Los días con anomalías de calor y de frío con respecto a la media registrados en 2023.

Los días con anomalías de calor y de frío con respecto a la media registrados en 2023. Aemet/Pablo García Santos

Meteorología

2023, a punto de ser el año más cálido de la historia en España: "Ni seis 'Filomenas' lo evitarían"

El excepcional 'Veranillo de San Martín' llevará al mes de noviembre a un nuevo récord de temperatura, y sentencia a 2023 como el año más cálido. 

15 noviembre, 2023 02:33

La memoria meteorológica tiende a jugarnos malas pasadas: si conversásemos casualmente sobre el tiempo en el ascensor y alguien nos dijera que 2023 está a punto de pasar a la historia como el año más cálido de la era moderna en España, sin duda pensaríamos que exagera. Es cierto, admitiríamos echando la vista atrás, que la temperatura digna de una ola de calor de la pasada primavera no fue normal. Que la canícula de verano ha tenido fogonazos extremos en toda Europa. Que tuvimos un "veroño" excepcional en octubre y que ahora, a mitad de noviembre, el Mediterráneo tiene máximas propias del verano. Quizá entonces nos encajarían las piezas.

El 'Veranillo de San Martín' de este año, como ya lo hizo el de 'San Miguel', presenta anomalías extremas de temperaturas elevadas que además se extenderán durante diez días según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) "Estamos inmersos en otro veranillo que es más bien un veranazo", valora Samuel Biener, experto de Meteored, para EL ESPAÑOL. "Es un episodio persistente y muy generalizado, con valores hasta 15 o 16 grados más altos de lo normal para estas fechas. Murcia podría superar los 31 grados, el récord que se batió el 6 noviembre de 2013. En Canarias están alcanzando los 33 y 35 grados de forma puntual". 

Un mes más, las anomalías de temperatura caen predominantemente del lado del calor. Según Aemet, hay que remontarse a abril de 2022 para encontrar un mes frío. En 2023, no ha habido ni un solo mes que no fuera más cálido de lo normal en comparación a la media histórica."En los últimos años, estos veranillos se están convirtiendo prácticamente en prolongaciones del propio verano", explica Biener. En noviembre, sin embargo, se nota algo menos porque los registros del día, que son "veraniegos", se ven atemperados por las noches, "que ya son muy largas".

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Ciertamente, todavía queda mes y medio para que termine el año, y la semana que viene traería el aire ártico polar de vuelta a España. Pero las anomalías de frío no compensarán los excesos de calor de los días anteriores. "En la segunda quincena de noviembre la atmósfera va a tener más dinamismo. Podrían llegar los vientos fríos del Norte y Noreste, y entonces hablaríamos de un descenso notable o extraordinario respecto a los valores de esta semana", adelanta Biener. Pero la realidad es que volveremos a una situación más normal para la época del año".

"Nuestro clima se está volviendo más irregular. Hemos pasado prácticamente del carrusel de borrascas y las inundaciones a una situación de verano. Si se cumplen las proyecciones climáticas, esta va a ser la nueva normalidad. Es muy difícil revertir esa tendencia", reflexiona Biener. "Haría falta casi una Filomena por cada una de las seis semanas que quedan para terminar el año o una pequeña edad de hielo en diciembre para evitar que 2023 no sea el año más cálido de la historia en España. O que, por lo menos, no entre seguro entre los tres primeros".

La sequía, eterna preocupación

Los expertos en clima coinciden en subrayar en que este año se han conjugado varios factores excepcionales, del calentamiento extraordinario de las aguas oceánicas a la aparición del fenómeno cíclico de El Niño. Por tanto, no se descarta que este incremento anual sea "puntual" y la tendencia remita a partir de 2024. "Pero si no lo es, es muy preocupante", afirma el climatólogo. "Se están registrando temperaturas que los modelos climáticos no predecían tan pronto. Esto significaría que el calentamiento global se está acelerando muy rápidamente".

Además, aunque el año hidrológico ha comenzado con precipitaciones por encima de la media, la lluvia apenas ha tocado zonas como Cataluña, donde los embalses marcan sus valores más bajos desde que hay registros, o el sureste peninsular. Si se mantienen los vientos ponientes, advierte Biener, "nos esperan unos meses extremadamente complicados".

El otoño, efectivamente, debería ser una de las estaciones más lluviosas en la vertiente mediterránea, y es precisamente ahí dónde menos ha llovido estas semanas. Por de pronto, no se puede garantizar la llegada de nuevas borrascas de alto impacto o frentes lluviosos generalizados. Pero, en palabras de Biener, si se cumple el pronóstico para la semana que viene y por mucho que bajen las temperaturas, "probablemente acabaremos noviembre con bañador".