Imagen de La Perindola en los años 90 con Paco DVT arriba en la cábina de música

Imagen de La Perindola en los años 90 con Paco DVT arriba en la cábina de música

Valladolid

Regreso a La Perindola: la discoteca que llegó a juntar a más de mil jóvenes en la noche vallisoletana

De la mano de su último DJ residente, Paco Devotion, se celebra una fiesta 'remember en Porta Caeli con los temas que sonaron en este mítico lugar de finales de los 80 y comienzos de los 90.

Más información: El Cuadro: aquellos maravillosos años de una época irrepetible para Valladolid

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Por un momento, cierra los ojos. Imagina que estás en Valladolid, es sábado por la tarde y el reloj marca las seis de la tarde. No hay móviles (por suerte), ni redes sociales, ni selfies.

Solo tú, tu grupo de amigos y unas ganas tremendas de pasarlo bien. Al fondo, una fachada que todos conocen: La Perindola en la Avenida de Ramón Pradera, sí, la de la feria de Muestras.

Que luego pasó a llamarse La Rosaleda, Kerala y actualmente Moss Club. Pero volvamos al pasado, al bendito pasado.

Durante años, allá por los últimos de los 80 y comienzos de los 90, la Perindola fue un templo del ritmo, fue algo más que una discoteca. Fue el epicentro de una generación, el lugar donde los chavales de Valladolid, y no pocos venidos de pueblos de alrededor, acudían a altas horas de la madrugada.

Allí descubrían que la música no solo se escucha, también se vivía.

“Los fines de semana metíamos más de mil personas. Era la discoteca puntera”, recuerda Paco Devotion, último DJ residente de La Perindola, quien, junto a otros amigos, ha dedicado la última década a revivir ese espíritu con sus fiestas Remember, que hoy llenan la sala Porta Caeli (Parquesol) dos veces al año.

Esta noche, y con el cartel de todo vendido, celebran su tradicional fiesta anual de I Love Perindola, donde hacen un remember con los temas 80’s, 90’s, 00’s… que sonaron con fuerza en la discoteca y los que hubieran sonado de existir más tiempo.

Paco nos ha ofrecido un material fotográfico que es una joya para los nostálgicos de esa época.

En La Perindola no existía el concepto de “calentar motores”. Todo empezaba pronto: sesiones de tarde que servían como rito de paso, como el primer contacto con un universo nuevo.

“Muchos vivieron ahí su primer momento en una disco. Poníamos la música más actual, y luego… lentos. Siempre caían un par”, rememora Paco con una sonrisa cómplice.

Por la noche, la energía cambiaba. El audio subía, los neones se volvían más hipnóticos y el público se transformaba. Allí coincidían muchos vallisoletanos que llegaban desde otras zonas de fiesta de la ciudad.

“Yo me centraba en la tarde, y por la noche me iba a Campus. Aunque hubo una época en que acababa volviendo a las seis de la mañana para otra sesión. Era una locura maravillosa”.

No es casualidad que los recuerdos suenen a Front 242, U2, Depeche Mode, 2Unlimited, y hasta a los más bailables hits tecno que reinaban en los vinilos de la época.

“Hicimos incluso la presentación de un disco de Depeche Mode allí, y mi primera fiesta dedicada a ellos se metió a 1.200 personas. Fue increíble”, cuenta Paco, uno de los DJs más conocidos de la ciudad, y que también da ritmo a los tardeos actuales en Valladolid.

Pioneros

Es cierto que ahora estas fiestas tienen mucho éxito, pero el vallisoletano recuerda y saca pecho cuando afirma que ellos las llevan poniendo en marcha desde 2011.

Una época en la que no había stories de Instagram, pero sí historias que contar. Las diferentes tribus urbanas se daban cita bajo el mismo techo: mods, rockers, tecnoadictos, góticos, modernos... Todos confluían atraídos por algo más potente que cualquier filtro: la música y la libertad de ser uno mismo.

“Ahora las cosas han cambiado. No es que se eche de menos, es que era otra historia. Aquellas macrodiscotecas, la diversión sin móviles, la conexión real… era magia”, resume Paco. Eran más de 1.300 metros cuadrados de superficie, con ambientes diferenciados y diferentes barras para beber en vaso de tubo.

Desde 2011, Paco y sus compañeros han reavivado esa llama con estas fiestas remember que tanto éxito tienen en Valladolid. Lo que empezó con un “sujétame el cubata” entre amigos, hoy es una cita ineludible para los nostálgicos.

Las fiestas Remember de La Perindola son puro revival: luces, música, sorteos, regalos y sobre todo, la misma gente de siempre, aunque ahora algo más peinada por las canas o incluso luciendo cartón, saliendo a bailar como si aún fuera 1992.

Los que salíamos antes

“Siempre somos los mismos que salíamos entonces”, dice Paco. Y es que algo tiene esa música, esa energía de antaño, que logra que el cuerpo recuerde cómo moverse, incluso décadas después.

Ahora echa de menos una discoteca que una a todos a “última hora para acabar la noche, o bueno, para comenzarla”, bromea.

Aunque el local que fue La Perindola cambió de nombre a finales de los 90 y se convirtió en la Rosaleda, para muchos sigue siendo ese lugar mítico donde empezó todo. “La Perindola, como tal, nació hacia el 87-88 y duró hasta el 95. Después, cada uno siguió su camino. Pero lo vivido ahí… eso no se olvida”.

Y mientras con todo vendido para la próxima fiesta, Paco lanza un mensaje claro: “Vuelves… y te lo pasas bien. Como antes, como siempre.”