Fidel Raso y Tamara Crespo posan en la librería

Fidel Raso y Tamara Crespo posan en la librería

Valladolid

La trinchera de papel: convierten una librería de Urueña en bastión del buen periodismo

Visitamos la Librería Primera Página en la localidad vallisoletana. Un ejemplo de cómo la profesión periodística engancha.

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Cuando el periodismo se ejerce por vocación es imposible abandonarlo. La Librería Primera Página, ubicada en la Villa del Libro de Urueña (Valladolid), se ha convertido en un ejemplo de cómo esta profesión cala hasta los huesos en los que decidieron dedicar su vida a enseñar lo que sucede a nuestro alrededor.

Tamara Crespo y Fidel Raso recorrieron el mundo para contarlo. Han sido testigos de varias guerras, de la caída del Muro de Berlín, de los años más duros de ETA en el País Vasco o del drama permanente de la inmigración en Ceuta.

Las fotografías de Fidel Raso se han publicado en Diario16, El Correo, Deia o El País. También en medios internacionales como The New York Times, Time o Der Spiegel. Este veterano, maestro de fotoperiodistas, ganó el Premio Internacional Cátedra Manuel Leguineche en 2016 por toda su trayectoria.

La Librería Primera Página abrió hace ahora diez años especializada en periodismo, viajes y fotografía. Comenzó como un refugio en un tranquilo pequeño municipio vallisoletano, tras décadas dedicadas al periodismo, y en un momento de cierto desencanto con la deriva de la profesión. Sin embargo, nada más lejos que alejarse del periodismo. Quizá porque, para quien suda a diario el oficio, resulta una tarea imposible.

Pregunta. Diez años después no sé si lo que pretendía ser un refugio se ha convertido más en una trinchera.

Tamara Crespo. La denominación de trinchera es la que uso más. Primero porque es una trinchera física, la librería es pequeña y eso me invita a verla así. También metafóricamente por dedicar una librería al periodismo tal como está el oficio. Tiene algo de eso, de atrincherarse en la defensa de valores que tienen que tener continuidad y del valor del buen periodismo también para el futuro.

Pregunta. ¿La librería que ven hoy es la que imaginaron hace diez años?

Respuesta. Es buena pregunta porque nunca me he planteado qué idea podía tener al principio. Inicialmente ni siquiera el hecho de dedicarla al periodismo. No fue buscar un nicho de mercado, porque fue después cuando vi que no había en el país muchas o ninguna dedicada específicamente al periodismo. Las que había estaban asociadas a algunas facultades de Comunicación, algo más general con audiovisual, o secciones en algunas librerías sin más.

Fue un acierto y por otra parte fue algo irrenunciable. Dedicar la librería al periodismo era lo normal después de tantos años de oficio, y además muy vocacional. No recuerdo las expectativas que tuvimos pero sí que la satisfacción de estar aquí diez años después es grande.

Interior de la librería

Interior de la librería

Pregunta. Ha sido una década convulsa para el sector librero. Primero hubo un bache muy profundo en el que parecía que lo digital iba a arrasar al libro de papel. Ahora la sensación es la contraria, ¿se nota ese repunte?

Respuesta. Esto es bastante sostenido pero sí recuerdo perfectamente la época de hablar más del tema del libro digital, de leer cosas sobre cómo estaba evolucionando, de ver cómo se había estancado el libro físico porque al principio hubo un despegue del e-book y parecía que iba a acabar con el papel. Pero luego se estancó, después empezó a convivir y ahora en los últimos tiempos se ha visto casi como una moda.

Pasamos una crisis muy grande y vimos cerrar muchas librerías independientes. Aunque ahora también se siguen cerrando en las ciudades. Además por el tema de la gentrificación y la turistificación, los alquileres se han hecho muy difíciles de mantener. Hay casos recientes como La Galatea en Salamanca, que fue la última librería de la calle Libreros y la desahuciaron para convertir el edificio en apartamentos turísticos. Ahora hay otro caso similar en Alicante, 80 Mundos, otra librería histórica.

Todas esas evoluciones las hemos vivido y creo que ahora estamos en un momento en que el libro en papel es algo de prestigio. Hay muchas influencers que hablan de libros y muestran los de papel, no libros digitales. Todo eso es bueno y está ayudando.

Pregunta. Esto se planteó más como un retiro tras décadas de trabajo periodístico, aunque de retiro ha tenido poco…

Respuesta. Esto sucede después de muchísimos años haciendo información o sea que sí fue en parte un refugio y un retiro. Fue una manera de seguir en activo porque Fidel, bueno iba a decir que se retiró pero eso no ha sucedido… solo a efectos administrativos.

Y yo tenía que continuar mi vida laboral y el cambio fue algo muy audaz. Cuando me dicen ¡qué valiente! digo no, quizá audaz. Dejar un trabajo que tenía su salario mensual para iniciar esta aventura lo fue, porque no sabía nada de librerías, de cómo funciona una librería. Sin embargo es imposible dejar algo tan vocacional como el periodismo, entonces más que un retiro es otra manera de estar en esto.

Pregunta. Han seguido haciendo periodismo de otro modo, haciendo de la librería un lugar de encuentro para la profesión desde donde se reivindica el periodismo de verdad, que quizá no es el periodismo más habitual en la actualidad.

Respuesta. Sí, la librería es otra forma de seguir practicando el periodismo y seguir defendiéndolo. Ser un punto de encuentro es algo bueno que no sabes si vas a poder conseguir. Pero aquí se han ido juntando amigos, compañeros y maestros del periodismo que nos han visitado y presentado sus libros en todos estos años. Además en el periodismo se filtran mucho las crisis sociales. Lo que pasa en la sociedad se refleja en el periodismo. Así que hay que seguir defendiéndolo con ganas.

La situación actual del periodismo

Pregunta. Hablemos entonces del periodismo, ¿cómo ven el periodismo tras una década en los márgenes, si me permiten la expresión, de la profesión?

Responde Fidel Raso. Si me permites a mí una expresión aparentemente vulgar es que tenemos la sensación de que vivimos a lomos del tigre. Es un bello animal salvaje, pero es un tigre. El periodismo es imprescindible para la evolución humana de manera positiva. Es decir, lo de gente que cuenta a la gente sus cosas es algo que lleva con nosotros desde que caminamos por la calle y miramos a nuestros amigos que van a la escuela siendo niños. El periodismo está pasando una crisis y ¿quién no?

El periodismo está en mutación, en cambios permanentes. A veces se le critica y las veces que lo hace bien se silencia, no se dice: esto está bien. Ningún periodista oye al ir por la calle: ¡muy bien, eso que has escrito me ha gustado! Sin embargo los errores sí.

Muchos son culpa de la aceleración a la que se obliga al periodista. Los médicos, por ejemplo, se toman su tiempo y nos parece bien. Nos dicen que debe tomar esto, vamos a hacer unos análisis, vamos a esperar… A los arquitectos no se les pide que le acaben la casa a usted para mañana, tendrá que esperar seis u ocho meses. Pero al periodista le estamos metiendo prisa continuamente. Lo único que tiene que hacer el periodista es serenarse, los que rodean a ese periodista también deben serenarse y dejarle trabajar.

Responde Tamara Crespo. Las redes sociales han metido mucha confusión respecto a lo que es información y lo que es periodismo y lo que no. Incluso los propios periodistas porque se dejan arrastrar muchas veces por la inmediatez.

La inmediatez es el antiperiodismo, el hecho de adelantarse sea como sea y de cualquier manera, el hecho de publicar unas imágenes o un tuit muy breve con supuesta información que no se ha contrastado o que no está contextualizada. Provoca que, tanto los lectores como los propios periodistas, acaben no sabiendo muy bien nada.

Periodistas jóvenes que no tienen referentes en las redacciones. En la facultad obviamente podías aprender las reglas y las normas del periodismo pero el oficio te lo enseñaban veteranos, que te ponían las pilas y te ponían en tu sitio cuando hacías algo mal. Te marcaban el camino de cómo había que hacerlo, y eso se ha perdido.

Y cuesta mucho, además tienes que exigir al lector buscar las buenas fuentes primero, saber dónde están y luego hacer el trabajo de ir más allá del titular, del clickbait, de que se hagan titulares solamente para que tengan más impresiones. Entonces eso lleva a la falta de rigor y al amarillismo.

Continúa Fidel Raso. Por el periodismo se han conseguido muchas libertades, por el periodismo ha muerto mucha gente y siguen muriendo. Hay que mencionar Gaza. El periodismo a lo largo de los dos o tres últimos siglos ha sido un empujón hacia la libertad.

Ha formado incluso grandes humanistas que han transmitido ideas a través de opiniones en los periódicos y eso no lo debemos olvidar. Eso no debe enturbiarse ahora con situaciones genéricas donde se pone una noticia triste a lado de una publicidad de un coche de lujo y bueno parece que no se llevan bien.

Pero el periodismo ha empujado a los ciudadanos y a la sociedad hacia la libertad, cuyo último logro quizás entre otros muchos, ha sido la democracia. Solo pido que no olvide todo lo que ha hecho el periodismo para llegar hasta aquí.

Interior de la librería de Urueña con fotografías

Interior de la librería de Urueña con fotografías

Una librería en el mundo rural

Pregunta. Volviendo a la librería, hablaban de la valentía y la osadía de iniciar el proyecto, pero más aún cuando se decide comenzar en el medio rural. Es verdad que Urueña es muy singular por el ecosistema de librerías que se creó en la localidad. Pero, ¿por qué eligieron abrir aquí?

Responde Tamara Crespo. La librería tiene buenas raíces porque fue antes el pueblo que montar la librería o cualquier otro negocio. Elegimos antes el pueblo, elegimos vivir aquí. Cuando vinimos a trabajar a Valladolid queríamos trabajar en la capital pero tener una casita donde se viera el campo y se viviera un poco más relajadamente que en la ciudad.

Y bueno, fue Urueña. Nos gustó mucho y nos compramos una casita aquí, esto fue el año 2000 y en ese momento obviamente no pensábamos en ganarnos la vida de algo en el pueblo. Luego, con el tiempo, cuando estuvimos trabajando fuera sí que le dimos vueltas. Pensamos montar una casa rural, porque lo que estaba claro es que nos gusta vivir en el pueblo. Esto te tiene que gustar. Tiene obviamente muchas ventajas y también otras cosas que a otra gente pues no le gustaría.

Luego vino la Villa del Libro en 2007 y ya, cuando regresamos, nos dio la excusa perfecta. Dijimos, ¿pues qué hacemos? Pues una librería dedicada al periodismo. Ya supimos a qué dedicarnos para poder continuar viviendo aquí en Urueña, pero es que así deberían ser estos proyectos

Se hacen para asentar población, para que crezca un poco el pueblo. Tampoco hace falta que vengan multitudes para que la gente viva aquí y tenga un negocio.

La Villa del Libro, que en principio debería ayudarnos porque es un factor de promoción, lo es pero a veces no funciona al cien por cien. El pueblo tiene de bueno que más allá de la Villa del Libro también tiene otros atractivos que lo hacen lugar visitable y eso es innegable. No es lo mismo montar una librería aquí que en cualquier otro pueblo.

Pregunta. Y así Primera Página se convirtió sobre todo en una comunidad de lectores y de periodistas. Donde hay muchos libros, pero también hay fotos que conmueven y objetos históricos de cada uno de sus viajes y destinos.

Respuesta. Al principio vinimos tan cansados de la vida que hemos tenido profesional y personal… El hecho de haber tenido que hacer las maletas no sé cuántas veces, de haber vivido en lugares lejanos y complicados, y haber trabajado ahí como periodistas. Es una doble complicación, las internas de la profesión y las que vienen de fuera. En el caso de Ceuta sobre todo fue agotador, fueron diez años.

Pues al principio recuerdo perfectamente que cuando pusimos las fotos en la pared a Fidel no le apetecía nada hablar de ellas. No era algo que le saliera, al contrario, era cómo vamos a pasar un poco página. Pero luego, al ver la reacción de la gente que es muy bonita, la reacción y el interés que suscitan, las preguntas en gente adulta y también en gente más joven…

Te da esperanza en que la gente tiene inquietud por saber. Hay cosas como la caída del Muro de Berlín, es increíble, pero igual no lo han visto o no se lo han contado en la enseñanza reglada. Pues a partir del interés que muestra la gente, Fidel se fue soltando de alguna manera y ahora es algo muy bonito que se genera en la librería.

Sobre todo las fotos contribuyen mucho a generar conversación y luego las cosas que tenemos, los objetos del mundo, las fotos de compañeros que han pasado por aquí, que son casi todos compañeros de la profesión. Todo eso genera una conversación muy bonita y eso es realmente lo importante. Porque obviamente me tengo que ganar la vida con la librería y vender libros. Pero si solo fuera a vender libros pues, aunque me permitiera vivir, no sería nada ni la mitad de interesante.

La cantidad de gente interesante que hemos conocido en estos años es muchísima. El otro día estábamos aquí, el domingo a las nueve de la noche. Hay gente que dice estos pobrecitos qué hacen trabajando tantas horas y la noche de un domingo que aquí no viene nadie. Pues estábamos abiertos y con unos amigos.

Entró una pareja y se puso a mirar. Estuvo mucho rato y cuando se van a despedir, había comprado libros de maestros del periodismo como Julio Camba. Yo pensaba este me suena muchísimo. Y dice soy Carlos Franganillo. Pues estas cosas pasan en Primera Página, son maravillosas y pasan casi continuamente.

Responde Fidel Raso. Se dio una circunstancia muy bonita aquí que puso en valor el periodismo al cien por cien. Hubo una época en que hacíamos aquí en el pueblo un periódico físico a formato de folio. Y ese periódico, hecho en el pueblo, dio una exclusiva internacional: la presencia del equipo de productores de Juego de Tronos buscando localizaciones para la serie. ¿Cómo se puede dar una exclusiva internacional el periódico de un pueblo de cien habitantes? Luego se hicieron eco muchos medios.

Es decir, el periodismo es tan grande que no te puedes enfadar con él por circunstancias o momentos. El periodismo es tan grande que hay que respetarlo, y en la medida que se pueda ayudar. Y al periodismo local más.

Continúa Tamara. Ahora que sacas el tema del periodismo local, se habla de que en Gaza no hay periodistas. A ver no hay periodistas internacionales, están los periodistas que siempre arriesgan más que son los locales y hay muchos que han muerto. Estamos teniendo información gracias al periodismo local que es el que más se ha perdido en España y el que más hay que defender porque es más comprometido, más difícil y más necesario.

Pregunta. ¿Cómo van a celebrar este décimo aniversario?

Respuesta. Para la celebración habrá una exposición de revistas, en la que vamos a también a tratar de reflejar que hubo un tiempo en el que había más tiempo, valga la redundancia, para hacer información. Sobre todo la importancia de algunos semanarios en el desarrollo social. Va a ser una exposición sobre revistas y traeremos a algunos colegas a lo largo de los meses que esté.

Añade Fidel Raso. Semanarios, que alguno ya tendrá casi cien años, desde el origen de las revistas ilustradas que eran una maravilla de diseño. Será una exposición muy bonita.