El jamón de York es una carne procesada que ha sido relacionada con el cáncer.

El jamón de York es una carne procesada que ha sido relacionada con el cáncer. istock

Nutrición

Cáncer de hígado: el alimento habitual en España que se vincula con el grave tumor

Un reciente metaanálisis relaciona el consumo de carne procesada como el jamón de York con una mayor incidencia de estos tumores. 

1 septiembre, 2022 02:53

El cáncer de hígado ha sido uno de los que más ha aumentado durante las últimas décadas. Si bien anteriormente se solía relacionar de forma directa con el alcoholismo crónico o hepatitis de diversa índole, destacando las hepatitis infecciosas, actualmente la dieta es la principal causa de este tipo de cáncer.

Entre los diversos alimentos potencialmente relacionados con el cáncer de hígado, se ha sugerido que tanto la carne roja como la carne procesada podrían colaborar en el desarrollo de esta patología. Así pues, un nuevo metanálisis de estudios publicado en Nutrition Cancer ha intentado arrojar luz sobre el asunto.

Cabe recordar que alrededor del 40% de los casos de cáncer de hígado no tienen un origen claro, aunque recientemente un estudio presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición sugirió que las bebidas azucaradas, como los refrescos, colaborarían en el aumento de la prevalencia de esta enfermedad. En total se calcula que este tipo de bebidas aumentarían el riesgo de cáncer de hígado hasta un 78% en el caso de mujeres postmenopáusicas.

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Sin embargo, otros ultraprocesados como la carne procesada, o incluso la carne roja no procesada, también se habrían relacionado con el aumento del riesgo de cáncer. Ya durante el pasado año 2015 la Organización Mundial de la Salud emitió un comunicado sobre la carne procesada y el riesgo de cáncer, recomendado el consumo moderado de ambos tipos de carne, pero no se aconsejaba cesar dicho consumo.

Más recientemente, durante el pasado mes de marzo de 2022, un estudio publicado en BMC Medicine afirmó rotundamente que "a menor consumo de carne, menor riesgo de sufrir cáncer" en general. En dicho trabajo se concluyó que la mejor opción sería consumir carne cinco veces a la semana, o menos, para reducir el riesgo de cáncer en general. Así mismo, sustituir la carne por pescado reduciría más si cabe dicho riesgo, y llevar a cabo una dieta vegetariana o vegana reduciría aún más el riesgo en comparación.

Tanto la OMS como el Foro Mundial para la Investigación del Cáncer han pedido limitar tanto el consumo de carne roja como de carne procesada, como analizamos recientemente en EL ESPAÑOL: por cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida de forma diaria, aumentaría el riesgo de cáncer colorrectal hasta un 18%. Aunque los estudios en general apuntan más a la carne procesada que a la carne roja en cuanto a riesgo de cáncer se refiere. Y casi todos estos trabajos suelen tener como objetivo el análisis de la relación entre consumo de carne y riesgo de cáncer de colon.

Falta de evidencia

Pero el nuevo metanálisis publicado en mayo de 2022 tuvo como objetivo analizar la relación entre cáncer de hígado y consumo de carne, a diferencia de otras revisiones y metanálisis previos. Hasta el momento dicha relación no estaba clara.

Los autores realizaron un metanálisis de estudios observacionales para aclarar dicha relación, incluyendo un total de 17 estudios con 2.915.680 participantes en total y 4.953 casos de cáncer de hígado. De todos los estudios analizados, diez informaron sobre el consumo de carne roja, nueve informaron sobre el consumo de carne blanca, nueve informaron sobre el consumo de pescado, siete informaron sobre el consumo de carne procesada y cinco informaron sobre el consumo total de carne.

Según los resultados de este metanálisis, ni el consumo de carne roja ni el consumo total de carne se asociaron con un mayor riesgo de cáncer de hígado. Por su parte, el consumo de carne procesada sí aumentaba el riesgo de cáncer de hígado. Por su parte, un mayor consumo de carne blanca y pescado se asociaron inversamente con el riesgo de cáncer de hígado: a mayor consumo, menor riesgo. 

Como conclusión, los autores de este metanálisis sugieren que una intervención dietética podría ser un enfoque eficaz frente al cáncer de hígado. Con todos los datos disponibles hasta el momento, se podría sugerir que evitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas y el consumo de carne procesada serían buenas opciones para reducir el riesgo; así mismo un mayor consumo de carne blanca y pescado actuarían como "factores protectores". Aún así, como siempre, los autores recuerdan que será necesario seguir investigando.