Un plato de lentejas.

Un plato de lentejas. iStock

Nutrición

La verdadera razón por la que deberías tomar un yogur natural cuando comas un plato de lentejas

A pesar de que hay quien dice que tomar un yogur con las lentejas le provoca menos gases, no hay evidencia de ello; pero sí es beneficioso.

3 agosto, 2023 03:07

En cualquier hogar que se precie debe bullir de vez en cuando una olla con lentejas: aunque existe un refrán que dice que son "comida de viejas", en realidad este alimento nunca debe pasar de moda. Son una de las legumbres más famosas de nuestra dieta mediterránea y están repletas de beneficios para nuestra salud. ¿Que nos parecen demasiado calientes para el verano? Se puede hacer con ellas una ensalada; ¿que las que hacían nuestras abuelas nos parecen muy pesadas? se puede modernizar la receta. El caso es tomarlas.

Sin embargo, ya se sabe que para disfrutar de las legumbres hay que pagar un pequeño peaje: los gases que provocan. Esto se debe a que las legumbres tienen en su composición dos oligosacáridos, que son la rafinosa y la estaquiosa, que el cuerpo no es capaz de digerir y, por eso, cuando la microbiota la metaboliza se producen gases. Por suerte, estos gases se pueden llegar a evitar si conocemos el truco correcto; no todos los que circulan en internet y en el boca a boca tienen la capacidad de silenciar a la orquesta.

Lo que realmente funciona es hacer una cocción previa de las legumbres, tirar el agua en el que se ha realizado y terminar el proceso con agua limpia y nueva. De esta manera, las lentejas no nos provocarán gases, pero aportarán una menor cantidad de minerales y de vitaminas. De todas formas, también existe la creencia de que tomar un yogur junto a las lentejas tiene el mismo efecto, la reducción de los gases intestinales. Ahora bien, todo apunta a que este truco es, más bien, un bulo.

Flora intestinal

Si bien las bacterias que se utilizan para hacer los yogures tienen la capacidad de fermentar la rafinosa y la estaquiosa, este poder no nos evitará una buena hinchazón en el vientre, según explica la tecnóloga de los alimentos Beatriz Robles en este artículo de Maldita.es. "Actúan exactamente igual que las bacterias que ya tenemos en nuestro intestino grueso: fermentan esos hidratos de carbono que nosotros no podemos digerir y producen gas que vamos a tener que expulsar". Es decir, que, en este caso, da igual tomarlo o no.

Eso sí, esto no siempre es así. Tanto las lentejas como el yogur natural son alimentos que forman parte de la dieta mediterránea más tradicional y, por tanto, su consumo se asocia con ciertos beneficios para la salud. Tal y como explica el epidemiólogo Miguel Ángel Martínez-González en su libro Salud a ciencia cierta (Planeta, 2018), el yogur natural es el lácteo más saludable de todos: "Se ha visto en estudios a largo plazo, bien hechos, que su consumo está vinculado a una reducción de la diabetes tipo 2. Además, la ganancia de peso disminuye en las dietas que incluyen yogur".

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Pero, ¿qué hay del beneficio más famoso del yogur? "No lo sabemos a ciencia cierta todavía, pero está claro que algo beneficioso ocurre con las bacterias del tubo digestivo cuando nos tomamos un yogur. Se ha visto que los probióticos que contiene pueden ser bastante beneficiosos para la flora intestinal, aunque no la cambian totalmente. Se requeriría un consumo muy continuado", recoge Martínez-González en su libro. Vamos, que las lentejas y el yogur natural hacen un match perfecto en la dieta.

Un compañero esencial

Si los probióticos del yogur natural tienen la capacidad de reforzar la población de la flora intestinal, la gran cantidad de fibra alimenticia que existe en las lentejas sirve de alimento para la misma. Ahora bien, este tándem tan bien avenido se puede quebrar si traicionamos una de las recomendaciones que más escuchamos por parte de los médicos y de los nutricionistas: comer suficiente fruta. Si vamos a utilizar el yogur para sustituir una pieza de fruta, los beneficios que este lácteo aporta al intestino se esfuman.

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Por tanto, las propiedades de los alimentos que consumimos en la dieta pueden interactuar entre ellas y complementarse. En este sentido, la ciencia también tiene una sugerencia sobre qué frutas deberías tomar cuando comas lentejas. Seguramente hayas oído que las lentejas son una de las mejores fuentes de hierro y, si bien contienen una importante proporción de este mineral, nuestro cuerpo no es capaz de aprovechar todo el que contiene. Esto se debe a que, desde que lo comemos hasta que lo absorbemos, mucha parte del hierro se pierde por el camino.

La estructura del hierro que procede de los alimentos vegetales lo mantiene más expuesto a algunos componentes que pueden degradarlo. Pero, en este caso, también existe un truco para que esto tampoco suceda: comer junto a las lentejas un alimento crudo que sea fuente de vitamina C, como cualquier fruta cítrica. La vitamina C, de esta manera, defiende al hierro de origen vegetal y queda más cantidad disponible para que sea absorbido.