Pablo Ojeda, nutricionista.

Pablo Ojeda, nutricionista.

Nutrición

Pablo Ojeda, nutricionista: "Lo que comes por la noche en España se almacena más fácilmente en forma de grasa"

Si queremos evitar el síndrome de alimentación nocturna debemos cenar proteínas y evitar las pantallas a las últimas horas del día.

Más información: Esto es lo que les pasa a los españoles que comen y cenan lo mismo a diario: el aviso de los especialistas

J. Rodríguez
Publicada

Los españoles no siempre acertamos cuando planteamos nuestra cena, o nos pasamos o nos quedamos cortos. A esta última hora del día nos suele dar pereza cocinar y, por eso, tiramos de alimentos ultraprocesados insanos o, simplemente, de una fruta y un yogur. Es decir, dos opciones que tienen en común que se preparan en un pispás. Sin embargo, muchos de estos productos nos pueden dejar hambrientos a mitad de la noche.

En este sentido, el nutricionista Pablo Ojeda ha publicado un vídeo en sus redes sociales hablando precisamente de este problema. "¿Te ha pasado que te despiertas en la noche y terminas comiendo cualquier cosa? No eres el único, ni la única, se llama síndrome de la alimentación nocturna y le pasa a más gente de la que crees", explica este experto. Así que esos atracones nocturnos tienen un nombre científico.

El experto alerta de que "puede parecer inofensivo, pero afecta a la salud". Según explica a continuación, este síndrome sucede "por estrés, por falta de sueño, dieta desequilibrada y problemas de la vida". El experto advierte que puede afectar a nuestro metabolismo: "Lo que consumes por la noche puede almacenarse con más facilidad en forma de grasa, lo que puede llevar a ese aumento de peso o, incluso, a enfermedades crónicas como la diabetes".

Pero, ¿por qué razón comer por la noche puede hacer que engordemos más? "Pues porque durante el día nuestro metabolismo está activo, está arriba, quemamos calorías más rápido. Pero por la noche, cuando se prepara para descansar, el metabolismo se vuelve más lento y esas calorías extra no se queman igual y terminan acumulándose", explica Ojeda. La ciencia que estudia cómo afectan los alimentos según la hora del día se llama crononutrición.

En cualquier caso, este nutricionista explica que no debemos preocuparnos porque hay cosas que podemos hacer. "Cenar algo saciante con proteína, que te va a mantener lleno y activa un poco el metabolismo. Suplementos como la melatonina, el magnesio, la valeriana son positivos, pero tómalos con supervisión, por favor. Y las luces brillantes, como los móviles y las televisiones, la luz azul interfiere con el sueño", resume Ojeda.

 

Con respecto a las cenas, Ojeda sostiene que deben ser saciantes y esto no sucede cuando comemos alimentos procesados. A pesar de ser muy calóricos, tienen un alto índice glucémico y generan sensación de hambre poco tiempo después. Y, por su parte, aunque cenar una fruta y un yogur sea muy saludable, es insuficiente y genera hambre al poco tiempo. También es insuficiente en cuanto a los nutrientes que aporta.

"Cenar fruta y yogur uno o dos días está bien, pero si lo haces siempre eliminas nutrientes que necesitas. Claro que son dos alimentos sanos, pero es una de las grandes confusiones cuando nos ponemos a dieta. En una dieta restamos energía de la alimentación, sí, pero seguimos consumiendo los nutrientes que necesitamos", explicaba Pablo Ojeda en esta entrevista para EL ESPAÑOL.

Pero no sólo es importante lo que tomamos, sino también la hora a la que lo hacemos. Los expertos han descubierto en los últimos años que los alimentos tienen un impacto diferente según la hora del día y a esta ciencia se le ha llamado crononutrición. En este sentido, España falla al establecer su hora de la cena demasiado tarde. Sobre esto habló el nutricionista Luis Zamora en este artículo de EL ESPAÑOL: "Cenar más allá de las nueve de la noche se asocia con un 28% más de riesgo cardiovascular".