procesion buena muerte semana santa valladolid 12

procesion buena muerte semana santa valladolid 12

Sociedad

El Cristo del Olvido resplandece en la noche de Lunes Santo

27 marzo, 2018 02:22

La Semana Santa de Valladolid está llena de secretos, de momentos especiales, únicos, de instantes para el recogimiento. Una de las procesiones más especiales es la que cierra el Lunes Santo, la que se introduce ya en las primeras horas del Martes Santo, la Buena Muerte. La Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo expone el impresionante paso del Cristo del Olvido ante alguna de las estampas más bellas de la Pasión en la ciudad.

La salida de la iglesia de Santa María de la Antigua otorga a este desfile procesional un punto de partida singular, un viaje al centro del corazón histórico de la ciudad, un entorno ideal para que la noche inunde el ambiente de tranquilidad, silencio y respeto. Un clima acorde a la motivación de esta procesión, surgida en la década de los 70 del pasado siglo para rogar por los difuntos para que el tránsito hacia la muerte sea digno y sin dolor.

Precisamente el origen de esta procesión está relacionado directamente con la talla del Santísimo Cristo del Olvido, realizado por Pedro de Ávila en 1720, que se incorporó como Imagen Devocional a la Cofradía a partir de la concesión de la procesión de la Buena Muerte y que habitualmente se encuentra en la iglesia de San Felipe Neri. La Imagen Titular de la Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo es el Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre, con el que la Cofradía sale en las procesiones del Jueves y el Viernes Santo.

La Procesión recorre las calles adyacentes a la Antigua, la Catedral, la Universidad y el Palacio de Santa Cruz, realizando Estación de Penitencia en el Santuario Nacional de la Gran Promesa, ante la Imagen del Sagrado Corazón.

El silencio sólo lo rompen las cornetas y tambores, con un gran respeto de cofrades y el multitudinario público asistente durante el recorrido. Los cofrades procesionan ataviados con túnica y capa de color rojo vivo, capirote negro en terciopelo, cíngulo, calcetín, guantes y zapato negro; y en el lateral izquierdo de la capa luce una cruz gringolada en negro y en el centro del capirote, a modo de peto, otra en rojo.