El tardeo triunfa en estos bares y discotecas clásicas de Valladolid: la nueva noche empieza a las seis

Cantaban los Modestia Aparte, grupo de la generación EGB, que son cosas de la edad. Y algo así debe de ser lo que está pasando en Valladolid. Lo que antes era una ciudad que comenzaba a moverse cuando caía la noche, ahora se transforma ya desde media tarde.

La ciudad del Pisuerga, con su ritmo pausado y su tradición castellana, ha sucumbido a una nueva tendencia que ha venido para quedarse: el tardeo. Y de esto saben mucho los ‘jovencitos’ de más de 40 años que han decidido apostar por esta tendencia.

Ahora la fiesta arranca sobre las 18.00 horas, justo después de comer, pero nada de tomar una copa de tranquis, eso no. Ahora toca ir a bailar y a socializar.

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Y es que hay que dejar claro lo que es el tardeo, no es alargar las comidas en los restaurantes; una especie de sobremesa que incluía copas, con música de fondo, por si alguien se animaba a bailar. Esto ya es ir a tope y hacer lo mismo que se hacía cuando, como cantaba Loquillo, ‘éramos los mejores’.

Sin embargo, la pandemia supuso un punto de inflexión para muchos aspectos, y con ella, un cambio de hábitos que hoy se refleja en las calles y locales del centro de la ciudad. El tardeo es para las personas de entre 30 y 45 años y, en casos concretos, llega hasta edades más avanzadas, que pueden alcanzar los 65 años.

Son varios locales, algunos míticos de la ciudad, los que han adaptado su oferta, programando sesiones de DJ desde temprano, cócteles especiales y, sobre todo, creando un ambiente de fiesta sin necesidad de trasnochar. La música electrónica, el pop español e incluso ritmos flamencos marcan la pauta mientras la luz natural aún entra por las ventanas.

Un ejemplo lo tenemos en La Lupe, en el lateral del Mercado del Val, donde invitan a disfrutar de actuaciones en vivo durante el Afterwork. “La combinación perfecta de música relajante para crear un ambiente inigualable”, aseguran.

La Santa, un nuevo pub de la zona de San Benito, apuesta por llevar a un famoso DJ vallisoletano como es Paco DVT para poner a bailar a toda una generación. El pasado Viernes Santo abrió sus puertas de 18.00 a 22.00 horas para vivir el tardeo. "Este sábado a pasar el susto del apagón", anuncia el famoso dj vallisoletano. Aquí comprobado en primera persona que no suena ni Bad Bunny ni Karol G.

La reinvención de un legendario

Aunque si hay un bar que forma parte del ADN de esta generación de vallisoletanos es el de Asklepios, y si este mítico lugar apuesta por el tardeo, algo tendrá. Acostumbrado a ser uno de los que más tarde abría, ahora es el que más temprano lo hace. En sus sábados de tardeo abre a partir de las 19:00 horas hasta las 22:00 horas. Y lo hace con una sesión de oro, con 50 años de música de los años 50 al 2000, en lo que han denominado la selección Landó, recordando aquel mítico bar de los años 80 en la ciudad.

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“Hacemos una propuesta dirigida a esos jóvenes que frecuentaban discotecas legendarias como Charlotte, Hipo, Zappin, Atomium, Campus y, sobre todo, Landó club. Queremos revivir esos grandes éxitos de toda época y estilo y olvidados en las discotecas queremos volver a escucharlos y bailar los clásicos”, afirman fuentes de la discoteca. Y ojo, con minutos de canciones lentas para bailar agarrados en horario de tarde todos los sábados.

El Desierto Rojo, otro de los garitos de moda, también se sube al barco de esta moda que ha venido para quedarse. Hasta el punto de que los sábados de 18.30 a 23.00 horas prepara el “tardeo de los tardeos” con venta anticipada de entradas que suele acabar con el cartel de ‘sold out’. Además, están apostando por música en directo que hace las delicias de todos los amantes de los 90.

En La Boutique Valladolid, en Plaza Poniente 1, a partir de las 18.00 horas tienen sesiones con Djs residentes. En este caso Yorska y Queco.

Algunos bares y discotecas abren sus puertas no solo para servir copas, sino para ofrecer una experiencia completa de ocio diurno que incluye música, baile y socialización, muy similar a lo que tradicionalmente se hacía entrada la madrugada.

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Para muchos, el tardeo ha sido una solución perfecta para conciliar el ocio con la vida familiar o laboral. “Puedo salir a bailar, ver a mis amigas y estar en casa antes de medianoche. No me destroza el fin de semana”, dice Ana, una profesora de 38 años que acude casi cada sábado al Tardeo de los 90 de los bares de la zona de Poniente.

En la misma línea se expresa David, que después de muchos años de 'manejarse' en la noche, ahora prefiere la tarde. "Es cuestión de edad, pero también de tiempo", asegura.

El fenómeno no solo ha cambiado las rutinas personales, también ha revitalizado zonas que antes eran exclusivamente nocturnas. Así, la zona Coca o incluso el entorno de San Miguel ven ahora un flujo temprano de personas, lo que ha obligado a bares tradicionales a adaptarse o reinventarse.

Ventajas

Los beneficios no solo son sociales: los hosteleros destacan un incremento en el consumo responsable y en el gasto medio por cliente. Según la Federación de Empresarios de Ocio Nocturno y Espectáculos, España de Noche, el tardeo no es un rival de la noche, sino todo un aliado que ya está aumentando hasta en un 25% el volumen de negocio de los locales que lo incluyen en su oferta.

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Además, se reduce el ruido nocturno y la conflictividad que a veces genera el ocio de madrugada. Todos son ventajas.

Por ahora, y solo hay que comprobarlo en este puente de Mayo, el tardeo sigue ganando adeptos. Con la llegada del buen tiempo, se multiplican las fiestas al aire libre, las terrazas con DJ y los vermús bailables. Valladolid ha encontrado una nueva manera de moverse… y todo empieza cuando aún no ha anochecido. El cuerpo lo agradece.