Imagen de archivo del expresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca.

Imagen de archivo del expresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca. Evelyn Hockstein Reuters

Salud

La 'paradoja' del cáncer de próstata como el que sufre Joe Biden: por qué aumentan los casos pero cae la mortalidad

Aunque se trate de uno de los tumores que mayor incidencia tiene a nivel mundial, en la mayoría de los casos se suele detectar en estadios iniciales.

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El expresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha sido diagnosticado con un cáncer de próstata, el tumor más frecuente entre los hombres mayores de 75 años. Según los datos de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), a nivel mundial supone cerca del 17% de todos los cánceres diagnosticados en este grupo. Pese a ser el que más incidencia presenta, no es el más letal. Lo mismo sucede en el conjunto de esta población, siendo el segundo con mayor incidencia pero el quinto con la mortalidad más alta.

En España también se repite esta 'paradoja', ya que aunque es el más diagnosticado (se estima que para 2025 se diagnosticarán 32.188 nuevos casos), es el tercer tumor que más decesos provoca, con una mejor supervivencia que el cáncer de pulmón. Según calcula la Asociación Española Contra El Cáncer (AECC), la prevalencia a 5 años se sitúa en 615 por 100.000 hombres en 2024, lo que supone un aumento del 45% en comparación con los datos registrados hace 12 años.

No hay un único motivo que explique por qué los casos de cáncer de próstata aumentan mientras en la mortalidad se ha observado un descenso en los últimos años. Una de las principales causas es que el diagnóstico cada vez se realiza en etapas más precoces debido al análisis de sangre con el que se determinan los niveles de antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés). Los valores de esta proteína, producida por la próstata, se elevan cuando la glándula presenta alguna enfermedad como el cáncer.

Aunque los primeros resultados se confirman posteriormente con una biopsia, la PSA ayuda a que el diagnóstico sea más favorable. Como explica a EL ESPAÑOL Javier Puente, vocal de la junta directiva de la SEOM y oncólogo en el Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, la mejor consecuencia de este avance es que ahora en los países occidentales 'sólo' un 10-12% de los pacientes que se diagnostican presentan metástasis en el primer diagnóstico. Este porcentaje se suele dar porque "existe un retraso en la aparición del paciente en consulta, por sintomatología muy inespecífica o porque se tratan de tumores con una variante agresiva mayor".

Más precisión, mejor resultado

Más allá de los casos en los que se diagnostica en fase metastásica, como ha sucedido precisamente con Joe Biden, el diagnóstico de cáncer de próstata cada vez supone menos una sentencia de muerte: "La mayoría de los diagnósticos que hacemos hoy en día ocurren en enfermedad localizada donde tenemos técnicas quirúrgicas y de radioterapias y tratamientos sistémicos que permiten curar a muchos pacientes", indica Puente.

Alrededor del 90% de los casos se detecta en estadios iniciales, por lo que son curables. El mantenimiento de esta supervivencia elevada no sólo es debido a la utilización del test del PSA, sino que también se han introducido nuevos métodos como la a biopsia de próstata por fusión. Esta técnica ha permitido "diagnosticar con mayor precisión los tumores".

Además, al tener un mayor conocimiento de la biología del tumor, se conoce también mejor las alteraciones moleculares que presentan ciertos tumores, lo cual permite, por un lado, conocer más el pronóstico y utilizar herramientas terapéuticas más precisas. Hay mutaciones genéticas que se asocian al cáncer de próstata. Una de las más conocidas es la del gen BRCA, también presente en cáncer de mama. A los pacientes con estas características se les recomienda adelantar las revisiones periódicas puesto que existe una sospecha de tener un tumor.

El problema, en lo que respecta al cribado, es que, como ya han advertido algunos estudios, podría provocar un sobrediagnóstico de tumores que derivaría en tratamientos "innecesarios". De hecho, que el aumento de los casos de cáncer de próstata no haya ido acompañado de un aumento proporcional en la mortalidad sugiere que muchos de los que se han detectado podrían ser inofensivos y no habrían impactado la vida de los pacientes si no se hubieran diagnosticado.

En España, las tasas de supervivencia de cáncer de próstata han aumentado entre 1994 y 2018, como han demostrado algunos estudios. Puente cree que en los próximos años se mantendrá esta tendencia ya que cuanto mayor sea el conocimiento de las alteraciones moleculares, mejor va a ser la identificación de las mismas y el tratamiento podrá estar basado en dichas alteraciones.

A diferencia de lo que sucede en otro tipo de cánceres, aún no se ha demostrado un método de prevención claro. "Por ello lo que debemos hacer es una estrategia de identificación precoz de esta enfermedad", apunta Puente. Y es que lo que sí se conoce de este tumor es que el principal factor de riesgo es la edad, por lo que el envejecimiento de la población se va a traducir en un 'boom' de casos, como ya han vaticinado algunas investigaciones