El endocrino Francisco Rosero.

El endocrino Francisco Rosero.

Nutrición

Francisco Rosero, endocrino: "Si lo que quieres son probióticos en España, toma esto en vez de yogur natural"

En el supermercado encontramos una gran variedas de lácteos fermentados y cada uno de ellos nos puede servir para alcanzar objetivos de salud concretos.

Más información: Soy médico y jamás recomendaría estos tres yogures que se venden en los 'súper' en España

J. Rodríguez
Publicada

Sabemos desde hace décadas que nuestro intestino está habitado por microorganismos beneficiosos, pero ha sido en los últimos años cuando hemos descubierto el potencial de estos seres. No sólo son imprescindibles en el proceso de digestión de los alimentos, sino que contribuyen a evitar las infecciones, generar compuestos antiinflamatorios e, incluso, se han relacionado con la depresión y la salud mental.

Esta comunidad de seres está viva y, por tanto, podemos hacerle daño o beneficiarla con lo que ingerimos todos los días. Dos de los elementos más tóxicos para la microbiota son los productos ultraprocesados y las bebidas alcohólicas, lo mejor es evitarlos tanto como sea posible. Por el contrario, existen dos tipos de alimento que son capaces de reforzar a estas comunidades: los prebióticos y los probióticos.

Aunque tengan un nombre similar, sus funciones son diferentes. Los prebióticos son los alimentos que contienen fibra y que dan de comer a la microbiota, es el sustento de estos seres. Los expertos, de hecho, sostienen que son los alimentos más interesantes para cuidar de la microbiota. Los probióticos son alimentos fermentados que contienen microbios que pueden llegar con vida al intestino y contribuir a poblar esta comunidad.

En este último grupo de alimentos se encuentran las verduras fermentadas, como el kimchi o el chucrut, pero los más populares en España son los lácteos fermentados. Es decir, el yogur o el kéfir. El primero es el más conocido de todos y el segundo se ha hecho un hueco en nuestra lista de la compra en los últimos años, pero ¿cuál es el más interesante que podemos comprar? Depende de lo que busquemos al consumir este producto.

El médico endocrinólogo Francisco Rosero ha publicado un vídeo al respecto en su perfil de Instagram para resolver esta duda. "¿Cuál es mejor: el yogur griego, el yogur natural o el kéfir? Los tres productos son fermentados a base de leche, cada uno tiene propiedades que lo hace diferente al otro", explica el experto. En general, estos productos pueden ser útiles para obtener proteínas o para obtener probióticos.

"El yogur griego tiene más proteína, más o menos diez gramos por cada 100 mililitros. Tanto el kéfir como el yogur natural tienen cinco gramos de proteína", asegura Rosero. "Si quieres una opción con más proteína, el yogur griego debería ser tu elección". El endocrino señala en la descripción de su vídeo que este yogur es el resultado de filtrar un yogur natural para eliminar parte del suero, "lo que lo hace más espeso y concentrado", señala.

Es decir, de un yogur griego podemos esperar una textura más densa y cremosa y un sabor más suave y menos ácido que el yogur natural. El número de probióticos, sin embargo, se considera similar, pero suele tener menos lactosa. Esto se debe a que el filtrado hace que se pierda cierta cantidad. En cuestión de lactosa, el yogur natural es el que más tiene, pero la cantidad es inferior a la que se encuentra en la leche.

Kéfir para el intestino

El kéfir tiene menos lactosa porque sus microorganismos se encargan de reducirla, pero esta no es la característica más importante de este lácteo. "En cuanto a la cantidad de probióticos, el que más tiene es el kéfir, seguido del yogur natural y del griego. Si quieres una opción con más probióticos el kéfir debería ser tu opción", explica Rosero. Esto se debe a que el kéfir está fermentado con una combinación de bacterias y levaduras.

Como resultado, el kéfir resulta líquido o ligeramente espeso y tiene un sabor más ácido y efervescente que el yogur. Rosero calcula que por cada 100 gramos cuenta con tres o cuatro gramos de proteínas. Entonces, ¿por qué deberíamos elegir un yogur natural si no destaca tanto como los demás en los diferentes parámetros? "Si quieres una opción versátil que va bien con cualquier tipo de comida y en cualquier momento", señala Rosero.

El yogur, como ya sabemos, es la leche que se fermenta con las bacterias Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus. Tiene una textura suave y cremosa y es ligeramente ácido, aunque para algunas personas esta acidez no resulta tan agradable como para otros. En este caso, Rosero advierte que no debemos elegir los yogures que tienen sabores o trozos porque contienen demasiada azúcar.

"Al final tú eres el que decide. Eso sí, busca productos fermentados lácteos que no tengan azúcar, que no tengan colorantes artificiales y puedes añadir un poco de stevia si necesitas ese sabor dulce, no hay ningún problema. Combinan muy bien con frutos secos, con frutas y van bien en cualquier momento del día, pueden ser en el desayuno, en el almuerzo o en la cena", cuenta Rosero. En cualquier caso, el experto destaca que tanto el yogur griego, el natural y el kéfir, "los tres son muy buenas opciones".