Número de accidentes de trabajo mortales en 2022 en los países de la Unión Europea. Fuente: Eurostat

Número de accidentes de trabajo mortales en 2022 en los países de la Unión Europea. Fuente: Eurostat

Salud

Por qué España se sitúa a la cabeza de Europa en accidentes de trabajo mortales: "La calidad de la prevención es baja"

Es el tercer país de la Unión Europea que registró la cifra más alta en 2022, con 411 fallecidos, casi un 30% más que hace cinco años, cuando fueron 317.

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En 2022, la Unión Europea registró 2,97 millones de accidentes laborales que provocaron baja laboral durante al menos cuatro días. Ese mismo año, se produjeron 3.286 accidentes de trabajo mortales. En ambos casos España se encuentra entre los países que presenta las cifras más altas. En lo que respecta al primero, nuestro país contabilizó un total de 497.832 accidentes con baja laboral de al menos cuatro días.

Por su parte, los accidentes mortales fueron 411, siendo el tercer país de la UE que recoge el dato más alto. Sólo es superado por Francia, con 775 accidentes mortales, e Italia, con 469. Y pese a tener casi el doble de la población (en 2022), Alemania registró 14 defunciones menos que España, que en apenas cinco años ha experimentado un incremento de casi el 30%, según las últimas cifras de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat).

Aunque los sistemas de notificación pueden variar entre los países, a los expertos consultados por EL ESPAÑOL no le resulta sorprendente que España se sitúe a la cabeza tanto en accidentes laborales, tanto mortales como no mortales. Una de las principales causas a las que apunta Javier Gracia, presidente de la Asociación de Especialistas en Enfermería del Trabajo (AET), es a la legislación "obsoleta"

Pone como ejemplos la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que "no ha sufrido modificaciones sustanciales" desde que se aprobara en 1995, o el Reglamento de los Servicios de Prevención, que entró en vigor dos años después. La normativa más 'reciente' es el Real Decreto por el que se aprobó el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social. Fue en 2006.

Es decir, que "la base de la prevención laboral en España se 'construyó' hace prácticamente tres décadas", con todo lo que ello conlleva. En primer lugar, en esta legislación "no se incluye la perspectiva de género", por lo que "puede producirse un incremento de la accidentabilidad laboral tanto en hombres como en mujeres".

Además, se debe tener en cuenta que la población laboral es cada vez más envejecida: cerca del 34% de las muertes laborales relacionadas con problemas cardíacos se producen en mayores de 55 años. Así lo señala el secretario de Salud y Sostenibilidad Medioambiental de CCOO, Mariano Sanz, quien participa en la mesa abierta en materia de prevención de riesgos laborales, en la que también están miembros del Gobierno y del sector empresarial, donde están trabajando precisamente en "modernizar" la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

La "escasa" cultura preventiva

Aunque la ley que asentó las bases se aprobó 30 años atrás, ambos expertos creen que la cultura preventiva sigue siendo es "escasa". "Si el trabajador percibe de manera inadecuada los riesgos a los que está expuesto es probable que lleve a cabo conductas que sean más inseguras", indica Gracia, que demanda una formación en prevención de riesgos laborales "mucho más específica".

Según añade Sanz, otro problema es que "en demasiadas ocasiones encontramos actitudes con las que parece que por el hecho de acudir uno al trabajo ya tiene que tener un accidente laboral". A su juicio, "la calidad de la prevención en España es baja". Así lo entiende sobre todo tras conocer los datos provisionales del Ministerio de Trabajo: "Alrededor del 40% de los accidentes mortales que se produjeron en 2024 estaban relacionados con causas básicas como caídas de altura, electrocuciones o golpes con objetos".

Las cifras de Trabajo también reflejan un incremento del número de personas que mueren en el trabajo. El pasado año, de hecho, se registró la segunda cifra más alta de la última década, sólo superada por la de 2022, con 826. "Se han suavizado muchas normas", advierte el secretario de Salud Laboral de CCOO, quien cree que estos cambios normativos guardan relación con el hecho de que España presente los mayores índices de incidencia a nivel europeo.

Otra muestra de que "no se están haciendo bien las cosas" es que, según el último Informe anual de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, en al menos un 35% de los accidentes mortales que se produjeron no se había detectado la causa que originó el fallecimiento en la evaluación de los riesgos. Entre las principales causas tras este porcentaje se encuentra "la falta de recursos para el control de las condiciones de trabajo".

Las muertes 'in itinere'

Más allá de actualizar la legislación e intentar que se cumpla, también es importante el estado de salud de los propios trabajadores. En este sentido, el presidente de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT), Juan Carlos Rueda, destaca que un tercio de las muertes laborales registradas el pasado año en España estaban relacionadas con la patología cardiovascular, que "también está presente en el puesto de trabajo, en sintonía con la falta de cuidado de los hábitos saludables".

Para Rueda, los malos hábitos también están detrás del incremento de las muertes in itinere (aquellas que se producen en el trayecto de camino o de regreso al trabajo), que han aumentado un 7,1% con respecto a 2023. "Sabemos que en España se duerme mal y que el consumo de fármacos como benzodiacepinas está 'disparado', lo que hace que seamos más propensos a tener accidentes de tráfico".

El presidente de la AEEMT no comprende que "en los niveles de modernidad que vivimos siga habiendo que lamentar muertes de personas por motivos laborales". "Nadie debería morir hoy en día por ir a su trabajo", exhala. En 2024, fueron 796 personas las que murieron en el trabajo en España. Una media de más de dos trabajadores fallecidos al día.