Atilano, Vicente o Eugenio: así fueron asesinados los 13 zamoranos atrapados en Mauthausen

Este 5 de mayo se cumplen 80 años de la liberación del campo de concentración nazi de Mauthausen en el que murieron 13 zamoranos y escaparon nueve. Ocho décadas después, el silencio vuelve a romperse para dar paso a la memoria.

Febrero de 1939. Tras la inminente caída del frente republicano, más de medio millón de españoles cruzaban los Pirineos en busca de refugio. No eran migrantes. Eran supervivientes. En lugar de abrigo, encontraron alambradas. Las playas del sur de Francia se llenaron de campamentos improvisados. El suelo húmedo sustituía las camas; los alambres, los muros.

Las autoridades francesas, ante el colapso, negaron su condición de refugiados políticos. Los clasificaron según conveniencia: "trabajadores extranjeros" si podían ser útiles; "emigrantes sin residencia" si debían ser devueltos a España. Luego vino la II Guerra Mundial. Y con ella, un nuevo eufemismo: 'combatientes movilizados'.

El colaboracionismo del régimen de Vichy, bajo el mariscal Pétain, el mismo que poco antes había sido embajador en Madrid y gran valedor de Franco ante Europa, selló el destino de miles. Los refugiados republicanos se convirtieron en parias del continente. Perseguidos, detenidos y entregados a la maquinaria nazi.

Mauthausen: la geometría del horror

A partir del verano de 1940, los listados franceses se convirtieron en mapas de caza. Miles de españoles fueron deportados a Mauthausen, en Austria, campo clasificado por los nazis como “de castigo”, destinado especialmente a presos políticos. Fue el destino final de muchos. Un tercio apenas logró sobrevivir hasta su liberación por el ejército estadounidense, el 5 de mayo de 1945. Entre ellos, estaban los trece zamoranos.

Durante décadas, la dictadura franquista ocultó los listados de españoles muertos en los campos nazis. La documentación enviada entre 1950 y 1952 por Francia fue recibida por el régimen de Franco y silenciada. La información personal de los fallecidos quedó sepultada en archivos diplomáticos hasta que, en 2019, comenzó a ver la luz.

Durante los primeros meses de ese año, el Grupo de Investigación Complutense de la Guerra Civil y el Franquismo (GIGEFRA) obtuvo autorización para consultar los archivos. El resultado fue la primera compilación oficial de fallecidos españoles en el complejo de Mauthausen-Gusen.

Entre los 4.427 nombres publicados por el Boletín Oficial del Estado el 9 de agosto de 2019, trece pertenecían a la provincia de Zamora. Trece zamoranos cuyas vidas, y muertes, apenas habían dejado rastro oficial. Ni tan siquiera constaban como fallecidos en el Registro Civil Central.

Estos son sus nombres:

- Atilano Conde García, de Zamora. Murió el 12 de diciembre de 1941 en Gusen.

- Vicente Ferreras Fernández, de Santovenia. Murió el 5 de diciembre de 1941 en Gusen.

- Eugenio García García, de Cañizal. Murió el 19 de diciembre de 1941 en Gusen.

- Santiago Hernández Álvarez, de Otero de Bodas. Murió el 23 de septiembre de 1941 en Gusen.

- Gabriel Lanseros Lobato, de Peque. Murió el 7 de febrero de 1942 en Gusen.

- Alfonso Lozano Borrego, de Valcabado del Pan. Murió el 25 de noviembre de 1942 en Gusen.

- José Martínez Cobreros, de Valdespino. Murió el 9 de diciembre de 1941 en Gusen.

- Ricardo de Prada Rodríguez, de San Román de Sanabria. Murió el 18 de octubre de 1941 en Gusen.

- Ernesto Rodríguez Míguez, de Fresno de la Carballeda. Murió el 31 de octubre de 1942 en Mauthausen.

- Luis Rodríguez Mollano, de La Bóveda de Toro. Murió el 19 de diciembre de 1941 en Gusen.

- Román Romero Almaraz, de Toro. Murió el 1 de enero de 1942 en Gusen.

- Agustín Villamor Prieto, de Alfaraz. Murió el 29 de diciembre de 1941 en Gusen.

- Carlos Redondo Flores, de Zamora. Murió el 9 de marzo de 1945 en Dachau. Con 66 años, fue el fallecido de mayor edad entre todos los castellanos y leoneses asesinados en campos nazis.

Junto a ellos, nueve paisanos lograron escapar con vida, pero arrastrarían para siempre el peso de convivir con el horror de lo sufrido en aquel horrible lugar.

La Ley de Memoria Histórica consiguió en 2019 que estos nombres dejaran de ser solo cifras. Con ello, las familias pudieron inscribir su muerte, reconocer su dignidad y cerrar heridas abiertas durante más de medio siglo. Porque la memoria no es solo un acto administrativo. Es una deuda moral.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Zamora colocó en 2021, en la plaza de Alemania, 22 piedras Stolpersteine dedicadas a todos los zamoranos deportados a Mauthausen.