Verónica Casado en su consulta del barrio de Parquesol como Médico de Familia

Verónica Casado en su consulta del barrio de Parquesol como Médico de Familia

Sanidad

La mejor doctora del mundo se jubila: “Me voy, no estoy dispuesta a seguir viendo a 60 pacientes al día”

Verónica Casado, la que fuera consejera de Sanidad durante la pandemia de covid, cuelga el fonendo tras 40 años y abandona la docencia. Lo hace tensionada por la situación que vive el sistema sanitario: "Hubiera seguido, pero la situación es terrible”. Su mensaje de despedida: “Se feliz por prescripción facultativa, la felicidad lo cura todo"

27 mayo, 2024 13:15

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Verónica Casado se jubila este mes de junio, concretamente el día 16. La que fuera en octubre de 2018 nombrada por la Organización Mundial de Médicos de Familia como mejor médica del mundo, cuelga el fonendo a los 65 años (40 años y 8 meses cotizados) justos y se prepara para disfrutar de una merecida jubilación. Casado será siempre recordada en Castilla y León por este nombramiento, pero aún más por tener que hacer frente a la peor pandemia mundial del último siglo como consejera de Sanidad, el coronavirus. Ella fue la cara de la pandemia en Castilla y León. Además, también abandona su faceta como profesora asociada en la Universidad de Valladolid.

La médica de Familia aprovecha esta entrevista con EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León para despedirse de todos sus pacientes con una frase que siempre dice al final de las consultas. “Se feliz por prescripción facultativa, la felicidad lo cura todo”.

La vallisoletana tenía pensando prorrogar su carrera, pero las circunstancias le han llevado por otro camino. “Lo que se está viviendo en Medicina Familiar y Atención Primaria es tremendo, no estaba dispuesta a tener otro invierno como el que hemos tenido con 60 pacientes al día”, lamenta Casado, que tiene claro que su caso es un “reflejo” de la “terrible situación” que está teniendo el sistema sanitario tanto en la comunidad como en España. Casado asegura que no quiere estar sometida a una presión “tan grande que pueda cometer un error”. Mientras hace una valoración de la situación: “Hemos sido uno de los países con la mejor Sanidad de Europa, pero esto ya no sucede por problemas de financiación, de recursos humanos y de organización”, critica para asegurar que la “Atención Primaria está en riesgo y si se quiebra, se cae todo. Hay que tomar ya decisiones”.

35 años trabajando en Parquesol hace que vaya a echar mucho de menos su trabajo. “Ha sido una experiencia de vida, he sido feliz pudiendo ayudar”. Recuerda un estudio que dice que un paciente que ha tenido a su médico de cabecera durante más de 15 años reduce la mortalidad un 27%, “una barbaridad”, de ahí que sea tan importante tener esa continuidad. “He tratado a padres, hijos y ahora abuelos”, he formado parte de su vida durante muchos años, apunta. El barrio prepara un homenaje de despedida.

Casado aprovechará ahora para viajar, “su gran pasión”, pero también para hacer sus “actividades extraescolares”. Es decir, escribir libros y dar conferencias. Y seguirá presidiendo la Academia de Médicos de Familia de España. “Trabajando desde la construcción, pero no dando clases”.

Verónica Casado vacunándose en el Miguel Delibes

Verónica Casado vacunándose en el Miguel Delibes

Su imagen llorando durante su comparecencia en las Cortes de Castilla y Leon, precisamente en el momento en el que quiso recordar, con nombres y apellidos, a los colegas de profesión caídos en la batalla por el COVID, recorrió toda España. Ese día, la mejor doctora del mundo se hizo humana y demostró que la política también llora. Aquí es donde imagina cómo hubiera cambiado todo sin pandemia. “Ha sido lo más duro que he hecho en mi vida, pero también era un reto”, explica, mientras recuerda “el buen hacer de todos los profesionales”. La médica se puso el listón muy alto y lo acabó pagando. “Quisimos ser trasparentes en todo momento y contar lo que estaba pasando”, recuerda. Además, asegura que llegaron tarde en algunos aspectos de material porque “no se fiaron de los piratas que llegaron vendiendo cosas que no sabíamos ni de dónde salíamos”.

Su paso por la política

Verónica Casado dejó de ser consejera de Sanidad (por WhatsApp) cuando al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se le ocurrió convocar unas elecciones para quitarse de encima a Ciudadanos. Inmediatamente anunció que regresaba al centro de salud de Parquesol, en Valladolid, para retomar su profesión como Médica de Familia. Allí, y tras un curso de reciclaje, ha trabajado durante estos dos años, ahora anuncia que ya se jubila. 35 años después se marcha del centro de Parquesol dejando un gran poso entre todos los vallisoletanos. Durante la campaña de las elecciones municipales aseguró en una entrevista con EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León que una señora le paró por la calle y le dijo: “has sido la madre que nos has cuidado”.

Tenía una idea muy clara de reorganización de la Sanidad para poder afrontar el futuro. Sin embargo, la pandemia lo truncó todo. El famoso Plan Aliste provocó un distanciamiento con su socio de gobierno, el PP, y desde entonces nada volvió a ser igual. Sin embargo, posteriormente recibió muchas quejas por su intención de cerrar consultorios en pueblos pequeños o por la gestión telefónica.

Inés Arrimadas, junto a Francisco Igea y Verónica Casado

Inés Arrimadas, junto a Francisco Igea y Verónica Casado

También abandona su lado de docencia, ya que era doctora por la Universidad de Valladolid con la tesis Aportaciones al estudio de la absorción de lípidos hidratos de carbono y aminoacidos por el peritoneo en el conejo, realizada en 1987.

El premio Five-Star a Verónica Casado, que se sumó al que ya recibió en Praga (República Checa) 2017 como mejor médica de familia de Europa y en la primavera de 2018 en Cali (Colombia) como mejor médica de familia de Iberoamérica, reconoció a la médica por su compromiso con la comunidad, su calidad asistencial y su labor en la investigación