas de comeros un plato de pollo con almendras que a mí, no lo dudéis y anotad esta receta en vuestra libreta de recetas pendientes.¿Os animáis a comerlo con palillos chinos? Yo lo intento, pero reconozco que al final acabo usando el tenedor, pero ¡os animo a que os lo comáis con palillos! o como queráis, el caso es que disfrutéis tanto como yo de un plato muy sabroso.