Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.

Salud

El polémico plan de la OMS para integrar la medicina tradicional: "Son supercherías, hará crecer la anticiencia"

La institución llama a las naciones y la academia a ampliar la evidencia científica sobre estas prácticas e incorporarlas a los sistemas sanitarios.

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Plantas medicinales, acupuntura, yoga… son elementos que están muy presentes en la realidad actual. La medicina tradicional gana terreno hasta el punto de ser avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Recientemente, la institución ha organizado la segunda cumbre mundial sobre el tema, que ha tenido lugar en India.

Su director general, Tedros Adhanom, ha aprovechado la ocasión para hacer un llamamiento a los países, la academia y la industria para aumentar la inversión en esta disciplina con el objetivo de ampliar la evidencia científica y conseguir que los sistemas sanitarios incorporen la medicina tradicional.

Sin embargo, no todos los sanitarios creen que sea una buena idea. Vicente Baos, médico de familia y portavoz de Círculo Escéptico (una asociación contra la pseudociencia), la califica como pseudociencia.

"Hoy en día, la medicina tradicional es nada, una serie de supercherías, mentiras y tradiciones que se mantienen como parte de un negocio", dice tajante. El sanitario cree que la postura de la OMS es un enorme error y que ese objetivo de integrarla en los sistemas sanitarios puede ser, incluso, peligroso.

En 2019, un estudio de la OMS informaba de que estas prácticas se empleaban en 170 países del mundo. Baos advierte de que avalar esta disciplina puede suponer riesgos para los ciudadanos. Para él, es exactamente lo mismo que la homeopatía, la única diferencia es que una se creó antes que otra.

En este sentido, el médico de familia cita principalmente a la ayurveda. Se trata de un sistema de medicina tradicional enfocada en la armonía de tres energías vitales mediante dieta, el uso de hierbas, el yoga, la meditación y las terapias de purificación.

Sin embargo, basarse en lo natural no es sinónimo de ser inocuo y esta práctica ha registrado "una gran cantidad fracasos hepáticos e intoxicaciones renales y hepáticas", lamenta el facultativo.

Asimismo, todo campo de la medicina tradicional que trabaje con hierbas o plantas conlleva también un riesgo directo para la salud, porque "las plantas llevan principios activos y estos actúan sobre el organismo", señala. Se refiere a que en concentraciones altas pueden tener efectos tóxicos para la persona que las consume.

Eso sí, Baos diferencia medicina tradicional y fitoterapia. La segunda es una rama de la farmacología basada en el uso de las plantas medicinales. En la Unión Europea, por ejemplo, cuenta con una regulación expresa. La primera usa la segunda, pero de forma no controlada en muchas ocasiones, agrega.

En la fitoterapia, el paso de la planta a la medicina ha conllevado un proceso de estudio, purificación y tratamiento que garantiza la seguridad del paciente, defiende.

Además de riesgos directos como estos, el médico de familia habla también de los indirectos. Entre ellos, que el paciente pueda perder una oportunidad de tratamiento si decide priorizar la medicina tradicional antes que la científica.

También hay una parte económica. Actualmente, este tipo de prácticas, que Baos califica como pseudocientíficas, se recomiendan mayormente como un añadido a las terapias recetadas por los médicos, por lo que suponen un gasto de dinero extra. En el mejor de los casos, la persona que las usa no verá afectada su salud, pero sí perderá dinero, sostiene.

Evidencia científica dudosa

Uno de los objetivos que trasladaba el director general de la OMS en su mensaje en X (antes Twitter) sobre la medicina tradicional era el de aumentar la evidencia científica que la respaldara. No obstante, Baos expone sus dudas sobre ello.

El portavoz de Círculo Escéptico lo ejemplifica con el caso de la acupuntura. Es una de las prácticas más estudiadas de la medicina tradicional. Casi todos se han realizado en China, su país de origen, y tienen "enormes errores metodológicos, sesgos y diseños tramposos", lo que deja a estos artículos en una posición bastante dudosa.

La medicina tradicional se basa en el efecto placebo, explica. "Lo usan para respaldar su beneficio". En los casos en los que funciona es porque se produce la combinación adecuada entre expectativas y contexto. El paciente está convencido de que dará resultado y la técnica se aplica de manera que parece que se está haciendo "algo científico", defiende.

Por otro lado, el facultativo teme que la postura de la OMS contribuya a normalizar la medicina tradicional como alternativa real a científica. "Va a hacer que la anticiencia crezca". Se refiere con ese contexto a movimientos como los antivacunas, cuyo peso está aumentando desde los últimos años.

A pesar del intento de la OMS, Baos no tiene claro que el objetivo pueda tener éxito en el mundo occidental. "En Europa no cala", ejemplifica. En el Viejo Continente, el país con más posibilidades es Suiza.

En este territorio, su población votó a favor de financiar la homeopatía con el dinero público. Si están a favor de una, no sería raro que aceptaran la otra, teoriza el sanitario.

Si tuviera que hacer apuestas, Baos no incluiría España en su lista, ya que cree que aquí este asunto está "fuera del debate" y que las administraciones no tienen interés en abordarlo. De hecho, muchas prácticas de la medicina tradicional están consideradas como pseudociencias por el Ministerio de Sanidad.