No nos engañemos. Salir de viaje o escapada y dejar constancia en las redes sociales ya es casi obligatorio. Si bien aún quedan algunos reductos como los de Asterix y Obélix, que se van por ahí y no hacen ni un storie, lo cierto es que la inmensa mayoría presume de dónde ha estado en su Instagram o Facebook. 

Y para todos ellos, EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León ha recopilado los cuatro espacios de la provincia de Zamora más idóneos para el postureo. Lugares perfectos para hacer una fotografía digna de miles de Me gusta y corazoncitos a tutiplén. Porque si no todavía no te has enterado, Zamora Enamora, y no es solo una rima. La provincia esconde rincones bellos, curiosos y encantadores que bien merecen un posado.

El Lago de Sanabria

Lago de Sanabria Jcyl

Vale, sí. Hemos tirado de obviedad. Pero es que el Lago de Sanabria es el espacio natural por excelencia de la provincia. Su belleza es infinita desde todos sus ángulos y por tanto, también, las posibilidades de posturear con una preciosa fotografía.

Los amantes de la fotografía o de los likes en las redes pueden fotografiar el Lago desde sus playas, dejando una instantánea de sus azuladas aguas, abrigadas por las montañas de su parque natural. Las principales son la de los Arenales de Vigo-Los Enanos, el Folgoso, Custa Llago y Viquiella, todas ellas señalizadas y con acceso libre. 

Pero la cosa no acaba aquí. Porque el Lago de Sanabria también puede quedar inmortalizado dentro de sus propias aguas. Y es que se ofrece la posibilidad de realizar un Crucero Ambiental por sus aguas (previo pago de 18 euros), donde disfrutar de puntos de vista del entorno no alcanzables desde sus playas.

Otra de las vistas espectaculares del Lago de Sanabria podemos conseguirla en la subida hasta la Laguna de Peces, que por cierto, también es maravillosamente fotografiable. En dicha carretera se ubican diferentes miradores donde poder aparcar y hacernos con una bella imagen del Lago desde las alturas. 

Toro y sus vistas al Duero en el Mirador del Espolón

Ruta del Vino de Toro

La ciudad de Toro es una bella estampa en sí misma. El municipio tiene más de un rincón donde dejar instantáneas para el recuerdo, pero, si tuviéramos que elegir una, las vistas al río Duero desde el Mirador del Espolón, pegado a su Alcázar son, sin duda, las más bellas. En cualquier época del año, el imponente río se muestra en todo su esplendor a través de los campos toresanos que, dependiendo la época del año, lucen verdes o amarillos, ofreciendo un colorido paisaje para una bellísima fotografía.

Pero la cosa no acaba aquí. También con el Duero como protagonista, los cazadores de buenas instantáneas pueden darse un largo paseo desde el Alcázar al Puente Mayor, a los pies del río, donde encontrarán esta majestuosa construcción. Una zona donde el Duero aún parece más inmenso y donde se deja fotografiar desde otro bello punto de vista.

Puente Mayor de Toro

Y como decíamos, la ciudad también ofrece otras construcciones de gran interés como la Colegiata de Santa María la Mayor, con su imperdible Pórtico de la Majestad; o el Arco del Reloj, donde hacer unas fotografías perfectas. Un viaje perfecto, que no puede dejar de acompañarse por unos buenos vinos de Tinta de Toro.

Zamora desde los Pelambres

Un joven fotografía el skyline de Zamora

La Bien Cercada es bella allá por donde la mires, esto es así. La maravilla de su románico en prácticamente cada rincón de la ciudad, las pinceladas del modernismo en la zona de la plaza de Sagasta, la colorida calle Balborraz, la Muralla, su imponente Catedral o el descanso en los jardines del Castillo, hacen de Zamora una visita casi obligada. Y por supuesto, cada uno de estos rincones merece una fotografía para el recuerdo. Recorrer Zamora cámara en mano se hace amable, fácil y agradable. 

Pero si tenemos que elegir una instantánea con la que presumir en Instagram y desde donde se puede ver buena parte de esa belleza es desde la playa de los Pelambres. Desde este punto y con el río Duero otra vez como protagonista de excepción, se puede aglutinar en una sola fotografía buena parte de su casco histórico (Catedral y Aceñas de Olivares), así como el Puente de Piedra (a la izquierda) o el Puente de los Poetas (a la derecha). Así que bien en verano, para lucirse como en el postureo de playa o en pleno invierno con el abrigo hasta las orejas, esta foto bien merece un like.

Playa de los Pelambres - Zamora J.Leal - Ical

Un lugar, además, idóneo para el descanso, para darse un baño en el verano o para difrutar de una buena comida o tapeo. El camino hasta allí es sencillo, bien desde el Teatro Ramos Carrión, con bajada por la iglesia de Santa Lucía y cruzando el Puente de Piedra; o también cruzando la preciosa calle Balborraz y recorriendo parte del paseo a orillas del Duero.

El Mirador del Hullón

Mirador del Hullón

Imposible dejar fuera de este ranking de belleza natural a los Arribes del Duero. Si bien es más conocida su instantánea desde la localidad zamorana de Fermoselle (también de visita muy recomendable), en esa ocasión hablaremos de sus vistas desde otro punto de Sayago. 

En concreto, desde el Mirador del Hullón, que no es otra cosa que un banco de madera colocar prácticamente al borde de las rocas a una altura considerable de los propios Arribes. De un lado del Duero se encuentra la comarca de Sayago y del otro Aliste, separadas por las aguas, pero unidas por el imponente Puente de Requejo, que también tiene una bonita instantánea desde la ZA-321 entre Villadepera y Pino de Oro. 

Puente de Requejo

Y precisamente hasta Villadepera hay que desplazarse para poder acceder al mirador del Hullón. Justo a la entrada de este pequeño pueblo se encuentra la señal que indica la dirección hasta este escondido mirador, que se encuentra a unos cuatro kilómetros. El camino de acceso es bastante cómo y, de hecho, se puede transitar por él en coche hasta el último kilómetro y medio. A partir de ahí, el vehículo puede quedar estacionado en una explanada bastante amplia y segura, para continuar por una que senda se estrecha y comienza a ser más mucho más empinada, con subidas y bajadas. Justo antes del final se presenta un tramo escarpado, por lo que se recomienda el uso de calzado cómodo y tener precaución. 

La historia del banco se remonta a Yoni Formariz, un vecino de Villadepera que colocó el banco original. Con el paso de los años este se fue deteriorando y se sustituyó por el actual. Las vistas no pueden ser más impresionantes cuando te encuentras sentado en dicho banco, donde puede uno relajarse tras la caminata. 

Tal es la popularidad de este mirado y su banco que tiene hasta página oficial en Facebook, donde los usuarios pueden compartir sus instantáneas en el banco.