Una taza de café.

Una taza de café.

Nutrición

Esto es lo que les ocurre a los españoles que beben café todos los días del año: la polémica alerta médica

Aunque la mayoría de estudios recientes subrayan los beneficios nutricionales del café, no todos lo recomiendan de forma unánime.

16 diciembre, 2023 11:38

La evidencia científica sobre el consumo de café ha cambiado en los últimos años. Si anteriormente se relacionaba con múltiples enfermedades, hoy en día los estudios sugirien justo lo contrario. El café, siempre que sea de calidad, con una dosis adecuada y evitando abusar de aditivos como el azúcar, puede tener grandes beneficios para la salud.

Sin embargo, no todos los estudios sugieren lo mismo, y recientemente se ha rescatado uno de estos estudios gracias a la labor divulgativa del Dr. Antelm Pujol, médico residente de endocrinología, el cual ha comentado un polémico estudio con el que muchos no están de acuerdo: el consumo de café y la alteración del descanso, incluso a bajas dosis.

El estudio, publicado el pasado año 2018 en la revista Sleep, llegó a una polémica y a la vez paradójica conclusión. Implicaba que consumir más de 60 tazas de café-año se asociaría con una menor producción de melatonina, un menor tamaño de la glándula pineal (productora de melatonina) y una menor calidad y cantidad del descanso.

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En el estudio, investigadores coreanos analizaron datos de 162 personas de entre 60 y 94 años (85 hombres y 77 mujeres), con una edad media de 72 años y cognitivamente sanas, que habían participado en el Estudio Longitudinal Coreano sobre Envejecimiento Cognitivo y Demencia. Se evaluó sus patrones de consumo y cantidad de café consumido mediante una entrevista estandarizada, y también se evaluó su calidad del sueño mediante el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh.

Así mismo, también se midió el volumen de su glándula pineal mediante imágenes de resonancia magnética. Esta glándula, entre otras funciones, es la responsable de la secreción de la melatonina, conocida como "la hormona del sueño". En realidad su función va mucho más allá, cumpliendo un papel esencial en la regulación del ritmo circaciano y el sueño-vigilia.

La glándula pineal está completamente desarrollada alrededor de los 2 años y su tamaño no cambia durante la vida. Su volumen se correlaciona con los niveles de melatonina, dado que el 80% de la misma está formada por pinealocitos productores de la hormona. Por su parte, se sabe que el café compite con la adenosina, una sustancia que a su vez aumenta la producción de melatonina. A más café, menos adenosina.

Además, si el consumo de café se prolonga en el tiempo, se puede producir una supresión prolongada de producción de melatonina, empeorando la calidad del sueño en la vejez. Esto es una hipótesis, y no se ha investigado realmente si el consumo de café a largo plazo se asocia con un menor volumen de la glándula pineal, aunque sí se sabe que un menor volumen se asociaría con una peor calidad del sueño.

En este caso, el consumo de café se calculó usando la cantidad promedio de consumo diario (ADCC o tazas/día) y las edades al inicio y final del consumo de café (años). Se calculó la duración del consumo de café a lo largo de la vida (DLCC, en años) restando la edad a la que los participantes empezaron a la edad a la que lo dejaron. Así, se estimaron las tazas-año (ALCC) multiplicando las tazas diarias (ADCC) por el consumo de café a lo largo de la vida (DLCC). Por tanto, cuidado con la interpretación de datos, porque "60 tazas-año" no es igual a "60 tazas anuales": sería el equivalente a unas 3 tazas diarias durante unos 20 años.

Según las conclusiones del estudio -aunque no son pocos los trabajos que aseguran que consumir 3-4 tazas de café al día (300-400 mg de cafeína al día) es una dosis segura e incluso beneficiosa en adultos sanos. El consumo de más de 60 tazas de café-año (el equivalente a 3 tazas al día durante más de 20 años) se asociaría con un menor volumen de la glándula pineal, una menor producción de melatonina y una peor calidad del sueño.

Aunque los autores defienden sus conclusiones con múltiples datos y estudios previos, cabe puntualizar algunas limitaciones:

- No existe un consenso claro sobre los valores normales del volumen de la glándula pineal en humanos, como corroboran los mismos autores de este estudio.

- No se evaluaron otras fuentes de cafeína más allá del café. Ni té, ni refrescos, ni consumo de chocolate. Ni se diferenció la forma de preparar el café, ni si dichos cafés eran con o sin cafeína.

- La muestra fue muy pequeña, con apenas 162 personas.

- El consumo de café se evaluó una única vez, en una única entrevista, y dando por supuesto que el consumo de café de todos los participantes se había mantenido idéntico durante toda su vida.

- Tanto el consumo de café como la cantidad y calidad del sueño fueron autoinformados en una sola entrevista, sin un seguimiento previo o posterior, ni un control externo como tal.

- Las gráficas aportadas por el mismo estudio no dejan lugar a las dudas: la variabilidad entre los individuos participantes es enorme, por lo que llegar a una conclusión como esta, por mucho que indiquen que "es estadísticamente significativa", aporta más dudas que conclusiones reales.

Por tanto, a pesar de que el estudio es llamativo, sobre todo por sus paradójicas conclusiones, la realidad es que se debería realizar de forma diferente y corrigiendo todas las limitaciones anteriormente mencionadas.