Iris, conocida en la red como Alternatiive ASMR, en su entrevista para EL ESPAÑOL

Iris, conocida en la red como Alternatiive ASMR, en su entrevista para EL ESPAÑOL Jorge Barreno

Investigación

Orgasmos cerebrales: la nueva fiebre que arrasa en la Red

27 agosto, 2018 01:42

En 2014, Iris era una estudiante normal y corriente centrada en sus estudios universitarios. Todo cambió un día en la biblioteca. Nerviosa por sus exámenes, decidió buscar contenidos en internet que le ayudasen a relajarse. Así fue como descubrió el mundo del ASMR, acrónimo en inglés de Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma. "Tras años siguiendo a creadores de contenido, hace un año decidí hacer mis propios vídeos. Al fin y al cabo, fue algo que a mí me ayudó muchísimo", explica Iris, conocida ahora en la Red como Alternative ASMR

Así es el ASMR Carmen Suárez

"A estas alturas creo que sin el ASMR estaría internada"; "me excito con los sonidos de bajo volumen"; "cuando tengo insomnio me ayuda a dormir: me da la vida". Son testimonios de otros jóvenes españoles enganchados a una moda que comenzó en nichos de internet hace años y que ha alcanzado cotas de popularidad insospechadas.

El fenómeno ASMR se basa en la escucha de sonidos relajantes que lleguen a provocar cosquilleos en la nuca y en otras partes del cuerpo. Esto hace que algunas personas los relacionen con 'orgasmos acústicos o cerebrales'. Se trata de una sensación complicada de describir, según sus adeptos, si no se ha experimentado en persona. Como explica Tom Stafford, psicólogo y columnista de la BBC, hasta 2010 no existía ni siquiera un término para describirlo. 

"Con los debates entre gente corriente de internet se llegó a la conclusión de que esa sensación sin nombre era algo compartido", describe en su blog. "De repente aquellos individuos que pensaron que su afición era inusual encontraron una comunidad, una experiencia compartida".

Por supuesto, en la variedad está en el gusto, y más si hablamos de nichos internautas. Los contenidos sobre el ASMR pueden consistir en literalmente cualquier expresión acústica que se considere agradable: susurros, ruidos metálicos... pero también el sonido de unas uñas arañando un vegetal. Medio siglo de desarrollo de la Red confluyen en este punto. Vean el vídeo:

Uno de los vídeos más populares de la youtuber daniASMR

De acuerdo con esta investigación desarrollada por Emma L. Barrat y Nick Davis, del departamento de Psicología de la prestigiosa Universidad de Swansea, hasta la fecha no hay ninguna explicación científica que justifique el estado de relajación que provoca el ASMR. Los autores apuntan a que las sensaciones provocadas por el fenómeno son similares a la de la sinestesia: un estímulo audiovisual en el que se asocian determinados sonidos con colores. 

El sonido usado para la estimulación depende enteramente del usuario. Todo el mundo tiene sus peculiaridades auditivas: el canal Fairy Char ASMR, por ejemplo, centra su temática en el aseo y en el cuidado personal. Sus vídeos más populares incluyen 25 minutos de metraje de cepillados del pelo, masajes de orejas y una visita al dentista. En este último ejemplo, la youtuber Charlotte se deja operar por su odontóloga mientras graba con todo detalle los sonidos agudos que produce el limpiador de sarro contra sus dientes.

Son muchos los canales que siguen esta temática médica. En uno de sus vídeos más compartidos, WhisperTalkStudios realiza un roleplay -representación o interpretación de un determinado personaje- en el que finge ser un profesional médico que examina los nervios craneales de los usuarios.

En el estudio realizado por la universidad galesa, en el que participaron 475 usuarios del ASMR, Barrat y Davis detectaron cinco estímulos mayoritarios. En concreto, los participantes se mostraban especialmente sensibles a contenidos que incluyesen sonidos crepitantes o roleplays donde se mostrase empatía y atención

En declaraciones a The Guardian, Davis explicó que tanto él como su entonces alumna decidieron investigar si todo el mundo experimentaba estos estímulos de la misma forma. "Como psicólogo, el ASMR me interesa porque es un poquito raro. Las sensaciones que la gente describe son bastante difíciles de interpretar, lo cual es curioso porque normalmente las personas son bastante buenas a la hora de describir sensaciones corpóreas".

No es un fetiche (en el 95% de los casos)

La inmensa mayoría de los participantes del estudio consumen contenido ASMR para relajarse, y más de dos tercios lo emplean para dormir mejor. Tan solo un 5% de los encuestados reconocen que emplean los sonidos como estimulación sexual. Muchos usuarios se muestran molestos por el giro que está tomando la comunidad ASMR tras su paso al rincón mainstream de internet. En este hilo de Reddit muchos usuarios se muestran decepcionados con el kinkshaming (término empleado cuando alguien es avergonzado o señalado por sus gustos sexuales) que ha surgido tras la explosión del fenómeno.

"Que a un gran número de personas les atraigan los susurros implica que esta sensación está relacionada con tener intimidad con alguien de una forma no sexual", argumenta Davis. "Se trata de sentirse relajado o vulnerable con otra persona".

La popularidad del ASMR ha ascendido hasta las colinas de Hollywood. Actrices como Eva Longoria, Kate Hudson y Salma Hayek probaron sus sonidos preferidos para la revista de moda W. En esta lista de reproducción de YouTube casi 20 estrellas de cine experimentan con la Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma

Margot Robbie, Aubrey Plaza y Gal Gadot juegan con el ASMR

¿Una nueva forma de pseudociencia?

Las preguntas realizadas por los autores del estudio de Swansea mantienen en todo momento un planeamiento cuestionable. El equipo de psicólogos se interesa por las experiencias, los resultados o el efecto en el humor que produce en ASMR en los encuestados, sin contrastarlos con un profesional médico. 

"Tiene que darse un equilibrio entre el escepticismo y la apertura mental cuando hablamos del ASMR", advierte un grupo de estudio en la Universidad de Sheffield. Los estudiantes reflexionan sobre el peligro de la monetización del fenómeno: "Podría ser usado o vendido como algo beneficioso para la salud mental, sin las evidencias científicas correspondientes".