Frank Cuesta en el comunicado emitido en su canal de YouTube

Frank Cuesta en el comunicado emitido en su canal de YouTube

Salud

Qué es la mielodisplasia, la rara enfermedad que sufre Frank Cuesta y que tiene una esperanza de vida incierta

El extenista lleva años recibiendo tratamiento para frenar el avance del síndrome que afecta a las células sanguíneas y al sistema inmune.

Más información: Ana, la adolescente que ha crecido libre de una leucemia agresiva gracias a un fármaco para adultos: "Es un caso único"

I. Sánchez
Publicada
Actualizada

Frank Cuesta vuelve a estar en el ojo del huracán. Tras las filtraciones recientes de audios que han rodeado su vida de rumores y polémicas, otra vez, el extenista ha emitido un comunicado en su cuenta de YouTube para resolver “las dudas que muchos tenían”. Estas grabaciones, que salieron a la luz hace solo unos días, contienen acusaciones que van desde la estafa hasta el maltrato animal.

Además de confesar que no es veterinario ni herpetólogo y que todos los animales de su supuesto santuario son comprados, también ha hablado de su salud. Lleva años recibiendo tratamiento y los rumores apuntaban a que padece un cáncer. Sin embargo, también ha resuelto esta cuestión en el vídeo de YouTube.

“No tengo cáncer, llevo años tratándome de una mielodisplasia”, ha contado el expresentador de los programas ‘Wild Frank’ y ‘Frank de la jungla’. Los síndromes mielodisplásicos son un grupo de trastornos causados por células sanguíneas mal formadas o que no funcionan correctamente. Esta patología ocurre debido a alteraciones en la maduración y el crecimiento de los glóbulos rojos en la médula ósea. Esto lleva a una producción insuficiente de los mismos y a una anemia como consecuencia.

En una persona sana, la médula ósea produce células madre sanguíneas que primero son inmaduras y, con el tiempo, se vuelven maduras. En ese momento, se pueden convertir en un glóbulo blanco o en uno de los tres tipos de célula mieloide (glóbulos rojos, plaquetas y granulocitos). En un paciente con mielodisplasia, las células inmaduras no llegan a convertirse en ninguno de los anteriores, mueren en la médula ósea o poco después de entrar en la sangre, explican desde la web del NIH.

La afirmación del extenista resulta un tanto extraña, ya que la mielodisplasia se considera un tipo de cáncer en la sangre. El diagnóstico de estos síndromes depende de ciertos cambios en las células sanguíneas y la médula ósea, informan desde el Instituto Nacional del Cáncer estadounidense (NIH por sus siglas en inglés).

A pesar de estar considerada como un tipo de cáncer, la patología tiene algunas diferencias. Por ejemplo, a diferencia de un tumor común, en la mielodisplasia las etapas no se clasifican según la cantidad de sangre que hay en el cuerpo. Para ello se emplean otros indicadores, como la edad, la apariencia de la médula ósea y los cambios que sufren las propias células. Con esta información se asigna una puntuación que puede ayudar a los médicos a averiguar si puede avanzar o las posibilidades de que responda al tratamiento.

Según informa el medio digital especializado en salud, Redacción Médica, el pronóstico de las personas con esta patología depende del tipo de síndrome mielodisplásico del que se trate. Algunas formas de la enfermedad tienen una supervivencia de semanas o meses (mielodisplasia con exceso de blastos) y otras de años.

Las complicaciones derivadas

Estos síndromes pueden no causar síntomas al principio, pero con el paso del tiempo pueden provocar fatiga, falta de aire o piel muy pálida a causa de la anemia, cuenta la Clínica Mayo. También pueden aparecer hematomas o sangrados inusuales que ocurren con facilidad. Esto se debe a un bajo recuento de plaquetas, conocido como trombocitopenia.

Otro signo puede ser que el paciente comience a ver que aparecen, justo debajo de la piel, unas manchas rojas del tamaño de una cabeza de alfiler. Este síntoma lo causa un sangrado provocado por la rotura de pequeños capilares. Además, estas personas sufren infecciones frecuentes, producidas por un bajo recuento de glóbulos blancos (leucopenia).

También hay que destacar que algunos pacientes tienen más riesgo de padecer cáncer y pueden desarrollarlo en la médula ósea y en las células sanguíneas, este último conocido como leucemia.

Las causas de la enfermedad

La mayoría de los síndromes mielodisplásicos no tienen una causa conocida. No obstante, existen algunos factores de riesgo. La edad es el que mayor peso tiene, ya que la mayoría de las personas con síndromes mielodisplásicos son mayores de 60 años. Haber recibido un tratamiento con quimioterapia o radioterapia (muy frecuentes en el abordaje del cáncer) también puede aumentar las probabilidades de sufrir esta enfermedad.

Ocurre lo mismo con la exposición a ciertas sustancias químicas, como el benceno, que se han relacionado con este grupo de afecciones. Otros elementos de esta lista pueden ser el humo del tabaco, los plaguicidas y los fertilizantes.

El tratamiento de los síndromes mielodisplásicos suele tener como objetivo retardar la enfermedad, aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Los abordajes más comunes incluyen transfusiones de sangre y medicamentos para estimular la producción de células sanguíneas.

En ciertos casos, se puede llegar a recomendar al paciente que se someta a un trasplante de médula ósea, también conocido como trasplante de células madre, para reemplazar la suya, deteriorada, por médula ósea sana de un donante.