La psicóloga Lara Ferreiro.

La psicóloga Lara Ferreiro.

Salud

Lara Ferreiro, psicóloga, advierte sobre los amigos que tardan días en contestar un Whatsapp en España: "Suelen tener narcisismo"

La experta advierte que este comportamiento es propio de personas que establecen "jerarquías emocionales" de forma habitual.

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J.A. Gómez
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Desde la llegada de los smartphones a nuestras vidas, Whatsapp es una aplicación imprescindible en nuestro día a día. Sin embargo, la forma en que cada usuario tiene de utilizarla es casi tan particular como lo es nuestra forma de ser.

Por ejemplo, existen los que utilizan muchos emojis, los que se manejan a base de mensajes de voz, o los que nunca participan en los grupos de Whatsapp, o los que contestan con un escueto “ok”, entre otros.

Existe un subgrupo de usuarios también muy peculiar que son los que no contestan a los mensajes hasta pasados unos días. "Hola, ¿qué tal va todo? ¿Estuviste el otro día con Pepita? Cuéntame". A pesar del interés que se muestra por la persona en cuestión, la respuesta no suele llegar hasta dos o tres días después (si llega).

La psicóloga Lara Ferreiro, autora de ¡Ni un capullo más! El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta, asegura que es posible saber -al menos en parte- cómo es una persona según su comportamiento en Whatsapp. A estos últimos usuarios los ha bautizado como "los tardones".

"Suelen ser personas que tienen otras prioridades. Por ejemplo, dentro de lo que se llama jerarquías emocionales están el trabajo, la pareja, los hijos y, más abajo, los amigos o la gente que escribe", ejemplifica Ferreiro.

La experta asegura que estas personas tardan en contestar y lo hacen pasados unos días porque “se sienten culpables y dicen: ‘Uy, qué mal amigo soy’”. Es lo que Ferreiro califica como el ‘síndrome del mal amigo’.

Según explica la experta, existen distintos grupos de "tardones". Por un lado, están los desapegados o maleducados. "Te clavan un ghosting porque no tienen ningún interés en ti o están agotados mentalmente. Tienen una personalidad muy evasiva, no afrontan las cosas de manera directa y clara y suelen evitar cualquier tipo de implicación emocional".

"Suelen tener también un narcisismo funcional. Viven centrados en sus propios intereses y les dan igual los demás", reconoce Ferreiro.

"Suelen tener su grupito de elegidos a los que contestan muy rápido, o a su jefe, pero de sus amigos pasan y no les dan tanta importancia. Tienen un filtro de criterio de relevancia, y a la gente de ‘segundo nivel’ les contestan uno o dos días después".

La psicóloga también apunta que podrían ser personas con fobia social. Es decir, aquellas que tienen miedo a interactuar o les da pereza. También pueden tener trastornos depresivos o "pueden tener una forma de comportarse desorganizada".

No todo está mal en estos sujetos. También puede ser que se trate de gente olvidadiza. "Tienen altos niveles de distracción, e incluso algunos tienen TDAH", dice Ferreiro. "También pueden tener baja inteligencia emocional y no les importa nada. Y a veces también pueden ser un poco psicópatas, y no les importa llevar esto al extremo, marcando esa jerarquía con el tiempo".

Por último, la experta también confiesa que hay gente que está pasando por una "mala época” y se olvidan del contacto a través del móvil. "Suele ser gente que está muy centrada en su mundo interior. Sienten que pueden responder cuando quieren. No lo hacen por maldad, están enfocados en sí mismos. Y es una forma de rechazar sin confrontar", confiesa la experta.

Según Ferreiro, el estrés o las cargas mentales que sufren estas personas pueden estar detrás de ese retraso a la hora de contestar. "Yo confieso que soy tardona", reconoce la propia psicóloga. “Lo que hago es una limpieza todos los domingos de mi Whatsapp. Como no tengo tiempo de nada, el domingo es el día que contesto", finaliza.

La especialista también rompe una lanza en favor de la gente que deja sus contestaciones para otro momento al asegurar que Whatsapp "amplía la ansiedad por interpretación". ¿Qué significa esto? "Genera muchos malentendidos a través de las opciones del doble check, la última vez que se ha conectado alguien, el ‘en línea’... Mucha gente mide el afecto por si me contestan al minuto. Hay gente que se vuelve obsesiva y es una forma de conflicto interpersonal", advierte.