Celso y María Jesús con las pequeñas de acogida en el carrito
"Te abre el corazón y te hace mejor persona": Chus y Celso, una familia de acogida que ha dado amor a once pequeños
El matrimonio leonés da todo su amor y cariño a los pequeños que llegan hasta su casa. Ensalzan lo gratificante que es ser familia de acogida.
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Hace unos días, concretamente el pasado 26 de febrero, Valladolid salía a la calle para concienciar sobre la importancia de contar con familias de acogida en una campaña que la Junta de Castilla y León lanzaba, de la mano de Cruz Roja para sensibilizar a la población.
La ciudad del Pisuerga alzaba la voz en busca de familias de acogida y estancias temporales en una acción del Ejecutivo regional puesta en marcha por Cruz Roja, entidad colaboradora de ambos servicios.
Todo para poder dar respuesta a los 556 niños y niñas y adolescentes (de 0 a 17 años) creciendo en centros, 100 de ellos en la provincia de Valladolid, de los cuales 20 tienen entre cero y seis años y 80 entre siete y 17.
EL ESPAÑOL de Castilla y León se cita con María Jesús Carrera, leonesa de nacimiento y de 51 años, y con Celso García, de Cistierna, también en la provincia de León y 53 primaveras. Felizmente casados en la capital hace 28 años, que pasaron por Medina del Campo (Valladolid) y ahora viven en la ciudad del Pisuerga.
Ella, administrativa de profesión, él, en el mundo de las artes gráficas. Un matrimonio feliz que suma, ni más ni menos, que un total de once acogimientos. Recuerdan todos con una gran satisfacción.
La idea de acoger
“Nosotros somos una familia de acogida. Esa sería la mejor definición. Yo soy una persona abierta, extrovertida y sociable. Muy habladora. Celso es más introvertido y tranquilo, pero está lleno de bondad”, asegura, en declaraciones a este periódico, María Jesús.
El matrimonio leonés tiene dos hijas biológicas. Sandra, de 25 años, y Paula, de 22. Por motivos de trabajo de Celso, el marido, los cuatro tienen que marchar de León hasta la provincia de Valladolid para instalarse en Medina del Campo en el año 2018.
Ambos recuerdan su infancia de “forma feliz”. Provienen, como ellos mismos confiesan, de familias “trabajadoras y humildes”. Nunca tuvieron en mente una profesión a la que dedicarse. Todo fue viniendo rodado. También la idea de acoger a pequeños como si fueran uno más de su familia.
“Conocí el acogimiento al llegar a Medina del Campo. Una familia tenía con ella a una niña. Ese mismo día me interesé mucho por el programa. Recuerdo que estaba sola en un partido de fútbol sala con mi hija. Celso trabajaba de noche. A la hora de comer se lo comenté a mi marido y al día siguiente dijimos: ‘¿Por qué no?’”, asegura nuestra entrevistada.
Posteriormente llamó a Cruz Roja para concertar una cita a modo de sesión informativa en Valladolid y, ahí, todo comenzó.
Un total de once acogimientos para María Jesús y Celso
“Fuimos a la formación de Cruz Roja con más padres. Ahí te cuentan en qué consiste el acogimiento, de donde vienes, la despedida… todo lujo de detalles. En esa formación tú decides si continúas o lo dejas. Nosotros continuamos hasta completar la formación”, añade María Jesús durante esta entrevista mientras Celso para las travesuras de las dos pequeñas que ahora mismo están a su cargo.
El matrimonio con las dos pequeñas de acogida en su carrito
Tras finalizar esa formación, se sometieron a la entrevista de valoración con Cruz Roja. Se mira todo al detalle con el fin de elegir la familia adecuada que atienda a las necesidades de los niños del sistema de protección. La pareja consiguió la “adecuación”. Ese visto bueno. Fue entonces cuando se buscó a los pequeños que encajarán, de forma perfecta, en la vida de María Jesús y de Celso.
“El primer acogimiento fue en el año 2019. En Medina del Campo. El sentimiento es muy bonito porque sabes que todo está cerca. Recibimos con una gran ilusión al niño, de cinco meses y medio. Así, hasta completar un total de once acogimientos”, afirma una mujer que transmite un sentimiento de solidaridad y bondad poco vistos en los tiempos que corren.
En la actualidad cuentan con dos niñas pequeñitas en acogimiento. Una que ahora tiene 20 meses y otra de solo siete. Llevan con ellas desde 2023 y la familia está “encantada”.
“Abre el corazón y te hace mejor persona”
“Nuestra vida es maravillosa. Si volviera a nacer lo volvería a hacer. Es una experiencia única que recomiendo a todo el mundo. Les damos amor y protección. Vivimos los seis juntos. Nuestras hijas biológicas se desviven por ellas y las quieren mucho. Sienten una gran emoción cuando llegan y tristeza cuando se van”, afirma María Jesús.
Los pequeños de acogida “dan vida” a este matrimonio leonés que quiere dejar claro que, como familia de acogida “nunca” juzgarán a la biológica de los pequeños. “Las llevamos con ellos, apoyamos y comprendemos”, añade.
Celso y María Jesús en la sede de Cruz Roja
La familia asegura que “ser acogedor te abre el corazón y te hace mejor persona” aunque añade que las despedidas “son duras”. “Firmas por dos años, pero sabes que puede durar menos. Todo depende de cuando se solucione la situación del pequeño”, afirma.
A María Jesús y a Celso les “encanta estar rodeados de niños”. A sus hijas biológicas también. Forman una familia única en la que la bondad y el amor reinan por encima de todo.
Animan a dar el paso
El servicio de acogimiento familiar depende de la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León. Cruz Roja es la entidad colaboradora que gestiona este servicio para que todo salga perfecto.
“Animo a las familias que estén a punto de dar el paso a que se informen, que pregunten. Que entren en la formación y lo intenten. Nosotros estamos muy satisfechos. No sabríamos vivir sin ellos. Cuando acoges, lo que intentamos es que vuelvan con su familia biológica”, añade María Jesús.
El objetivo es que estos pequeños estén bien cuidados, y que sean queridos y tengan la vida que merecen con personas como nuestras protagonistas a las que no les cabe el corazón en el pecho.
Un ejemplo de empatía y solidaridad en estos tiempos tan convulsos que vivimos.