El endocrino Francisco Rosero avisa a España: "Una sola lata de atún tiene hasta 11 microgramos de mercurio"

El pescado es un componente esencial de nuestra dieta, pero mucha gente no es muy aficionada a este alimento. Para suplir la carencia de pescado fresco en su dieta, pueden optar por alternativas como el atún en lata, algo frecuente en los niños, pues se trata de un producto barato y que no necesita preparación.

A esta conserva, sin embargo, le lleva rondando la polémica desde hace mucho tiempo. Son muchos los mitos que la rodean; por eso, el endocrinólogo Francisco Rosero ha grabado un vídeo sobre los pros y los contras de este alimento, dejando al espectador la decisión final sobre consumirlo o no.

En un vídeo de TikTok, donde cuenta con más de 280.000 seguidores, Rosero ha desgranado las ventajas e inconvenientes del popular producto enlatado. "En primer lugar, es una buena fuente de proteína". Además, al tratarse de un pescado graso, "suele aportar omega 3, dos cosas positivas si lo vemos desde el punto de vista nutricional".

Hasta ahí todo bien. El endocrino se ha detenido un poco más en los contras que puede tener este alimento. "Lo que no es tan bueno es que se sabe que los pescados grasosos tienen mayor contenido de mercurio, y el exceso de mercurio no es bueno para nuestra salud".

Este elemento se encuentra en el medio ambiente como resultado tanto de procesos naturales como de actividades humanas, como la industria o la minería. Su acumulación en el cuerpo puede tener consecuencias para la salud, como efectos inmunotóxicos y daños al riñón, hígado, sistema reproductor o sistema nervioso.

De hecho, es especialmente dañino para el sistema nervioso en desarrollo, por lo que los grupos más vulnerables son las mujeres embarazadas, los lactantes y los niños pequeños.

"Se dice que una lata de atún puede contener hasta 11 microgramos de mercurio", comenta Francisco Rosero. "El nivel aceptado está en 110-120 microgramos de mercurio a la semana. Entonces, no habría problema. Sin embargo, cuanto menos mercurio, mejor".

El endocrino explica que son los pescados de aguas profundas como el atún los que suelen acumular más mercurio, más todavía si se trata de un pescado graso.

Más allá de la presencia de mercurio en el atún en lata, el experto explica que los productos con los que conserva pueden llevar desventajas: si son aceites vegetales, "sabemos que son inflamatorios"; si se trata de agua, viene con grandes cantidades de sal.

"O sea que es un producto que tiene bastante sodio y el exceso de sodio no es tan bueno en nuestra alimentación diaria". Su alto consumo continuado en el tiempo se ha relacionado con problemas cardiovasculares derivados, principalmente, de un aumento de la presión arterial.

Carlos Castro / Europa Press

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Una alternativa para la conservación del atún en lata es el aceite de oliva, "pero sabemos que esto puede elevar su coste", apunta.

Rosero señala un último punto que puede servir para ayudar a sus seguidores a decidir si consume este producto o no, y es el medioambiental. "El atún se pesca por arrastre y en este arrastre suelen llevarse otras especies, es una práctica muy depredadora del fondo marino".

Por si fuera poco, "lo que recubre la lata por dentro es un material plástico, y un 10% de las latas aún puede contener bisfenol A, que es un disruptor endocrino". Esto quiere decir que puede alterar nuestras funciones hormonales y, en los niños, afectar a su desarrollo neurológico.

Existen evidencias de que este compuesto también afecta a la fertilidad y puede desencadenar diabetes y favorecer la obesidad, además de estar asociado al cáncer de próstata.

Una vez evaluados los pros y los contras del atún en lata, Francisco Rosero ha indicado que lo consume "muy ocasionalmente, nunca lo priorizo y nunca está en mi lista de proteínas, busco alternativas que no tengan los contras".