Isabel Viña, médica: "El plástico en el microondas incrementa exponencialmente su transferencia a la comida"

El agua embotellada sigue ganando terreno entre los españoles. Evidencia de ello, es que en 2022, se batió el récord histórico de envasado con casi 8.700 millones de litros, según los últimos datos del Instituto Geológico y Minero de España. Un sector del agua mineral embotellada que sigue en auge. Sin embargo, los expertos advierten sobre sus efectos no tan positivos en nuestra salud y que podrían hacer repensar este hábito tan extendido.

"El agua embotellada transfiere billones de microplásticos al agua, que tú luego te ingieres", explica la médica Isabel Viña en el podcast de B3tter donde abordó y analizó diferentes temas actuales acerca de la salud. La experta apunta en este podcast a un reciente estudio que encontró una preocupante relación entre estos microplásticos y el riesgo cardiovascular: "Hubo un estudio que analizó que aquellas personas que tenían más microplásticos en sus placas, tenían un mayor riesgo de que en un futuro esa placa se liberase y se produjera un trombo y un infarto", asegura.

Viña recoge esta y otras recomendaciones clave para proteger la salud cardiovascular y hormonal con cambios sencillos en el día a día. "Son tipa que con poco esfuerzo más te mejoran la salud: El primero es limpiar las frutas y verduras antes de tomártelas, eso puede eliminar hasta el 94% de componentes con potencial disruptor hormonal", indica.

Otro foco de atención está en los utensilios de cocina. "Después, sin duda, el tema de las sartenes. Cualquier antiadherente es un foco de otros disruptores hormonales. ¿Qué alternativas son las mejores? Las mejores son las de hierro fundido, hierro fundido esmaltado y las de acero inoxidable", advierte.

Por último, la médica lanza una advertencia sobre un gesto común en muchos hogares: calentar comida en plástico. "No meter nada de plástico en el microondas. El plástico en el microondas incrementa exponencialmente la transferencia de plásticos a la comida, más incluso si la comida tiene grasas o es ácida". Con estas pautas sencillas, Isabel Viña propone una guía práctica para reducir la exposición a sustancias nocivas y proteger también la salud cardiovascular, sobre todo en lo que concierne al consumo de agua embotellada.

El agua del grifo frente a la embotellada

En cuanto a los microplásticos que podríamos estar ingiriendo sin darnos cuenta a través del consumo de agua embotellada, es interesante destacar un reciente estudio liderado por investigadores de Enviroplanet, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Este ha revelado que el agua embotellada contiene una concentración significativamente mayor de microplásticos que la del grifo.

En concreto, el análisis, publicado en la revista Scientific Reports, examinó botellas de cinco de las principales marcas que representan el 40 % del mercado de agua sin gas en España. Se procesaron 45 litros por marca, todos contenidos en botellas de PET (tereftalato de polietileno).

[Helena Rodero, farmacéutica: "Los que toman kiwi con este fruto seco antes de dormir mejoran la calidad de sueño"]

Los resultados muestran que el agua embotellada contiene una media de 0,7 partículas microplásticas por litro (MP/L) y 1,70 partículas artificiales no plásticas (PANP/L). En contraste, el agua del grifo presentó concentraciones mucho más bajas: 0,0125 MP/L y 0,0322 PANP/L.

Además, en el agua embotellada predominaron fragmentos de poliésteres transparentes y blancos, típicos del PET, mientras que en el agua del grifo se detectó una mayor variedad de polímeros, muchos derivados de textiles, envases o electrodomésticos. Estos hallazgos refuerzan las preocupaciones sobre los riesgos del consumo habitual de agua embotellada.