Los pueblos de Zamora pasan a la acción. Tras mociones, instancias o comunicados públicos solicitando a Unicaja Banco que no desmantele sus oficinas y servicios en la provincia de Zamora, estos pasan a la acción, o al menos, a la amenaza directa. Las 17 mancomunidades que conforman el territorio han acordado que, si el 1 de enero la entidad bancaria no depone su cierre de 12 oficinas de las 19 con las que cuenta actualmente en la provincia, el despido de 35 trabajadores y un ERE que afecta al 24 por ciento de la plantilla de la entidad en Zamora; y la supresión de la oficina móvil con autobús, los pueblos que las conforman y tengan cuenta en Unicaja, cancelarán su actividad con esta.

Así lo ha explicado el presidente de la Mancomunidad de Aliste y el vicepresidente tercero de la Diputación de Zamora Javier Faúndez, en una rueda de prensa conjunta con los representantes de buena parte de estas mancomunidades zamoranas. El diputado ha indicado que, solo "seis o siete" municipios de Zamora no forman parte de una mancomunidad, y que "tenemos que ver cuántos tenemos cuentas con Unicaja". Lo cual significaría que el número de ayuntamientos que podrían cerrar sus activos con la entidad podría rondar los 200 municipios o menos, dependiendo del número de consistorios que sean clientes de Unicaja. Sin ofrecer el número completo de pueblos dispuestos al cierre de sus cuentas, Faúndez sí ha adelantado que la pérdida para el banco podría ser de "cientos de millones de euros". 

Con esto esperan que Unicaja Banco deponga sus intenciones de suprimir los servicios en la provincia de Zamora, dentro del plan de cierre que tiene en Castilla y León, en lo que consideran "un ataque" al mundo rural, "con una población escasa y envejecida que, en muchos casos, solo saben manejar efectivo y necesitan de estos servicios presenciales". Faúndez afea "la falta de sensibilidad" que el banco está demostrando con las zonas rurales, y advierte que "no vamos a permitir que desmantelen más servicios en nuestros pueblos". 

La Diputación de Zamora también estudiará el cierre de sus cuentas

Una medida que no solo alcanzaría a los pueblos de Zamora. El vicepresidente tercero de la Diputación de Zamora ha indicado que la propia institución provincial "va a estudiar" suprimir igualmente sus cuentas con la entidad. Javier Faúndez ha justificado que "si este banco hace lo que quiere con sus oficinas, nosotros también somos libres de hacer lo que consideremos con nuestro dinero".

Por otro lado, el diputado ha recordado que la institución provincial se encuentra inmersa en negociaciones con otras entidades bancarias que sí estén dispuestas a ofrecer servicios en los pueblos de Zamora. En concreto, una de las iniciativas desveladas sería la colocación de cajeros automáticos en los edificios de los propios ayuntamientos; aunque Faúndez no ha querido adelantar cómo van dichas negociaciones y con qué bancos se están estudiando. De hecho, San Vitero tomaba la delantera y ya ofrece unas dependencias municipales para que las entidades bancarias puedan operar allí.