El endocrino Francisco Óscar Rosero.

El endocrino Francisco Óscar Rosero.

Salud

Francisco Rosero, endocrino: "¿Manchas oscuras en el cuello? Atención, es un indicador de riesgo de muerte en España"

La resistencia a la insulina se ha relacionado con múltiples patologías, y algunos signos pueden avisarnos con antelación.

Más información: El sencillo hábito que reduce el azúcar en sangre y ayuda a adelgazar si se practica a diario en España.

Roberto Méndez
Publicada

La coloración oscura en el cuello, axilas o incluso la ingle puede ser algo más que una afectación dérmica y estética. Más allá de que pueda llamar la atención, especialmente en las zonas más visibles, esta coloración oscurecida o negruzca sería un indicador de que algo no va bien a nivel metabólico; concretamente, estas manchas son conocidas como acantosis nigricans, y estarían indicando que existe resistencia a la insulina.

Así lo ha explicado recientemente el conocido endocrinólogo Francisco Rosero en uno de sus últimos reels de instagram. Como bien recuerda, el exceso de insulina es clave en el inicio de múltiples enfermedades o factores de riesgo cardiovascular: desde la hipertensión hasta el infarto cardíaco, pasando por la diabetes tipo 2 o la hipercolesterolemia.

"¿Manchas oscuras en el cuello? Mucha atención, porque eso es un indicador de riesgo de muerte. Las manchas oscuras en el cuello o en las axilas son un indicador de resistencia a la insulina". Así de contundente se ha mostrado el Dr. Rosero en su explicación.

Estas manchas en el cuello o acantosis nigricans son un tipo de hiperpigmentación cutánea, habitualmente dispuesta en zonas de pliegue, como es el caso de cuello, axilas o ingles. Su relación con la resistencia a la insulina se debe a que, cuando se produce una hiperinsulinemia crónica o exceso de insulina circulante, se estimulan los conocidos como receptores IGF-1 en queratinocitos y fibroblastos, dando lugar a un crecimiento de la capa epidérmica de la piel (la más externa), y a una melanogénesis o aumento de pigmentación de las células cutáneas.

Cabe destacar, por otro lado, que hay que diagnosticar de forma adecuada la acantosis nigricans. En ocasiones puede tratarse de manchas dérmicas de origen genético y no metabólico, o incluso ser una pigmentación secundaria a la toma de determinados fármacos, como los anticonceptivos orales o corticoides, entre otros.

Como bien nos recuerda, el exceso de insulina se ha relacionado con un mayor riesgo de hipertensión arterial, infarto cardíaco, trombosis y, con el tiempo, un mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2. Por ello, explica, si sufrimos de manchas oscuras en el cuello o verrugas oscurecidas en dichas zonas, la recomendación sería consultar con nuestro médico.

Uno de los primeros consejos al respecto sería elaborar un buen diagnóstico de forma precoz, e iniciar un cambio de hábitos, centrándose en un buen patrón alimentario basado en comida real y libre de alimentos ultraprocesados. Es un proceso reversible si estos cambios se inician a tiempo.

Para llegar a un diagnóstico óptimo, y corroborar que estas manchas son realmente un indicador de resistencia a la insulina, se debería tener en cuenta una analítica con parámetros del metabolismo glucémico y del metabolismo lipídico o del colesterol, además de tener en cuenta el estado nutricional, perímetro abdominal y niveles de grasa. Si bien es cierto que se trata de un signo llamativo y visual, es necesario corroborar su origen.

"Esas manchas no son mugre. No se quitan con cremas ni bañándonos con estropajo. Esas manchas son indicador de enfermedad, y una enfermedad gravísima, porque además el exceso de insulina también incrementa el riesgo de trece tipos de cáncer" explica el Dr. Rosero.

Además, el conocido divulgador explica que poseer estas manchas oscuras junto a un abdomen con un perímetro superior a los 90 cm en el caso de los hombres, o superior a los 80 cm en el caso de las mujeres, es cuestión de tiempo acabar sufriendo alguna enfermedad cardiovascular si no se pone remedio a la situación.

Como consejos finales, el Dr. Rosero explica que se debería cesar el consumo de azúcar, zumos, gaseosas o refrescos y productos de panadería. Gracias a estos pequeños cambios, la insulina empezará a reducirse de forma natural.