Las apendicitis se dan sobre todo en niños y adolescentes.

Las apendicitis se dan sobre todo en niños y adolescentes.

Salud

El extraño caso de las apendicitis en España: "Va por rachas, o no operamos o hacemos tres al día"

Es el diagnóstico más frecuente en altas de procesos quirúrgicos en niños y adolescentes. Sin embargo, se desconoce por qué.

5 junio, 2023 02:08

Durante mucho tiempo no le dábamos importancia. Situado en un extremo del intestino grueso, en el lado inferior derecho del abdomen, hasta hace relativamente poco se consideraba poco menos que un residuo. Cada vez más estudios apuntan su importancia pero, a pesar de que su extirpación ya es la intervención más frecuente en niños y preadolescentes, todavía se desconocen las causas concretas de las apendicitis.

Estas tampoco son un problema menor: en 2020 fue el principal diagnóstico en altas de procesos quirúrgicos para niños de entre 1 y 14 años, superando ampliamente a las amigdalitis: 9.276 frente a 6.620, según el último informe de atención sanitaria especializada del Ministerio de Sanidad.

Cada vez se diagnostica más y ni siquiera la pandemia ha logrado frenar esa tendencia. Entre 2016 y 2021, el número de diagnósticos en la misma franja de edad, la más afectada por la inflamación del apéndice, ha crecido un 52%, de 10.762 casos a 16.411.

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En los casos más severos, de no ser operada puede acarrear graves problemas, como la peritonitis. Aunque la mortalidad por apendicitis en nuestro país en residual, en 2020 se registraron 91 fallecimientos, casi una veintena más que la media de los últimos años.

El apéndice se inflama al obstruirse, ya sea por una infección, restos fecales o inflamación del ganglio linfático. La mucosa interna no se puede evacuar, se sobreinfecta y aumenta de tamaño, generando una presión dolorosa.

La peritonitis no es el único problema grave. Un reciente estudio francés –que todavía necesita ser revisado por expertos independientes y, por tanto, sus conclusiones son provisionales– relaciona la aparición de apendicitis con un riesgo cuatro veces mayor de desarrollar cáncer de colon en el siguiente año.

Sin embargo, a nivel epidemiológico, el porqué de su aparición sigue siendo un misterio. "Va por rachas: hay temporadas en que no operamos ninguna y otras en que lo hacemos dos o tres veces al día", comenta Alberto Pérez, jefe de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario de Navarra.

"Hay un montón de publicaciones que intentan correlacionar la aparición de apendicitis con distintos factores: geográficos, climáticos, incluso con ciclos lunares, etc.", explica. La única asociación clara parece ser, por supuesto, el nivel económico: "Es más frecuente en poblaciones con bajos ingresos, se supone que por causas dietéticas", afirma el pediatra.

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Tampoco se explica bien por qué aparece con más frecuencia en la niñez y alcanza un pico en la adolescencia y se hace rara a partir de entonces. "Si el niño no ha tenido apendicitis, una vez que ha dejado de crecer el apéndice no volverá a dar problemas en el futuro", sostiene Pérez. "Es más raro encontrar apendicitis una vez que el individuo ha llegado al final de su crecimiento".

Julio César Moreno Alfonso, también del servicio navarro de Cirugía Pediátrica, apunta que la mejora de las técnicas diagnósticas y los registros puede ser la causa de ese incremento de los casos de apendicitis, "aunque probablemente se estén teniendo en cuenta otro tipo de operaciones similares".

El médico apunta que la inflamación del apéndice es más habitual entre varones que entre mujeres y que probablemente esta diferencia se encuentre en la desigual madurez del sistema inmune.

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"Al desarrollarse posteriormente, es posible que la obstrucción provocada por los ganglios linfáticos se dé de forma posterior o más tardía, o incluso que no llegue a darse", explica. 

Este especialista apunta que la intervención quirúrgica es, hoy por hoy, la base del manejo de la apendicitis. Solo durante la pandemia, ante las dificultades para mantener abiertos los quirófanos, se probó a tratar con antibióticos a los casos menos graves. "Hubo un porcentaje al que le fue bien", señala, destacando que solo fue algo temporal y el tratamiento con antibióticos no está estandarizado de momento.

Además, las operaciones se suelen realizar de urgencia, por lo que lo más habitual es que el niño pase la noche en el hospital. Solo en casos donde evolucione a peritonitis pueden quedarse más tiempo, tratándoles con medicamentos, para una extirpación posterior, "a los tres o seis meses".

Utilidad y creencias populares

Al contrario de la creencia popular, el apéndice no es una parte 'sobrante' del cuerpo. Sin embargo, su funcionalidad sigue sin estar del todo clara y hay varias hipótesis razonables. "Tiene una triple utilidad", comenta Alberto Pérez, que es además vicepresidente de la Sociedad Española de Cirugía Pediátrica.

La primera es la de ser un reservorio de la flora bacteriana del intestino. Ante una gastroenteritis, esa microbiota puede verse profundamente alterada y el apéndice serviría para reponer las poblaciones bacterianas perdidas. "Se postula que el apéndice es un reservorio ciego, a través del cual no pasan las heces", comenta el pediatra. Se trataría de un "vivero de flora bacteriana".

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La segunda probable utilidad es la de ser reservorio pero de células madre de la mucosa intestinal, favoreciendo las tareas de reparación de los tejidos. La tercera es quizá la más sorprendente: sería un "marcapasos de los procesos intestinales", en palabras del cirujano.

"Igual que el corazón tiene un marcapasos, que va marcándole el ritmo, el apéndice funcionaría como inicio de las ondas peristálticas", explica. Por eso, "su alteración puede asociarse a cuadros crónicos de diarrea y estreñimiento".

Con todo, la extirpación del apéndice no ocasiona problemas a la persona intervenida, "independientemente de la edad". Alberto Pérez señala que esta operación lleva haciéndose con frecuencia "desde el siglo XIX" y no se ha visto que haya generado algo problema en estos dos siglos.