Para la crónica social, el romance indiscutible del verano de 2021 no fue otro que el de Esther Doña, viuda del entonces marqués de Griñón, Carlos Falcó, con Santiago Pedraz, un juez salmantino de la Audiencia Nacional cuya cara para muchos ya resultaba familiar, y ya no solo por ser el hijo del célebre periodista también llamado Santiago Pedraz, sino por estar considerado uno de los magistrados más destacados de la justicia española y un claro defensor de la libertad de expresión por haber llevado algunos de los casos más polémicos de los últimos tiempos, como la caja B del Partido Popular, el caso Pujol o la operación Fénix del banquero Mario Conde, así como por su estrecha amistad con el juez Baltasar Garzón. 

Sin embargo, fue a raíz de su historia de amor con Esther Doña cuando el juez empezó a ocupar un lugar importante en el mundo de la farándula. Hacía apenas un año del sonado fallecimiento del padre de Tamara Falcó y exmarido de Isabel Preysler cuando la malagueña inició una relación sentimental nada más y nada menos que con Santiago. 

Esther Doña y Santiago Pedraz Gtres

Llegaron a copar infinidad de titulares de la prensa nacional, pero nada comparado con como cuando anunciaron su compromiso. Fue el 24 de agosto de 2022 y a través de una exclusiva que dejó boquiabierto a más de uno.

Dieron incluso una fecha aproximada y el lugar donde tenían pensado llevar a cabo la celebración, pero apenas unas horas después estalló la polémica que les convirtió tanto a él como a Esther Doña en los protagonistas del papel cuché. Trascendió que cuando salió publicada la exclusiva ellos ya hacía días que habían roto su relación y empezó una especie de guerra mediática llena de reproches y versiones contradictorias. 

Desde entonces, el juez Pedraz no ha logrado pasar inadvertido para la prensa rosa, aunque sí es cierto que con el paso del tiempo mucha gente le ha ido perdiendo la pista, pues llegó un momento en que ambos decidieron pasar página e iniciar una nueva etapa de su vida por separado. Entonces, ¿qué ha sido del salmantino en todo este tiempo? ¿Cómo es su vida actualmente? 

El juez salmantino Santiago Pedraz en una imagen de archivo EP

Meses después salió a la luz que, a sus 64 años, Santiago Pedraz había logrado rehacer su vida de la mano de una mujer llamada Elena Hormigos. Una asesora jurídica de 37 años divorciada y a la que, según afirmó EL ESPAÑOL en su momento, conoció a través de unos amigos en común. 

Transcurridos un par de meses más, se conoció ya el gran bombazo, que la pareja estaba esperando a su primer hijo en común, el que será el primero para Elena y el cuarto para el magistrado, padre de Santiago Jr y Alejandro, fruto de su matrimonio con Marisa Martín, y Nicolás, de su romance con Paula Arenas. 

Contra todo pronóstico, la buena nueva se vio empañada por un contratiempo que afectaba a la salud de Pedraz, dado que tuvo que ser ingresado en un hospital de Madrid a causa de un cólico. 

Santiago Pedraz y Elena Hormigos

El susto pasó y los enamorados, desde la intimidad y la discreción que tanto les caracteriza, siguieron adelante con su historia de amor, la cual desde que comenzó, al parecer en diciembre, se ha ido viendo cada día más afianzada, al mismo tiempo que derrochan felicidad e ilusión por la llegada de su primer hijo en común, un niño al que darán la bienvenida el próximo mes de noviembre y al que todo apunta a que llamarán Jacobo. 

Eso sí, su romance con Elena no es lo único que tiene acaparada la atención de Pedraz, pues se sabe que el magistrado continúa muy volcado en su trabajo y que también le gusta dedicar tiempo a los pequeños placeres de la vida con los que más disfruta, tales como la pintura, la cocina o el tenis, un deporte que, al parecer, sigue practicando de vez en cuando. 

Actualmente continúa viviendo en Madrid, donde tiene su casa y su trabajo. Además, es fácil verle salir de su despacho ubicado en el centro de la ciudad y muy cerca del de su actual pareja para comer en un restaurante de la zona, tomarse su aperitivo en las proximidades de la sede del Partido Popular en Génova y beberse cafés en establecimientos de la calle Almagro.