El psiquiatra y experto, Daniel Amen.

El psiquiatra y experto, Daniel Amen.

Salud

Daniel Amen, psiquiatra: "Este truco de 15 segundos puede detener rápido los síntomas de un ataque de ansiedad"

El experto y psiquiatra, Dr. Daniel Amen, ha recomendado la que para él es una de las mejores formas de calmar la ansiedad inmediatamente.

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La ansiedad y los trastornos asociados afectan aproximadamente al 12,6% de la población, con una mayor prevalencia en mujeres (16,5%) que en hombres (8,7%), según datos del Consejo General de la Psicología de España. Esto la convierte en la enfermedad psiquiátrica más frecuente en el país.

Si bien la ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite estar en alerta ante determinadas situaciones y un cierto nivel es necesario para enfrentar escenarios peligrosos o que requieren concentración, el problema surge cuando este sistema de respuesta se desborda. Cuando la ansiedad aparece sin un peligro real y afecta la vida diaria de la persona, se considera un trastorno.

Este problema puede manifestarse tanto a nivel emocional como físico. Es fundamental reconocer sus principales síntomas para acudir al médico si aparecen. Entre ellos se incluyen preocupación constante, cansancio, irritabilidad, dificultades para concentrarse o para conciliar el sueño. A nivel físico, pueden presentarse pulsaciones elevadas, sudoración excesiva, tensión muscular, temblores, mareos o incluso desmayos.

@docamen

Do you struggle with racing thoughts?

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El psiquiatra Daniel Amen ha abordado recientemente este tema en sus redes sociales. En uno de sus vídeos, plantea a sus seguidores una serie de preguntas clave: "¿Tienes pensamientos acelerados? ¿Tu cerebro está demasiado ocupado?". Una publicación en la que el experto también comparte un truco simple de tan solo 15 segundos para calmar la ansiedad de manera efectiva.

En la grabación, el especialista explica el procedimiento: "Inspira durante cuatro segundos, aguanta la respiración un segundo y medio, expira lentamente durante ocho segundos y, por último, mantente sin inhalar otro segundo y medio". Se trata de una técnica de respiración diafragmática que recomienda practicar durante tres o cuatro minutos, asegurando que "tiende a calmar mucho las cosas".

Otra forma de calmar la ansiedad

Esta respiración lenta y profunda favorece la oxigenación del cerebro y ayuda a recuperar el control en situaciones de ansiedad intensa, ya que el diafragma es una de las primeras áreas en contraerse durante un episodio de pánico.

Además de esta técnica, el experto también sugiere el ejercicio físico intenso como una herramienta eficaz para aliviar la ansiedad. La práctica deportiva estimula la liberación de serotonina, un neurotransmisor clave para el bienestar, ofreciendo beneficios tanto a nivel mental como físico.

Otro aspecto fundamental es mantener una rutina de sueño adecuada y una alimentación equilibrada, ya que ambos factores influyen directamente en el estado de ánimo y la capacidad del organismo para manejar el estrés. Incorporar hábitos saludables en el día a día puede marcar la diferencia en la gestión de la ansiedad.

Tipos de trastornos de ansiedad

La ansiedad puede manifestarse tanto a nivel emocional como físico como hemos visto y es crucial reconocer sus síntomas para buscar ayuda médica cuando sea necesario. En muchos casos, las personas que la padecen interpretan estos signos como indicativos de una enfermedad grave, lo que puede agravar aún más su estado.

Pero más allá de los diferentes síntomas, también es importante saber identificar los distintos tipos de trastornos de ansiedad, ya que cada uno cuenta con características específicas que afectan la vida diaria de quienes los sufren, como detallan desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

Uno de los más comunes es el trastorno de ansiedad generalizada, que se caracteriza por una preocupación constante e intensa, incluso en ausencia de un motivo claro. Quienes lo padecen experimentan un nerviosismo casi diario que persiste durante al menos seis meses, convirtiéndose en una carga emocional crónica.

Otro trastorno frecuente es el de pánico, en el que la persona sufre crisis repentinas de angustia extrema sin una causa aparente. Estos ataques de pánico pueden generar un miedo intenso a la muerte inminente y en muchos casos, los afectados desarrollan una ansiedad anticipatoria, es decir, un temor persistente a la posibilidad de sufrir un nuevo episodio. La imprevisibilidad de estas crisis puede generar un estado de alerta constante, afectando la calidad de vida.

El trastorno fóbico, por su parte, se define por un miedo irracional y persistente hacia un objeto, actividad o situación específica, lo que lleva a la evitación sistemática del estímulo temido. Puede manifestarse en diversas formas, como el miedo a volar, a determinados animales o a los espacios abiertos, interfiriendo en la rutina diaria de quien lo padece.

Por otro lado, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por la presencia de pensamientos intrusivos y recurrentes que generan ansiedad, así como la necesidad de realizar determinadas acciones de manera repetitiva para aliviar esa sensación. Aunque la persona suele ser consciente de que sus pensamientos o comportamientos carecen de lógica, no puede evitar realizarlos. Un ejemplo común es el lavado compulsivo de manos para evitar la contaminación.

El trastorno por estrés postraumático, en cambio, surge como respuesta a experiencias altamente traumáticas, como un conflicto bélico, una agresión o una catástrofe. Quienes lo padecen suelen revivir el evento de manera recurrente, experimentar un estado de hipervigilancia y perder el interés por actividades cotidianas. Estos síntomas pueden prolongarse en el tiempo, afectando gravemente la estabilidad emocional y social del individuo.

La ansiedad, en sus distintas formas, puede condicionar significativamente la vida de quienes la padecen. Por ello, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son claves para manejarla y mejorar la calidad de vida de los afectados.