Javier Cortés, uno de los mayores expertos mundiales en cáncer de mama HER2+ metastásico. Cedida
Cortés, el 'sabio' tras los caballos de Troya contra el cáncer de mama: "Vamos a quitar la quimio de la primera línea"
"Ahora los tumores sufren más y los pacientes menos"/ "Casi todos los tumores se benefician de los fármacos inmunoconjugados"/ "Estas terapias van a revolucionar de una forma espectacular la oncología"/"En cuatro años la mayoría de pacientes no recibirá quimioterapia"
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La Ilíada cuenta cómo los aqueos luchan contra los troyanos durante años sin ser capaces de tomar su ciudad. Todo cambia cuando los primeros consiguen introducir en ella un caballo enorme de madera en forma de ofrenda. Lo que no sabían los segundos es que estaba repleto de soldados y que les llevaría a su destrucción.
De la misma forma, pero en la vida real, se está luchando contra el cáncer gracias a los fármacos inmunoconjugados (ADC, por sus siglas en inglés) desde hace diez años. Se les conoce comúnmente como caballos de Troya porque es lo que son: anticuerpos que introducen la quimioterapia directamente en las células tumorales.
"Es un engaño al cuerpo. Estos anticuerpos llevan pegada una mochila con moléculas de quimioterapia y las liberan cuando se adhieren a los receptores de estas células malignas", resume Javier Cortés, oncólogo y cofundador del IOB Institute of Oncology Madrid.
El especialista es uno de los mayores expertos del mundo en cáncer de mama HER2 + y ha liderado dos investigaciones publicadas recientemente que han evaluado la eficacia de una nueva generación de estos caballos de Troya contra este subtipo de tumor y contra el cáncer de mama triple negativo metastásico.
La primera evaluó el efecto de trastuzumab-deruxtecan, un fármaco inmunoconjugado, contra el cáncer de mama HER2+ metastásico. El 75,8 % de las pacientes seguía sin progresión del cáncer a los 12 meses frente al 34,1 % con la terapia estándar anterior.
También aumentó la supervivencia: el 67,6% de las mujeres seguía con vida a los 36 meses, en comparación con el 55,7 % del grupo control. Los resultados se han publicado en The New England Journal of Medicine y son una de las mejoras más importantes en supervivencia de cáncer de mama avanzado.
El otro estudio liderado por Cortés ha puesto a prueba el fármaco sacituzumab-govitecán en cáncer de mama triple negativo metastásico. Las pacientes experimentaron una supervivencia de diez meses antes de la reaparición de la enfermedad gracias a esta opción. En el caso de las que recibieron quimioterapia, ese tiempo fue de siete meses.
"Hemos conseguido dar una vuelta de tuerca. Es revolucionario ver como los caballos de Troya aumentan o mejoran el pronóstico del cáncer. Ahora los tumores sufren más y los pacientes sufren menos".
¿Estamos ante una nueva era en el tratamiento del cáncer de mama?
No solo del cáncer de mama. Cada cierto tiempo van apareciendo estrategias terapéuticas novedosas. Hace una década hablábamos de la inmunoterapia y ahora los mayores avances vienen de la mano de los fármacos inmunoconjugados.
No son tan nuevos, primero se indicaron únicamente para cáncer hematológico y hace unos 15 años para tumor de mama, pero en casos muy concretos y no había más opciones para los demás tumores sólidos. Ahora, esta tercera generación de los caballos de Troya va a revolucionar de una forma espectacular la oncología.
Dice que no solo en cáncer de mama. ¿Qué otros tumores sólidos se benefician de esta terapia?
Su eficacia ya es prácticamente universal. Casi todos los tumores, de una manera más o menos importante, se benefician de estos tratamientos. Estamos viendo resultados preliminares muy atractivos y ya están aprobados en algunos tipos de cáncer de pulmón y de estómago.
En cáncer de vejiga, los datos de la combinación de inmunoconjugados con inmunoterapia da resultados jamás vistos.
Antes era un tumor que llamamos frío o poco inmunogénico [con poca respuesta a la inmunoterapia]. Gracias a esta combinación es más susceptible a ser tratados con inmunoterapia. Estas combinaciones son superatractivas y es lo que ahora se está investigando.
Cada vez vamos a ir viendo más indicaciones y más pacientes tratados con esta estrategia terapéutica. Yo creo que en un futuro no demasiado lejano la grandísima mayoría de los tumores tendrá algún anticuerpo conjugado para ellos.
Usted ha liderado dos investigaciones recientes sobre la eficacia de los fármacos inmunoconjugados en los subtipos de cáncer de mama HER2+ y triple negativo metastásico. ¿Qué supone para las pacientes la llegada de esta terapia?
Ambos son los tumores con la biología más agresiva y con pronóstico, a priori, peor. La evolución gracias a los caballos de Troya ha sido espectacular y no solo en fases avanzadas.
La investigación para ver su eficacia con HER2+ ha sido con pacientes con el tumor temprano o localizado y esto significa, con total seguridad, mayores posibilidades de curación.
Estas terapias han llegado para darle más tiempo a las pacientes, que ahora viven más y mejor. Hemos pasado de un pronóstico de seis meses hace 15 años a 3 años y medio en la actualidad. Es más, ya hay un 30% que no mueren de un cáncer de mama metastásico HER2+.
Investigaciones como estas van a cambiar el estándar de tratamiento. De hecho, en muchos países ya se está hablando de que usar los ADC como tratamiento de primera línea cuando aparezca la metástasis. Antes de la quimioterapia convencional iremos a los caballos de Troya.
¿Y en España?
Aquí están disponibles de manera general, tanto en la sanidad pública como en la privada, pero solo para casos que muestran resistencia a la quimioterapia.
Es difícil saber cuándo se aprobarán como terapia de primera línea, pero creo que va a tardar por lo menos entre 1 año y medio y 2 años. Hay que conseguir un precio razonable para nuestro país y esas negociaciones entre autoridades sanitarias e industrias farmacéuticas son complicadas.
El último congreso de la Sociedad Europea de Oncología ha estado repleto de presentaciones de estudios con esta terapia ¿Cree que hará que en un futuro nos olvidemos de la quimioterapia tradicional, al menos como tratamiento único contra el cáncer?
En tumores localizados estoy convencido de que vamos a poder desescalar su uso y emplear solo los caballos de Troya. En cáncer de mama, dentro de entre dos y cuatro años seguro que la mayoría de pacientes no recibirán quimioterapia de entrada, sino inmunoconjugados.
En metástasis no lo creo. Ahí seguirá haciendo falta una combinación entre ADC, inmunoterapia y quimioterapia para los pacientes más complicados. Lo que sí que veo claro es que se aparte esta última de la primera línea de tratamiento.
Más allá de los datos de eficacia, ¿cómo evalúa el impacto sobre la calidad de vida de las pacientes?
Cuando hablamos de calidad de vida, hablamos de muchos parámetros y en general la mayoría de los parámetros se ven beneficiados con los inmunoconjugados frente a la quimioterapia tradicional.
No dejan de ser quimioterapia, aunque suponen una forma elegante de liberarla, y siguen teniendo efectos secundarios. Lo que ocurre es que al ser más selectivos, más dirigidos, en líneas generales, son fármacos mejor tolerados y deja a los pacientes menos mermados.
Es muy optimista con esta nueva era
Es nuestra vida, nosotros nos dedicamos a intentar ayudar. Esto es otra vuelta de tuerca en la investigación, que aporta un poquito más al cáncer. Tengo esperanza, pero es realista. Vamos teniendo resultados y nos faltan otros muchos, pero vamos a seguir trabajando en ello.