El cardiólogo Borja Ibáñez en una consulta.

El cardiólogo Borja Ibáñez en una consulta. Quirónsalud

Nutrición

Borja Ibáñez, cardiólogo, advierte a España: "A los 20 años ya deberíamos vigilar el colesterol y la tensión"

Este médico y especialista en la salud del corazón realiza recomendaciones que están centradas también en cambiar hábitos como nuestra alimentación.

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Aunque muchas personas no lo crean, en España se come cada vez peor. Y eso realmente es un crimen que era casi imposible de imaginar hace unos años. Nuestro país es la cuna de la dieta mediterránea. Sin embargo, por diferentes motivos, esta cada vez se sigue menos, lo que se está traduciendo en graves problemas para la sociedad.

Para muchos expertos hay una relación directa entre la pérdida de calidad de nuestra alimentación y el aumento de ciertas enfermedades. Algunas de ellas, por ejemplo, están relacionadas con procesos tan complejos como el cáncer. Sin embargo, se produce una situación parecida también con los problemas cardiovasculares.

Comer peor, algo que en España es tendencia en los últimos años, se traduce en una peor salud de nuestro corazón ya que esa alimentación que se aleja de la dieta mediterránea se suele traducir, por ejemplo, en un exceso de colesterol. Así lo afirma sin ir más lejos Borja Ibáñez, experto en asuntos cardiacos.

Ibáñez, cardiólogo de profesión en hospitales tan prestigiosos como el Mount Sinai de Nueva York, se encuentra especialmente preocupado por la falta de trabajo de prevención que se realiza en España. Esta tendencia podría hacer que muchas personas consiguieran anticiparse a los graves problemas de salud que el futuro les depara.

Una prevención que no solo se debe trabajar desde el campo de la investigación, sino también desde la nutrición y es que cambiando ciertos puntos podemos cuidar nuestro corazón para vivir más y, sobre todo, para vivir mejor. Así lo expone Borja Ibáñez en Uppers donde expone su punto de vista como responsable de REACT.

¿Cómo podemos reducir el riesgo de infarto?

Borja Ibáñez deja claro que uno de los grandes problemas de España en materia de infartos es que se trabaja demasiado en el después y muy poco en el antes, descuidando la prevención. "Es el punto más importante. Yo trato pacientes en mi actividad clínica cuando ya tienen el infarto. Les tratamos, se hacen muy bien las cosas, la mayoría de los pacientes sobreviven al infarto y luego tenemos buenos tratamientos".

"Pero lo estamos haciendo muy mal en la prevención muchos años antes de que ocurran estos infartos. Hay otro estudio que seguimos haciendo, que es el proyecto PESA, en el cual hemos tenido ya muchos resultados muy importantes que nos han hecho ver que la enfermedad empieza mucho antes de lo que pensábamos".

Una de las claves de este proyecto es atender a los factores que aumentan el riesgo. "Un dato muy importante que hemos encontrado es que estos factores que conocemos todos, que afectan a la aterosclerosis, como el tabaco, el colesterol, la tensión arterial o el azúcar, afectan mucho más a los jóvenes que a los mayores. El objetivo final es demostrar que esta identificación precoz y que el tratamiento en etapas tempranas va a tener mucho impacto".

Sobre los grandes enemigos del corazón, Borja Ibáñez lo tiene claro, ya que señala al peor de todos en primer lugar, "el colesterol". Pero lógicamente este no es el único. "Además de que hacemos mala prevención, se han cambiado muchísimo los hábitos de vida. La dieta, en particular en España, está cambiando y en otros países que ya la tenían mala desde antes, es malísima".

Para este reputado cardiólogo, licenciado en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid y doctor por la Universidad Autónoma, el problema principal está en que "hay muy poca dieta mediterránea y mucha dieta basada en productos procesados, mucho azúcar, sal… y, por supuesto, el aumento brutal de sedentarismo. Esto afecta de manera espectacular".

Al mismo tiempo, Ibáñez asegura que otra de las grandes amenazas es la falta de sueño unido a todos los malos hábitos anteriormente citados. Una situación que está afectando especialmente a los jóvenes. Por ello, este experto establece que el objetivo principal en este sentido debe ser "cómo conseguimos que esta población joven, que habitualmente no se preocupa de estas cosas, realmente se conciencie".

Para concienciar a la sociedad joven de que debe cuidarse y sobre todo llevar un control desde edades tempranas se ha pensado en poner en marcha proyectos con psicólogos e incluso influencers para aumentar el alcance hacia las nuevas generaciones.

Los datos que ha reclutado Borja Ibáñez junto a todo su equipo en el proyecto REACT son realmente alarmantes. "Sabemos que aproximadamente el 8% de sujetos entre 18 y 30 años ya tienen signos de aterosclerosis. Nosotros pensamos que hay que empezar a revisar a la mayoría de edad, alrededor de los 20 años. Es importante medirse la tensión y el colesterol. Y si hay parámetros ligeramente altos, hacer una ecografía para ver si hay enfermedad. Creemos que la prevención e incluso la intervención, cuando hay que hacerla, debe iniciarse en la década de los 20".

Si la detección se hace a tiempo, quizás en muchos casos baste con cambiar alguna conducta habitual en nuestra vida para reforzar nuestra salud. "A veces, con hábitos de vida es suficiente y hay que hacer un control pasados unos meses".

"Lo que queremos demostrar sobre todo es que incluso una intervención farmacológica muy pronto, en la década de los 20 o 30 años, aunque no se mantuviese para siempre, tendría un impacto enorme en las fases iniciales. Eso cambiaría tanto la progresión natural de la enfermedad, que muy probablemente una intervención de cinco o diez años sería suficiente para que esta persona no tuviera ninguna manifestación clínica. Es como anticiparnos 30 años y ver qué persona tiene muy alto riesgo de tener un infarto con alta probabilidad dentro de 30 años, y poder intervenir 30 años antes".