Laura trabajando en su negocio

Laura trabajando en su negocio Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Laura abre su nuevo negocio para cumplir un sueño: "Me gusta la bollería creativa e ir más allá de lo tradicional"

La joven vallisoletana, de 27 años, ha abierto una pastelería que triunfa con el sabor de las mejores elaboraciones artesanas y también con su café.

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Los sueños, a veces, se cumplen. Laura Olmedo Gómez, una joven vallisoletana, ha cumplido el suyo para abrir, hace menos de un mes, su negocio. Una pastelería que lleva el nombre de Bucle y que se ubica en una zona muy especial de Valladolid.

Allí elabora bollería artesanal que, de momento, está conquistando el paladar de sus clientes y también un suculento café. Se lanzó a la aventura de emprender y, de momento, está orgullosa de la decisión tomada.

Pasión por la cocina desde pequeña

Me considero una chica normal a la que le gusta llevar una vida tranquila. Valoro mucho pasar tiempo con las personas a las que quiero. Me gustan las cosas bien hechas, artesanales, que se busque la calidad en cada paso”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Laura Olmedo Gómez.

La joven vallisoletana de 27 años, es una amante del deporte, de los viajes y de la cocina. Por supuesto, de la repostería y de probar restaurantes y obradores de diversos puntos de la geografía española.

“Durante mi infancia pasé mucho tiempo con mi familia. Tengo un hermano mayor con el que disfruté mucho, aunque me hiciera rabiar, de vez en cuando. De esta infancia siempre tengo recuerdos relacionados con la cocina y la pastelería”, explica nuestra entrevistada.

Ya, desde pequeñita, quedaba con sus tías para cocinar y con su madre y su padre siempre estaba la cocina de por medio. De hecho, con 10-12 años ya le dejaban meterse en la cocina sin ningún miedo.

Con 14 y 15 años ya comenzó a hacer tartas a gente conocida y a los 16 arrancó con los estudios de pastelería en el IES Diego de Praves para formarse más en diferentes cursos.

“Siempre he sido muy autodidacta y he aprendido a base de hacer cosas en casa y ver muchos vídeos de Youtube. Desde pequeña sabía que quería dedicarme a la repostería y sabía que algún día tendría mi sitio propio”, añade Laura.

El nacimiento del sueño de Laura

Nuestra entrevistada había trabajado ya en pastelerías como Le Boutique de Mojados, o en Menta y Chocolate. Pasó unos años también en Puchero, tostador de café y obrador de chocolate de Valladolid donde confiesa que “aprendió mucho”.

Laura en Bucle haciendo una de sus elaboraciones

Laura en Bucle haciendo una de sus elaboraciones Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Cada vez aparecen más obradores nuevos con un enfoque más fresco en la repostería, ofreciendo mayor calidad, todo con elaboración propia, y combinaciones más creativas. Viajar a otras ciudades y ver esos sitios me inspiraron a traerlo a Valladolid”, apunta.

Así nació, el pasado 18 de abril, su pastelería Bucle Bakery and Coffee que se ubica en la calle Imperial, al lado de la playa de Las Moreras y que es un lugar perfecto para disfrutar de una buena pieza de bollería, con la repostería artesana como protagonista, dando un paseo.

Un pequeño negocio de 30 metros cuadrados de tienda y otros 20 de obrador en la que, de momento, solo trabaja la joven con la ayuda de su pareja al que también le encanta el mundo del café de especialidad y la repostería.

Bollería para disfrutar

“Vendemos repostería artesana elaborada desde cero y horneada a diario. También hacemos alguna cosita salada. Lo acompañamos con café de especialidad y alguna otra bebida, siempre con un enfoque en la calidad y artesanía que es algo imprescindible en Bucle”, afirma Laura.

Un negocio centrado en la bollería que explora combinaciones de ingredientes. Todas las semanas intentan rotar algunas piezas con el fin de probar algo nuevo. Las opiniones de los clientes, en estos primeros días, son positivas y eso invita a continuar.

“Durante este primer mes lo más complicado ha sido la gestión de todas las tareas que rodean a un negocio. El cansancio se acumula y las horas de trabajo pesan. Aun así, cuando lo ves en perspectiva, merece muchísimo la pena todo el esfuerzo, sobre todo cuando la gente valora lo que haces”, afirma.

La pastelería de Laura en Valladolid

La pastelería de Laura en Valladolid Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Una gran carga de trabajo por su buen hacer en confeccionar elaboraciones culinarias que sean únicas y que deleiten los paladares de los clientes.

El futuro

“El futuro es incierto, pero veo que el público entiende lo que quiero ofrecer y están apoyando para que Bucle siga creciendo. Estoy muy agradecida a toda la gente que viene cada día”, apunta la dueña del negocio.

Laura espera pronto “poder encontrar un equilibrio” y “sacar más tiempo para pensar y crear productos únicos” que “no se puedan probar en otros obradores”. “Siempre me ha gustado la repostería creativa e ir más allá de lo tradicional”, añade.

También, mirando al futuro, quiere “seguir compartiendo con la gente que pasa por Bucle lo que es el enfoque en calidad de producto” ya sea en la bollería con en el café.

El futuro de Laura y de su negocio se antoja prometedor.