Helena Rodero explica la famosa fotografía del camionero afectado por la radiación ultravioleta.

Helena Rodero explica la famosa fotografía del camionero afectado por la radiación ultravioleta.

Ciencia

Helena Rodero (49 años), farmacéutica, habla rotunda: "Nos han engañado, lo que envejece la piel es esto"

Hay que identificar los ingredientes de las cremas de protección solar que evitan el envejecimiento prematuro e incluso los melanomas.

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Seguro que alguna vez has visto la foto de un camionero con el lado izquierdo del rostro profundamente arrugado, como si tuviera veinte años más que el derecho. La imagen de Bill McElligott se hizo viral hace algunos años, llamando la atención de medios y redes como un ejemplo impactante del daño solar. Aunque impactante, la interpretación que de ella se hizo en The New England Journal of Medicine no era la correcta, según la farmacéutica Helena Rodero.

“Las conclusiones a mí me parece que son un error”, señala Rodero en un vídeo compartido en sus redes. Tras 28 años conduciendo, ese efecto en la piel de McElligott no se debió tanto al impacto del sol directo como a la radiación UVA que atravesaba la ventanilla de su camión. “A través de la luna, la ultravioleta B, que es la que quema, no pasa; pero sí pasa toda la ultravioleta A, que es la que produce el fotoenvejecimiento”, explica.

Por tanto, según la farmacéutica, la maltrecha piel de McElligott no es consecuencia del daño solar acumulado, como se explicó en su momento, sino de la exposición a los rayos UVA. Este tipo de radiación no produce dolor inmediato ni rojeces, como los UVB, pero envejece la piel, daña su estructura profunda y aumenta el riesgo de cáncer.

No solo el factor de protección solar

En relación con los diferentes tipos de radiación ultravioleta es donde se esconde un error habitual. La mayoría de las personas elige protector solar fijándose solo en el número grande de la etiqueta, el famoso SPF 30, 50 o 100. Pero el SPF mide solo la defensa frente a los UVB, los rayos que enrojecen la piel. Pero nada dice de los UVA, que envejecen y generan daños menos visibles.

Rodero lanza una advertencia: “No solamente miréis que tenga protección SPF 50+, sino que tenga muy alto índice en protegernos del ultravioleta A… Además que usen antioxidantes que potencien esa acción”. Vitaminas como la C y la E o compuestos como la niacinamida ayudan a reforzar esa protección y a contrarrestar el efecto de los radicales libres. Incluso recomienda algunos de los protectores que considera más efectivos.

El caso del camionero es solo una anécdota curiosa que consiguió llamar la atención de muchísima gente, pero en realidad, también es algo más serio: es la prueba de que la radiación ultravioleta es peligrosa incluso cuando no se nota. Un hecho que conecta con una realidad preocupante: el aumento de los casos de melanoma cutáneo.

Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2024 se diagnosticaron 7.881 nuevos casos de melanoma en España. La incidencia crece cada año: un 1,1 % en mujeres y un 1,2 % en hombres. Hay que recordar que el melanoma es el cáncer de piel más agresivo, y su incremento convierte la fotoprotección en un hábito fundamental para el cuidado de la salud.

El peligro de las cabinas de rayos UVA

El vídeo de Helena Rodero también apunta a desmontar otro mito: el de las cabinas de rayos UVA. Durante años se presentaron como una forma rápida y segura de conseguir un moreno atractivo sin pasar horas en la playa. “El caso del camionero lo veo más como ejemplo ilustrativo del daño que puede producir una cabina de rayos UVA que en realidad de directamente el sol”, afirma.

Estos aparatos son vistos con mucho recelo por los especialistas. En este sentido, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) explica que “las cabinas de rayos ultravioleta son siempre un enorme peligro por la radiación que emiten”. Su intensidad es muy superior a la del sol natural, lo que significa que la piel recibe dosis mucho más concentradas y dañinas.

La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) coincide, afirmando que “el bronceado artificial puede producir grandes riesgos para la salud, provocando un envejecimiento prematuro de la piel y aumentando el riesgo de cáncer cutáneo”. También advierten de otros efectos, como daños oculares y debilitamiento del sistema inmune.

Tanto es así que incluso la Organización Mundial de la Salud clasifica las cabinas de rayos UVA en la categoría de carcinógeno tipo 1, en el nivel más alto de riesgo. Un dudoso honor que comparte con otros elementos tan nocivos para la salud como el tabaco o el amianto.