Varios comprimidos de omeprazol.
Del daño renal a la demencia: los médicos alertan sobre el omeprazol, el fármaco que se 'devora' en España
Una nueva revisión de los mal llamados 'protectores del estómago' revela los riesgos vinculados a tomarlos a largo plazo.
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Los inhibidores de la bomba de protones (IBP), conocidos popularmente como 'protectores del estómago' y del que forman parte medicamentos como el omeprazol, son fármacos ampliamente recetados para trastornos relacionados con la acidez, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y las úlceras pépticas. Tanto es así que en nuestro país se consumen 50 millones de cajas de omeprazol al año, solo superadas por las del paracetamol.
No obstante, su consumo a largo plazo se ha asociado con efectos adversos significativos cuando se usan a largo plazo, en una nueva revisión exhaustiva de la literatura publicada hasta ahora. El trabajo, realizado por investigadores de India y Emiratos Árabes Unidos y publicado en la revista LabMed Discovery, destaca múltiples riesgos relacionados con infecciones, afectación en los huesos, los riñones o efectos metabólicos e incluso efectos neurológicos.
Además, factores geográficos y genéticos (como el metabolismo del CYP2C19) influyen aún más en la variabilidad del riesgo, recoge Europa Press. Así, el estudio encontró mayor susceptibilidad a las infecciones por la bacteria Clostridium difficile y neumonía debido a la alteración del microbioma intestinal y la reducción de la función de la barrera ácida gástrica.
En cuanto a la afectación de los riñones, la revisión asocia el abuso de estos fármacos con nefritis intersticial aguda, enfermedad renal crónica (ERC) y calcificaciones vasculares exacerbadas por hipomagnesemia. También produce un riesgo elevado de diabetes tipo 2 (DM2) y síndrome metabólico, posiblemente debido a la alteración de la homeostasis del magnesio y a la interferencia en la vía del óxido nítrico.
Igualmente, se halló un posible vínculo con la demencia a través de una depuración deficiente de beta amiloide, deficiencia de vitamina B12 y una síntesis reducida de acetilcolina. Y también un mayor riesgo de fractura por malabsorción de calcio y alteración de la remodelación ósea (inhibición del canal TRPM6/7).
A pesar de su eficacia, los IBP suelen recetarse en exceso, según los autores. Estudios muestran que entre el 50% y el 90% de los pacientes hospitalizados los reciben sin indicación clara. Por ello, sus recomendaciones pasan por un uso a corto plazo, limitado a entre 4 y 8 semanas para ERGE/úlceras, con controles regulares de magnesio, vitamina B12 y función renal en usuarios a largo plazo.
Como alternativa, recomiendan tomar bloqueadores H2 o modificar el estilo de vida cuando sea posible. Esta revisión subraya la necesidad de una prescripción juiciosa de IBP, con énfasis en evaluaciones personalizadas de riesgo-beneficio para mitigar las complicaciones generalizadas.
Las investigaciones futuras deberían explorar los mecanismos moleculares y las terapias alternativas, concluyen los autores.
