Aunque el verano ha sido largo y nos ha permitido disfrutar de una fantástica temporada de barbacoas, ahora llega el invierno y todos esos planes al aire libre se cambian por otros de mantita y chimenea, bien guarecidos de las inclemencias del clima invernal. Con la llegada del frío, la temporada de barbacoas podría parecer que ha llegado a su fin, pero, de hecho, esta época del año puede ser un momento ideal para disfrutar también de las deliciosas recetas de temporada a la brasa.

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Sin embargo, para asegurarnos de que nuestra barbacoa está lista para usarla durante los meses más fríos cuidándola para que no sufra daños, es fundamental prestar atención a su cuidado y mantenimiento. Para ello, Weber, una de las marcas líderes en barbacoas, comparte algunos consejos esenciales para garantizar que nuestra barbacoa nos acompañe durante muchos años en óptimas condiciones.

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Limpiar después de usar

Tanto en invierno como en verano, la limpieza después de usar la barbacoa es una práctica esencial para mantenerla en perfecto estado y asegurar su durabilidad. En el caso de las barbacoas de carbón, una vez se hayan enfriado, se deben retirar inmediatamente los restos de cenizas, ya que la ceniza húmeda puede causar daños en su estructura con el tiempo.

Además, como parte de una rutina de limpieza eficaz, también se puede realizar una limpieza más exhaustiva al día siguiente. Esto implica cepillar el interior de la cuba con agua y jabón para eliminar los residuos de grasa y alimentos carbonizados. Además, se puede enjuagar el exterior con una manguera de jardín para eliminar cualquier suciedad superficial.

Calor y un cepillo de acero para facilitar la limpieza

Empleando el método pirolítico, es decir, una vez finalizada la sesión de cocina, se cierra la tapa y se abren todos los orificios de ventilación para permitir que el interior alcance la máxima temperatura posible. Después de aproximadamente 5-10 minutos, cualquier residuo o restos de alimentos en las rejillas se habrán carbonizado, convirtiéndose en cenizas fáciles de eliminar. En este punto, se puede utilizar un cepillo con cerdas de acero para limpiar la parrilla, eliminando esos restos carbonizados y dejándola lista para futuros usos.

Bandejas de goteo y cesta para carbón

Utilizar bandejas de goteo y cestas para carbón al hacer barbacoas puede ser de gran ayuda para mantenerla en un buen estado. Si permitimos que las brasas se acumulen siempre en el mismo lugar sin utilizar una cesta, corremos el riesgo de dañar el esmalte de la barbacoa debido al exceso de calor concentrado.

Para evitar este problema, es recomendable utilizar cestas y alternar su posición en la parrilla cada vez que vayamos a cocinar. Esta práctica distribuye de manera uniforme el calor y el desgaste, lo que ayuda a mantener la barbacoa en condiciones óptimas y a prolongar su vida útil.

Resguarda tu barbacoa de las condiciones meteorológicas adversas

Lo ideal es guardar nuestra barbacoa en el interior durante el invierno. Poder guardarla dentro de casa, en el garaje o en el sótano es una excelente forma de mantenerla a salvo de las inclemencias del tiempo. Si debe permanecer en la terraza, debemos asegurarnos de que está en la zona más abrigada, utilizar una funda de protección y acordarnos de cerrar tanto los orificios de ventilación superiores como los inferiores para evitar la entrada de humedad y elementos no deseados.

Si está en la terraza, hay que estar algo más atentos y, en caso de tormenta, es aconsejable guardar la barbacoa en un lugar seguro para prevenir vuelcos que puedan dañarla. Si bien el revestimiento vitrificado de la barbacoa proporciona cierta protección contra el óxido, es importante recordar que, si la cuba se abolla debido a algún fuerte golpe, este tipo de daño puede ser irreparable.