Andrea San José Diez

Andrea San José Diez Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Andrea, una joven promesa de la cocina que triunfa en los fogones: "Veía a mi abuela y conservo sus trucos"

La vallisoletana, junto al cocinero Víctor Talavera, consiguieron imponerse en el Certamen Nacional de Gastronomía en la categoría de Cocina.

Más información: El cocinero por casualidad que brilla con su restaurante único: "El menú degustación es un patio de recreo"

Publicada

Castilla y León y Canarias triunfaban el pasado mes de noviembre de 2024 logrando el triunfo en el Certamen Nacional de Gastronomía que se disputaba en Torrelavega, en un homenaje a los productos españoles, únicos en el mundo.

El cocinero Víctor Talavera, junto a su ayudante Andrea Sanz, de Castilla y León, consiguió el primer puesto en la categoría de Cocina, dotado con un total de 3.000 euros. Priscila Medina y su ayudante David Janai, de Canarias, lograron, por su parte, llevarse el gato al agua en la categoría de Repostería con el mismo premio en metálico.

EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con Andrea San José Díez, de 26 años. Vallisoletana de nacimiento y que en la actualidad vive en Laguna de Duero. Cuenta con un Grado Medio en Cocina y Gastronomía.

Amante de pasar tiempo con su familia, amigos y pareja, de jugar al tenis, de viajar y de la cocina, obviamente, nos confiesa todos sus secretos, cómo vivió el concurso y lo que significa para ella estar en los fogones.

Del tenis a la cocina

Me defino como una persona sencilla, trabajadora, feliz y amable. Tengo mi carácter, pero siempre intento ayudar a mi familia y a los que están a mi alrededor. Me gusta ver que están felices”, asegura Andrea.

Nació en Valladolid, pero ha vivido siempre en el municipio cercano de Laguna de Duero. Allí estudió hasta que acabó la ESO para marcharse después a estudiar cocina en la Escuela Alcazarén y trabajar desde que completó su formación.

“Cuando era pequeña quería ser tenista. Jugaba muchísimo y, además, competía hasta que tuve que dejarlo debido a una lesión en la rodilla”, asegura para añadir que “su infancia fue “muy feliz”.

Sus padres, su hermana, su tía, sus abuelos siempre han estado ahí para “alegrarse” con sus logros y “apoyar” a la joven siempre que ha necesitado ayuda.

Andrea posando

Andrea posando Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Desde los 17 años en la cocina

Nuestra entrevistada se adentró en el mundo de la cocina cuando solo tenía 17 años. Con esa edad se fue informando y echando un vistazo al mundo. Le llamaba mucho la atención y comenzó a estudiar cocina con 19 años para comenzar a trabajar con solo 20.

“Desde pequeña veía a mi abuela y conservo sus trucos. Siempre la he observado y ella sabía que me gustaba mucho este mundo. Ha sido una de las personas que más me han apoyado en mi apuesta por los fogones junto a mi madre”, destaca.

Como otros muchos alumnos se formó en una Escuela Alcazarén que proporciona los mejores conocimientos a los que por allí pasan con un grado alto de inserción laboral posterior.

“Me gusta bastante hacer platos de pescado, pero se me da muy bien hacer arroces también. Intento mejorar cada día con esfuerzo y desplegando los conocimientos que he adquirido todos estos años”, añade.

Eso la ha llevado, junto a Víctor Talavera, a triunfar en el Certamen Nacional de Gastronomía.

Andrea con el Premio en el Certamen Nacional de Gastronomía

Andrea con el Premio en el Certamen Nacional de Gastronomía Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Un gran triunfo y el futuro

“El Certamen Nacional de Gastronomía fue un concurso muy difícil. Con mucho trabajo detrás y con muchas pruebas y horas de trabajo a nuestras espaldas. Tanto Víctor Talavera, mi compañero, como yo, nos esforzamos y pudimos lograr la victoria”, nos explica.

La joven cocinera añade que “la vida no cambia tras dicho triunfo” pero añade que “ves que todo el trabajo hecho se recompensa” en algo que tiene un gran valor para ella, tras convertirse en una de las mejores de España en los fogones.

“El futuro lo veo con muchos cambios con el fin de ir creciendo poco a poco para poder llegar muy lejos en el mundo de la cocina. Mi reto es poder tener algún día mi propio restaurante y me gustaría trabajar fuera del país y formar una familia con mi pareja que me apoya en todo”, añade.

Andrea es optimista y asegura que “lo mejor está por llegar” después de conseguir un premio que ya está en su vitrina y que le acompañará el resto de su vida.