Una mujer y un niño tratan de avanzar por la inundada Plaza de San Marcos, en Venecia, este noviembre.

Una mujer y un niño tratan de avanzar por la inundada Plaza de San Marcos, en Venecia, este noviembre. Reuters

Medio ambiente COP25

Las cuatro claves de la cumbre del clima COP25: ¿hay tiempo para evitar el desastre total?

Faltan 8 días para que arranque en Madrid la Cumbre del Clima de la ONU. ¿Qué podemos esperar de este encuentro?  

24 noviembre, 2019 02:35

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Los planes presentados hasta ahora por países de todo el mundo para hacer frente al cambio climático son insuficientes. En 2015, cerca de 200 estados se comprometieron en el Acuerdo de París a esforzarse para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados a finales de siglo. Pero el incremento ya va por un grado y los gobiernos no han hecho los deberes.

Como advirtió la ONU recientemente, si continúan al ritmo actual las emisiones de gases de efecto invernadero, principales responsables del calentamiento del planeta, a final de siglo la temperatura subirá más de tres grados. En este contexto poco prometedor, Madrid acoge del 2 al 13 de diciembre, bajo la presidencia de Chile, la Cumbre del Clima de Naciones Unidas (COP25), que se celebra una vez al año. ¿Qué podrá solucionar este encuentro?

Expertos en lucha contra el cambio climático y con experiencia en cumbres anteriores explican a EL ESPAÑOL que el éxito del encuentro dependerá de la voluntad política para fijar planes nacionales de recortes de emisiones más ambiciosos. Tras más de dos décadas de echar balones fuera, el tiempo se acaba. En este artículo exponemos las claves para entender qué podemos esperar de la COP25, que reunirá a líderes políticos de todo el mundo, activistas como Greta Thunberg y que contará con una importante movilización de la sociedad en la calle, como hemos visto en el último año, como herramienta clave de presión. 

Todos hablan del Acuerdo de París, ¿por qué es tan importante?

Se trata del primer pacto contra el cambio climático que logró poner de acuerdo a casi el mundo entero. Este acuerdo, ratificado hasta ahora por 187 países, entra en vigor el año que viene y marca el ambicioso objetivo de mantener el aumento de la temperatura del planeta, que parece irreversible, muy por debajo de los dos grados, respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar esa crecida a 1,5 grados

Este segundo escenario es el mal menor, ya que sus consecuencias serían más asumibles, pero parece complicado de alcanzar si los gobiernos no ejecutan "cambios sin precedentes". Superar este límite traería más calor extremo, lluvias torrenciales o sequías, sobre todo en zonas sensibles como el Mediterráneo. También afectaría a la salud, al suministro de agua y al crecimiento económico, con un impacto especialmente negativo sobre los más pobres del planeta. 

¿Qué acuerdos clave se pueden esperar de la COP25?

Esta cumbre va a ser muy técnica. Las delegaciones de los país negociarán durante estos 12 días para cerrar la reglamentación del Acuerdo de París que garantice el cumplimiento del pacto. La COP25 será una cumbre de transición, no tan decisoria como fue la de París. La del año que viene, que se celebrará en Glasgow (COP26), tendrá más peso ya que  los países tendrán que revisar sus planes, según explica Tatiana Nuño, integrante de Greenpeace, asistente a las últimas cumbres climáticas. Ya en 2015 los países sabían que harían falta planes más exigentes y fijaron revisiones al alza de las contribuciones nacionales cada cinco años.

Pero, como subrayó el secretario de la ONU, António Guterres, el pasado septiembre en Nueva York, ya en no hay tiempo que perder. "Hay que exigir a la COP que los políticos sean más ambiciosos, que se comprometan a implementar en sus países políticas más valientes en sectores estratégicos como el energético, el transporte, la ganadería. Hay que abandonar el petróleo, el carbón, el gas, y avanzar hacia un modelo económico sostenible desde las políticas nacionales", valora Nuño. Según la ecologistas el mensaje claro: hay que actuar de forma urgente.

En España habría que empezar por dar luz verde a la Ley de Cambio Climático. El anteproyecto, aprobado el pasado febrero por el Consejo de Ministros, contempla una reducción de un 20 % de emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, respecto a 1990, y de un 90 % en 2050. Pero esta meta no ha sido revisada de acuerdo a las recomendaciones científicas y  será actualizada. En la cumbre de Nueva York del pasado septiembre, 70 países, entre ellos España, se comprometieron a una reducción de al menos el 45% para 2030 y neutralidad de carbono en 2050 —que las emisiones liberadas a la atmósfera sean igual al retirado.  

Trump quiere sacar a EEUU del acuerdo, ¿echará a perder la cumbre?

Barack Obama era el presidente de EEUU cuando se firmó el Acuerdo de París, pero el mundo ha cambiado mucho desde entonces. El actual mandatario estadounidense, Donald Trump, ha instalado el negacionismo climático en la Casa Blanca y lo ha llevado a su máxima expresión. El republicano ha iniciado los trámites para sacar a EEUU del acuerdo, pero no puede ejecutarse hasta noviembre de 2020. No se han perdido todas las esperanza, ya que justo antes hay elecciones presidenciales. "Lo importante es que este movimiento no ha tenido efecto cascada”, valora Fernando Valladares Ros, profesor de investigación del CSIC, donde dirige el grupo de Ecología y Cambio Global.

Ante este panorama, no se espera la presencia del presidente Trump en la COP25. Según los expertos en cumbres sobre el clima, EEUU, el segundo país más contaminante del mundo por detrás de China, enviará una delegación bastante grande y con mucha capacidad de influencia, aunque con el tiempo ha perdido volumen. La Unión Europea, que participa como una parte, es uno de los integrantes más comprometidos y "tiene una condición estupenda para liderar la crisis". 

¿Por qué son importantes las manifestaciones?

"Esperemos que la presión social impulse a los gobiernos", apunta Valladares. A pesar de que la ONU celebra cumbres contra el cambio climático desde hace más de dos décadas, las decisiones por ahora no están a la altura. De ahí que la presión de los ciudadanos tenga tanto peso. La presión que durante años lideró el movimiento ecologista, con poca capacidad de movilización en España, toma ahora impulso con el liderazgo de los más jóvenes. "¡Tenemos la casa ardiendo y nuestros políticos no hacen nada para evitarlo!", sentencian los organizadores de la manifestación del 6 de diciembre que saldrá de la Atocha a las 18.00 h. y llegará a Nuevos Ministerios.