España registra las cotas de sueño más bajas de Europa occidental.

España registra las cotas de sueño más bajas de Europa occidental. Pablo García Santos

Salud Trastornos del sueño

La España de los insomnes: por qué somos ya uno de los países de la UE que menos duerme

Nuestra nación registra las cotas más bajas de sueño de Europa Occidental, con siete horas y 13 minutos de media. Por debajo, sólo queda Italia.

20 junio, 2023 04:04

Dice el neurocientífico Mattew Walker en el éxito de ventas Por qué dormimos (Capitán Swing) que un buen sueño nocturno puede hacernos más inteligentes, más atractivos y más saludables. Además, ayuda al cerebro en muchísimas funciones, como aprender, memorizar y tomar decisiones lógicas. Incluso recalibra las emociones, el sistema inmunológico, el metabolismo y el apetito. Su proceso es vital para el ser humano y, sin embargo, son cada vez más las personas que registran problemas para conciliar el sueño.

Se estima que un tercio de la población mundial tiene dificultades. En España, sin ir más lejos, se duerme el mínimo de horas recomendado. Así lo han advertido expertos reunidos en el Congreso Nacional de Medicina General y de Familia (SEMG), celebrado el pasado fin de semana en Granada. Según los datos presentados, extraídos de las estadísticas de Landgeist, en España se duerme una media de 7:13 horas, una cifra que coloca a nuestro país como el segundo en el que menos se duerme de Europa occidental. Por debajo, sólo se sitúa Italia, con 7:09.

"Somos uno de los países en los que menos se duerme, pero no sólo importa la cantidad de horas, sino la calidad y aquí tenemos un gran número de quejas", apunta a EL ESPAÑOL Lorenzo Armenteros, portavoz de la SEMG y uno de los encargados de arrojar luz sobre este drama.

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Aunque según la National Sleep Foundation, a partir de los 18 años, lo mínimo recomendado son siete horas de sueño, es cierto que no hay una cantidad exacta para cada persona. "El problema es cuando uno está continuamente cansado, no tiene capacidad para su trabajo ordinario, nota afectaciones en la memoria y empieza a  experimentar situaciones peligrosas, como dormirse en un semáforo", ilustra el profesional.

La Covid, punto de inflexión

Es ahí cuando se debe hablar de insomnio, un drama que, confiesa, cada vez se ve más en las consultas: "Desde la pandemia, el insomnio se ha convertido en un gran problema". Para muestra, un botón. Un estudio de Health Market Research (HMR) expone que, entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, se vendieron en España 11,8 millones de lotes de productos sin receta para poder dormir. Son 100.000 más que el periodo anterior y 800.000 más que el previo.

Mientras, la Sociedad Española de Sueño (SES) calcula que entre un 20% y un 48% de la población de nuestro país tiene en algún momento problemas para dormir, lo que en un 10% de los casos llega a convertirse en insomnio crónico (más de tres meses de evolución). Esto deja a casi cinco millones de españoles en una situación más que delicada. Siguiendo la estela del título de Walker: ¿por qué no dormimos?

"El insomnio va unido al estrés, la ansiedad y los contratiempos del día a día", resume Armenteros, problemas que se agudizaron con la llegada de la Covid. Concretamente, según los datos que maneja la SEMG, la pandemia dejó en nuestro país un aumento de prevalencia de ansiedad en un 23% y de depresión en un 22%.

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No obstante, el profesional pone la mirilla en otros dos factores fundamentales. El primero, el uso de las pantallas. A priori, utilizar el móvil antes de dormir puede parecer una tontería, pero tal y como recalca tiene una "relación absolutamente clara" con esta dolencia y podría ser una de las explicaciones de por qué el insomnio es cada vez más incidente en gente joven. "Lo que hacen las pantallas es crear un estímulo sobre las retinas que anula la secreción de melatonina, la hormona del sueño", argumenta el profesional.

Educar en higiene de sueño

Por otro lado, abre debate sobre la necesidad impronta que muestran los pacientes de acabar con el problema con soluciones medicamentosas, algo que, en lugar de curar el insomnio, sólo lo camuflará. "Cuando acuden al médico, buscan una solución inmediata, algo que les haga dormir, cuando lo que verdaderamente hay que hacer es un estudio del sueño y educar en hábitos que ayuden a dormir bien", señala Armenteros.

Si antes se ha expuesto el dato de venta de medicamentos sin receta, tipo suplementos de melatonina, más preocupante es el del fármaco clásico para dormir, las benzodiazepinas. Como se ha comentado en más de una ocasión en este periódico e incide el médico, somos el país número uno en su consumo. 

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"Salvo en ciertos insomnios graves o debidos a una patología, el insomnio, si se hace una buena higiene, puede recuperarse totalmente", insiste el profesional, que lejos de medicamentos y otros remedios sobre los que no existe aval científico recomienda acostarse siempre a la misma hora, hacerlo en una habitación con una temperatura adecuada y, como se ha mencionado, lejos de pantallas y dispositivos móviles.

"Tenemos que darle al sueño la misma importancia que a la actividad física o al comer bien", termina Armenteros, que recuerda que se ha demostrado que no hacerlo no sólo nos alejará de todas las bondades enumeradas al comienzo de este artículo, sino que nos pondrá en el objetivo de enfermedades como hipertensión, diabetes e, incluso, algún tipo de demencia tipo alzhéimer. "Dormir mal tiene consecuencias graves para la vida", remacha el experto.